Día: 1 octubre, 2013

Venezuela / ¿Dónde están los reales? El misterio de los 860 millones de dólares del Sicad

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(Foto Reuters)

El destino de unos 860 millones de dólares que el Gobierno de Venezuela subastó en los últimos seis meses en un intento por aliviar la sed de divisas del sector privado es una incógnita para muchos industriales, que aseguran estar con la soga al cuello porque no pueden importar materias primas.

Por Eyanir Chinea y Brian Ellsworth/Reuters

Representantes de nueve grupos y asociaciones empresariales consultados por Reuters dijeron que apenas un puñado de sus afiliados accedió a esos dólares vendidos por el Banco Central a precios preferenciales a través de un nuevo mecanismo de subastas, el Sicad. Y quienes lo hicieron, no siempre obtuvieron la cantidad solicitada.

“La subasta fue un desastre para nosotros”, dijo Frisned Piñate, presidenta de la principal cámara de importadores de autopartes Canidra. Apenas nueve de sus 250 afiliados reportaron haber recibido dólares en la puja.

“Esto no es una subasta, es una rifa”, se quejó. “Ni siquiera se adjudica al mejor postor”.

El misterio sobre los 860 millones de dólares avivó la desconfianza entre el gobierno socialista del presidente Nicolás Maduro y el sector privado. Además, ilustra los desafíos que enfrenta el control de cambios impuesto hace una década por el fallecido Hugo Chávez para prevenir la fuga de capitales y apaciguar la inflación.

Como la industria depende de los dólares para adquirir materias primas, los controles de divisas acentuaron el desabastecimiento en un país que importa hasta el papel higiénico. También hicieron surgir negocios turbios: los dólares baratos asignados por el Gobierno son a menudo revendidos en el mercado paralelo con ganancias de más de un 500 por ciento.

Desde su creación en marzo para financiar al menos un 10 por ciento de las importaciones del país y garantizar el suministro de alimentos y otros productos básicos, el Sicad fue visto con escepticismo por los empresarios, que lo califican de poco transparente.

¿Quién? ¿A cuánto?

El Banco Central no divulga los nombres de las empresas que recibieron divisas a través de este sistema y tampoco reveló nunca el precio al que vende los billetes verdes.

Según empresas que han participado en las subastas, la autoridad monetaria suele descartar las ofertas de mayor valor para mantener la cotización en torno a 11 bolívares y contener el tipo de cambio en el mercado paralelo, siete veces más alto que la tasa oficial de 6,3 bolívares.

El ministro de Finanzas, Nelson Merentes, ha dicho que el sigilo busca proteger la confidencialidad de las empresas. Pero el argumento no convence, especialmente en un país donde las empresas son obligadas a exhibir un cartel con el tipo de cambio usado para importar lo que venden.

“Empezamos muy mal, con muchos reclamos, mucha incertidumbre sobre la tasa de cambio, sobre los sectores que se iban beneficiando”, dijo Miguel Pérez Abad, presidente de Empreven, una asociación de industriales cercana al gobierno socialista.

Igual que otros empresarios consultados, Pérez Abad dijo que la comunicación con el Gobierno de Maduro ha ido mejorando. Pero añadió: “Los listados de las empresas beneficiadas deben ser publicados. Conviene que sea abierto y transparente”.

Datos oficiales muestran que 3.636 empresas de 11 sectores, desde juguetes hasta textiles, útiles escolares, comidas navideñas y firmas comerciales que operan en zonas francas recibieron divisas en las cuatro subastas hechas hasta ahora.

Pero representantes de nueve de esos sectores entrevistados por Reuters dijeron que pocos de sus miembros habían entrado al sistema.

El Banco Central no respondió a las preguntas de Reuters sobre el destino de los recursos y la naturaleza de las firmas beneficiadas.

Corrupción endémica

El descontrol no es nuevo. El Banco Central calcula que el año pasado al menos 15.000 millones de dólares -o un tercio de las importaciones totales de la nación petrolera- fueron destinadas a empresas fantasma que nunca hicieron compras o que las hicieron con abultados sobreprecios.

La corrupción, sumada a una menor asignación de divisas después de la fiesta de gasto público que pavimentó en 2012 el camino a la reelección de Chávez, empeoraron el panorama para la industria venezolana, muy dependiente de las importaciones.

“Hay compañías cerrando líneas de producción o ralentizando sus operaciones para rendir su materia prima”, dijo Mariela Osorio, de la cámara de empresas de confección Cavediv.

“Algunas empresas pequeñas ya perdieron la oportunidad de participar en la temporada navideña porque no encuentran una solución rápida al problema de las divisas”, agregó.

Ninguno de los afiliados a Cavediv estuvo entre las 399 empresas textiles a las que el Banco Central adjudicó dinero en su más reciente subasta de mediados de agosto.

Varios empresarios dijeron que parte de los dólares subastados fueron a parar a manos de comerciantes minoristas en vez de a productores o importadores de gran escala, lo que no soluciona el problema del desabastecimiento.

“Guerra económica”

En un nuevo intento por paliar la escasez de bienes básicos y suavizar la inflación, el Gobierno de Maduro trabaja en una tercera vía para inyectar divisas a la economía.

Es poco lo que se sabe del nuevo mecanismo, pero las autoridades han dicho que se rescatará parcialmente un mercado de permuta de deuda denominada en dólares que funcionó hasta el 2010 y que los privados tendrán más participación en él.

Maduro camina por una delgada línea. Flexibilizar la venta de dólares y eliminar los controles impuestos por Chávez, su mentor, podría interpretarse como una traición “al legado del Comandante”.

Por ahora el corpulento mandatario replica la retórica de Chávez, acusando a la oposición y los empresarios de acaparar bienes e inflar los precios para crear descontento social.

“Esta derecha cree que todos los días puede dar un golpe”, dijo Maduro este fin de semana. “Han iniciado una guerra de guerrillas, de pequeñas fallas, molestando al pueblo”.

Algunos empresarios dicen que todavía no recibieron dólares asignados en el 2012 mediante un mecanismo anterior y sospechan que el Sicad podría estarse secando. El Banco Central preveía inyectar dólares al sistema dos veces al mes, pero desde mediados de agosto no hubo más convocatorias.

Y la temporada de ventas de Navidad está a la vuelta de la esquina.

“Si en los próximos 10 días no se da una subasta, no podremos cumplir con el abastecimiento”, dijo Julio Peña, de la cámara de productores de bicicletas Cavebici. “No porque no queramos, sino porque no nos han dado las herramientas”.

Reuters

 

Estableciendo el Establishment

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Una de las razones primarias por la cual los Privilegiados trabajaron entre bastidores para fomentar la I Guerra Mundial, fue para crear un gobierno mundial después del conflicto. Si se quiere establecer monopolios nacionales, se debe controlar gobiernos nacionales. Si se desea establecer monopolios internacionales o carteles, se debe controlar un gobierno mundial.

Después del ARMISTICIO del 11 de noviembre de 1918, Woodrow Wilson y su alter ego, “Coronel” House (el hombre del primer plano, siempre presente por los Privilegiados), fue a Europa con las esperanzas de establecer un gobierno mundial en la forma de Liga de Naciones. Cuando las negociaciones revelaron que un lado había sido tan culpable como el otro, y que el brillo -de la «cruzada moral» se evaporaba junto con los ostentosos, «Catorce Puntos» de Wilson, los “tropiezos en Main Street” empezaron a aparecer. La reacción y desilusión vieron la luz.

Los americanos, ciertamente, no querían entrar a un Gobierno Mundial con europeos de doble filo, cuya especialidad era el pacto secreto escondido detrás del pacto secreto. El invitado de honor, por así decirlo, salió caminando majestuosamente del banquete antes de que la comida envenenada fuera servida. Y sin la inclusión americana, no podía haber un Gobierno Mundial que tuviera sentido.

La excitada opinión pública hizo obvio el hecho de que el Senado de los Estados Unidos no se atreviera a ratificar un pacto que echaría sobre el país tal compromiso internacionalista. En cierto modo, el público americano tuvo que ser vendido a la idea del internacionalismo y Gobierno Mundial. Nuevamente la llave fue el «Coronel» House.

House había puesto sus ideas políticas en su libro llamado Philip Dru – Administrator, en 1912. En su libro, House coloca un plan finamente simulado para la conquista de América, a través del establecimiento de «El Socialismo como fue soñado por Karl Marx».

 

El describió una » » – la palabra es suya-que tiene éxito en la elección del Presidente de los Estados Unidos, por medio de la » «.

 

Entre otras cosas, House escribió que la conspiración era para «insinuarse en las primarias, para que ningún candidato, cuyos puntos de vista no estaban de acuerdo con los de ellos, pudiera ser nominado». Las elecciones debían ser meras charadas conducidas para el deslumbramiento de los distraídos. La idea era usar a los partidos Demócrata y Republicano como instrumentos para promover el Gobierno Mundial.

En 1919, House se reunió en París con miembros de la “sociedad secreta” británica llamada «La Mesa Redonda«, para formar una organización cuya labor sería popularizar entre los ciudadanos de América, Inglaterra y Europa Occidental la idea sobre las glorias del Gobierno Mundial. El leitmotiv a emplear era, por supuesto, la “paz”. La parte correspondiente a los Privilegiados, estableciendo una dictadura mundial, fue, por supuesto, dejada afuera.

La organización de la «La Mesa Redonda» en Inglaterra nació del sueño de toda una vida del magnate de oro y diamante Cecil Rhodes, por un «nuevo orden MUNDIAL». El biógrafo de Rhodes, Sara Milfin, era un poco más directo.

 

Como ella lo escribió:

«El gobierno del mundo era el elemental deseo de Rhodes».

Quigley hace notar:

«A mediados de 1890, Rhodes tenía una entrada personal de por lo menos un millón de libras esterlinas al año (después, cerca de cinco millones de dólares) que gastó tan libremente para sus misteriosos propósitos, que por lo general estaba sobregirado en su cuenta … «

El compromiso de una conspiración de Cecil Rhodes para establecer un Gobierno Mundial aparece en una serie de asignaciones testamentarias descritas porFrank Aydelotte en su libro American Rhodes Scholarships.

 

Aydelotte escribe:

«Las siete asignaciones que Cecil Rhodes hizo entre las edades de 24 y 36 años (Rhodes murió a la edad de cuarenta y ocho) constituyen una especie de autobiografía espiritual… Las más conocidas son la primera (de la Sociedad Secreta….) y la última, que establecieron las Becas Rhodes…

 

En su primera asignación, Rhodes manifiesta su deseo aún más específicamente:

‘La extensión de la autoridad británica a través del mundo …, la fundación de un poder tan grande como para hacer las guerras imposibles y promover los intereses de la humanidad’.

“’La Confesión de Fe’ se aumenta con estas ideas. El modelo para esta propuesta sociedad secreta era la Sociedad de Jesús, aunque él menciona sólo a los masones”

Debería recordarse que el inspirador de este tipo de sociedad secreta fue Adam Weishaupt, el monstruo que fundó la Orden de los Illuminati, el 19 de mayo de 1776, con el propósito de conspirar para controlar el mundo.

 

El rol de los Illuminati de Weishaupt en tales horrores, como El Reino del Terror, es incuestionable, y las técnicas de los Illuminati han sido reconocidas desde hace tiempo como modelos para la metodología comunista. Weishaupt también usó la estructura de laSociedad de Jesús (los jesuitas) como su modelo, y reescribió su Código en Términos Masónicos.

 

Aydelotte continúa:

«En 1888, Rhodes hizo su tercera asignación … dejando todo a Lord Rothschild (su financiero en empresas mineras), acompañada por una carta que llevaba ‘la materia escrita discutida entre nosotros’. Esto, se supone, consistía en la primera asignación y la Confesión de Fe, ya que en la postdata Rhodes dice ‘considerando los asuntos sugeridos, tome la Constitución de los Jesuitas, si se puede obtener…’ «

Aparentemente, por razones estratégicas, Lord Rothschild con posterioridad fue removido del proyecto.

 

El Profesor Quigley revela que Lord Rosebury,

«reemplazó a su suegro, Lord Rothschild, en el grupo secreto de Rhodes y fue hecho Depositario en la próxima (y última) asignación».

La «sociedad secreta» fue organizada en el molde conspiracional de círculos dentro de círculos. El Profesor Quigley nos informa que la parte central de la «sociedad secreta» fue establecida en marzo de 1891, usando el dinero de Rhodes.

 

La organización era manejada para Rothschild por Lord Alfred Milner, discutido en el último capítulo como financiero clave de la revolución bolchevique. La «Mesa Redonda» trabajó entre bambalinas en los más altos niveles del gobierno británico, influyendo en la política externa y en el desenvolvimiento y conducta de Inglaterra en la 1a Guerra Mundial.

 

De acuerdo al Profesor Quigley:

“Al final de la Guerra de 1914, se hizo claro que la organización de este sistema (el Grupo de la Mesa Redonda) tenía que ser vastamente extendido. Una vez más, la labor fue confiada a Liones Curtis, quien estableció, en Inglaterra y en cada dominio, una organización de fachada al Grupo de la Mesa Redonda. Esta organización, llamada Instituto Real de Asuntos Internacionales, tenía como su núcleo, en cada área, al sumergido Grupo de la Mesa Redonda.

 

En Nueva York era conocido como el Consejo de Relaciones Exteriores, y era un frente para J. P. Morgan y Cía., en asociación con un muy pequeño Grupo de la Mesa Redonda americana. Los organizadores americanos fueron dominados por un gran número de ‘expertos’ de Morgan…, que habían ido a la Conferencia de Paz de París, y allí se hicieron amigos íntimos con un grupo similar de ‘expertos’ ingleses, reclutados por el grupo de Milner.

 

De hecho, los planes originales para el Instituto Real de Asuntos Internacionales y el Consejo de Relaciones Exteriores (C.R.E.) fueron redactados en París …”

Joseph Kraft (C.R.E.) nos cuenta, en Harper’s de julio de 1958, que el promotor principal en la fundación del Consejo de Relaciones Exteriores, fue el «Coronel» House, apoyado por protegidos tales como Walter Lippmann, John Foster Dulles, Allen Dulles, Chrístian Herter, entre otros.

 

Fue House quien actuó como anfitrión para el Grupo de la Mesa Redonda de ingleses y americanos en la reunión clave del 19 de mayo de 1919, en el Hotel Majestic de París. En esa ocasión, se encargó a la conspiración crear el C.R.E.

Aunque Quigley enfatiza la importancia de los hombres de Morgan en la creación de la organización conocida como el Consejo de Relaciones Exteriores, los propios materiales de la organización y las memorias del «Coronel» House revelan su función como partero en el nacimiento de dicho organismo.

El vigésimo quinto Informe Anual del C.R.E. nos revela lo siguiente sobre su fundación en Paris:

“ …El Instituto de Asuntos Internacionales, creado en París en 1919, comprendía, al comienzo, dos ramas: una en el Reino Unido y otra en los Estados Unidos…”

Posteriormente el plan fue alterado para producir una real autonomía, ya que «…no parecía ser lo más sabio el tener una institución única con secciones».

 

Debía elaborarse una institucionalidad de manera que el C.R.E., en América, y el IRAI, en Inglaterra, aparecieran como verdaderas organizaciones independientes. Todo, a menos que el público americano se diera cuenta que el C.R.E. era, de hecho, una sucursal del Grupo de la Mesa Redonda, y reaccionara con patriótica furia.

Según Quigley, las dinastías financieras importantes en América, después de la I Guerra Mundial, fueron (además de Morgan) la familia Rockefeller, Kuhn, Loeb y Cía., Dillon Read y Compañía y Brown Bros. Harriman. Todos ellos estaban representados en el C.R.E., siendo Paul Warburg uno de los asociados. Muchos de los miembros pertenecientes al clan de los Privilegiados —grupo que creó el Sistema de Reserva Federal y financió, en gran parte, la revolución bolchevique— fueron de los primeros en participar en el Consejo.

 

Junto a Paul Warburg intervinieron corno fundadores del CRE financistas internacionales Privilegiados de la talla de Jacob Schiff, Averell Harriman, Frank Vanderlip, Nelson Aldrich, Bernard Baruch, J. P. Morgan y John D. Rockefeller. Estos hombres no crearon el C.R.E. porque no tenían nada mejor que hacer con su tiempo y dinero; lo crearon como herramienta para el éxito de sus ambiciones.

El C.R.E. ha llegado a ser conocido como «El Establishment», «el Gobierno Invisible» y «la Oficina de Relaciones Exteriores de Rockefeller». Esta organización semi-secreta ha llegado a ser, incuestionablemente, el grupo más influyente en América.

Uno de los rarísimos artículos que han aparecido en la prensa nacional, relacionado con este Consejo, fue publicado en el Christian Science Monitor el 1º de septiembre de 1961.

 

Empezaba así:

«En el lado oeste de la distinguida Park Avenue y la Calle 68 (en la ciudad de Nueva York) hay dos hermosos edificios, uno frente al otro. Uno es la Embajada Soviética ante las Naciones Unidas… Justamente en el lado opuesto, en la esquina suroeste, se encuentra el Consejo de Relaciones Exteriores — probablemente una de las organizaciones semipúblicas más influyentes en el terreno de la política exterior.»

Aunque la dotación formal del C.R.E. está compuesta por cerca de 1.500 personas, pertenecientes a la élite del mundo del gobierno, de los negocios, de las finanzas, de las comunicaciones, de las fundaciones y al sector académico —habiendo ocupado casi todos ellos posiciones claves en todas las Administraciones, desde FDR—, es dudoso que un americano entre mil reconozca el nombre del Consejo, y que uno entre diez mil pueda decir algo sobre su estructura o propósitos.

 

Decidor del poder del C.R.E. para mantenerse anónimo es el hecho que, pese a haber operado en los más altos niveles por casi cincuenta años y haber tenido desde el principio entre sus miembros a los primeros leones de los medios de comunicaciones del Establishment, descubrimos, luego de estudiar escrupulosamente muchos tomos del Reader’s Guide To Periodical Literature, que sólo ha aparecido un artículo sobre el C.R.E. en una revista importante durante décadas.

 

Y esta publicación apareció en el Harper’s, que es un periódico de escasa circulación en el público corriente. En forma similar, sólo unos pocos artículos sobre el Consejo han aparecido en los grandes periódicos del país. Tal anonimato —a ese nivel— no puede ser materia de mera casualidad.

¿Qué hace a esta organización secreta tan influyente? Nadie que lo sepa en forma segura lo dirá.

 

El Christian Science Monitor, que es editado por un miembro de la Mesa Redonda Americana (una sección de la sociedad secreta de Milner), hizo notar, en el artículo del 1.º de septiembre de 1961, que,

«Su nómina … contiene nombres distinguidos en el terreno de la diplomacia, gobierno, negocios, finanzas, trabajo, periodismo, leyes y educación. Lo que permitió la unión de socios de tan diversas gamas y desigualdades es una apasionante preocupación por la dirección de la política exterior americana».

El Christian Science Monitor muestra el fantástico poder que el C.R.E. ha tenido durante las últimas seis administraciones:

«Gracias a la exclusiva dedicación al estudio y deliberación sobre la política exterior americana por parte del Consejo, es que hay un constante flujo de sus miembros desde el servicio privado al público.»

Las Políticas promovidas por el C.R.E. en el terreno de las relaciones internacionales y defensa se han convertido, con una regularidad que desafía las leyes de las probabilidades, en las políticas oficiales del Gobierno de los Estados Unidos.

 

Joseph Kraft, columnista liberal y miembro del C.R.E., sobre ‘este particular anota en un artículo de Harper’s:

«(El C.R.E.) ha sido el lugar de algunas decisiones básicas de gobierno, ha dado el contexto para muchas otras y, repetidas veces, ha servido como terreno de reclutamiento para jerarquías superiores».

Casualmente, Kraft titula su artículo en forma muy apta para describir el C.R.E.:

«Escuela para Hombres de Estado» —una manera de reconocer que los miembros del Consejo son entrenados en una «línea» de estrategia que será seguida en Washington.

A medida que se aproximaba la II Guerra Mundial, el Grupo de la Mesa Redonda fue influyente al ver que HitIer no era detenido en Austria, Rhineland o Sudetenland, y, por lo tanto, fue ampliamente responsable de la precipitación del holocausto.

 

Una segunda guerra mundial mejoraría mucho la oportunidad para establecer el Gobierno Mundial.

 

El financíamiento para el ascenso al poder de Adolfo HitIer estuvo en manos del Mendelsohn Bank, de Amsterdam, controlado por Warburg y después por el J. Henry Schroeder Bank, con sus sucursales en Franefort, Londres y Nueva York.

 

El principal consejero legal del J. Henry Schroeder Bank era la firma de Sullivan y Cromwell, cuyos socios más antiguos incluían a John Foster y Allen Dulles (Ver All Honorable Men, de James Martin, Little Brown, Co. New York, 1950, p. 51. También ver Quigley, p. 433).

Con la Mesa Redonda haciendo su labor en Europa, el C.R.E. trasladó el asunto a los Estados Unidos. La primera labor del Consejo era la de infiltrar y desarrollar un control efectivo en el Departamento de Estado de Estados Unidos, para asegurarse que no habría los resbalones que siguieron a la I Guerra Mundial.

 

La historia de la toma de posesión del C.R.E. sobre el Departamento de Estado está contenida en la Publicación N.º 2.349 de este Departamento de Estado,Report to the President on the Results of the San Francisco Conference. Es el informe del Secretario de Estado, Edward R. Stettinius (C.R.E.), al Presidente Truman.

 

En la página veintiuno encontramos:

«Al empezar la guerra en Europa, estuvo claro que los Estados Unidos se vería enfrentado, después del conflicto, con problemas nuevos y excepcionales… En efecto, un Comité de Problemas de Post-guerra fue puesto en marcha antes del término de 1939 (dos años antes que los Estados Unidos entrara a la guerra), por sugerencia del C.R.E. El comité estaba formado por altos oficiales del Departamento de Estado (de los cuales sólo uno no era miembro del C.R.E.). Era asistido por un comité de investigación (provisto, financiado y dirigido por el C.R.E.), que en febrero de 1941 se convirtió en una División de Investigación Especial (saliendo de la nómina del C.R.E. para entrar a la del Departamento de Estado).

«Después de Pearl Harbor, las facilidades de investigación rápidamente se expandieron y el Comité Departamental en Problemas de Postguerra fue reorganizado para formar un Comité Asesor en Política Exterior de Post-guerra (completamente equipado por el C.R.E.)»

(Ver, también, el libreto del C. R. E., A Record of Twenty Years, 1921-1947).

Este es el grupo que designó las Naciones Unidas, el primer gran paso exitoso en vías de un Superestado Mundial. Por lo menos cuarenta y siete miembros del C.R.E. estaban entre los delegados americanos a la fundación de las Naciones Unidas, en San Francisco, en 1945.

 

Miembros del grupo del C.R.E. incluían a:

  • Harold Stassen

  • John J. MeCloy

  • Owen Lattimore (llamado «instrumento conscientemente articulado de la conspiración soviética» por el Subcomité de Seguridad Interna del Senado)

  • Alger Hiss (espía comunista)

  • Nelson Rockefeller

  • John Foster Dulles

  • John Carter Vincent (seguridad)

  • Dean Acheson

Para asegurarse que los miembros del Partido Comunista entendían la importancia del establecimiento de las Naciones Unidas, el Political Affairs, diario teórico oficial del Partido, en el número de abril de 1945, dio la orden:

«Se debería vigorizar un gran apoyo popular y entusiasmo por las políticas de las Naciones Unidas, bien organizados y ampliamente articulados. Pero es necesario hacer aún más que eso. Se debe hacer impotente a la oposición, de modo que sea incapaz de reunir algún apoyo significativo en el Senado contra la Carta de las Naciones Unidas y los tratados que vendrán.»

Uno cuestiona si los bobos a nivel de Partido alguna vez se preguntaron por qué debían apoyar una organización dominada por las odiadas personalidades de «Wall Street». Los pintores de paisaje de la gran masa se han excedido a si mismos, pintando a las Naciones Unidas como una organización de paz, en lugar de ser un frente para los banqueros internacionales.

Los miembros del Consejo de Relaciones Exteriores no sólo imponían mayoritariamente la idea de crear las Naciones Unidas, sino que también estaban al lado del Presidente americano en Teherán, Potsdam y Yalta, donde cientos de millones de seres humanos fueron entregados a las manos de Joseph Stalin, extendiendo así vastamente el poder de la conspiración comunista internacional.

 

Asistente administrativo de FDR, durante este tiempo, era un miembro clave del C.R.E., llamado Lauchlin Currie —después identificado por J. Edgar Hoover como un agente soviético.

El C.R.E. ha dominado de tal manera el Departamento de Estado durante los últimos treinta y ocho años, que cada Secretario de Estado, exceptuando a Cordell Hull, James Byrnes y William Rogers, ha sido miembro del C.R.E.

 

Mientras Rogers no es miembro, el profesor Henry Kissinger, Secretario de Estado del Sr. Nixon, llegó a su puesto desde la plana mayor del C.R.E., y los subsecretarios de Estado, hasta el último hombre, son casi todos miembros del C.R.E.

Hoy el C.R.E. continúa trabajando activamente para llegar a su objetivo final de un gobierno sobre todo el mundo, un gobierno que los Privilegiados y todos sus aliados controlarán. El objetivo del C.R.E. es, sencillamente, neutralizar a los Estados Unidos con sus garantías constitucionales de libertad. Y ni siquiera tratan de ocultarlo.

 

El Study N.º 7, publicado por el C.R.E. el 25 de noviembre de 1959, abiertamente aboga por:

“Construir un nuevo orden internacional, el cual debe reflejar las aspiraciones mundiales por la paz, el cambio social y el económico…, un orden internacional (palabra clave para gobierno mundial…, incluyendo a los Estados que se llaman a si mismos «socialistas» (comunistas)”.

La razón por la cual se denomina como «el Establishment» a esta poco conocida organización semi-secreta, es evidente para aquellos que hayan estudiado la lista de sus miembros (Ver Cuadro 7 abajo).

Las organizaciones bancarias internacionales que actualmente tienen hombres en el C.R.E., incluyen:

  • Kuhn, Loeb y Cía.

  • Lazard Fréres (directamente afiliado con Rothschild)

  • Dillon Read

  • Leliman Bros.

  • Goldrnan, Sachs

  • Chase Manhattan Bank

  • Morgan Guaranty Bank

  • Brown Bros. Harriman

  • First National City Bank

  • Chemical Bank and Trust

  • Manufacturers Hanover Trust Bank

Entre las principales corporaciones que tienen hombres en el C.R.E. están

  • Standard Oil

  • IBM

  • Xerox

  • Eastman Kodak

  • Pan American Firestone

  • U. S. Steel

  • General Electric

  • Compañía Americana de Teléfonos y Telégrafos

    (ver Cuadro Nº 7)

En el C.R.E. también hay hombres de organizaciones tan claramente izquierdistas como los Americanos Socialistas Fabianos por la Acción Democrática, la reconocida Liga Socialista para la Democracia Industrial (anteriormente la Sociedad Socialista Intercolegiada), y los Federalistas del Mundo Unido, quienes abogan públicamente por el gobierno mundial con los comunistas.

 

Devotos líderes laboristas Socialistas como Walter Reuther, David Dubinsky y Jay Lovestone, también han sido miembros del C.R.E. En teoría, estos hombres y organizaciones, supuestamente, son los sangrientos enemigos de los bancos y negocios enumerados arriba. Sin embargo, todos pertenecen al mismo lote. Usted puede apreciar por qué ese hecho no aparece en los avisos.

El C.R.E. está totalmente entrelazado con las principales fundaciones llamadas «Think Tanks». Incluidas en esta unión están las fundaciones Rockefeller, Ford y Carnegie y la Corporación Rand, Instituto Hudson, Fondo para la República y el Instituto Brookings «Think Tanks».

El hecho de que el C.R.E. opera en forma casi completamente anónima, difícilmente puede ser accidental.

 

Entre las corporaciones de comunicación representadas en el C.R.E. están:

  • National Broadcasting Corporation

  • Columbia Broadcasting System

  • Time

  • Life

  • Fortune

  • Look

  • Newsweek

  • New York Times

  • Washington Post

  • Los Angeles Times

  • New York Post

  • Denver Post

  • Loulsville Courier Journal

  • Minneapolis Tribune

  • los periódicos:

    • Knight

    • MeGraw-Hill

    • Simon and Shuster

    • Harper Bros.

    • Random House

    • Little Brown and Co.

    • McMillan Co.

    • Viking Press

    • Saturday Review

    • Business Week

    • Club del Libro del Mes

Por supuesto que el C.R.E. podría tener unas pocas chispas de publicidad, si ésta fuera deseada.

 

Si parece imposible que una entidad pueda controlar una gama tan vasta de firmas, es porque la mayoría de la gente no sabe que los llamados fundadores de tales gigantes, como el New York Times y la NBC, fueron elegidos, financiados y dirigidos por Morgan, Schiff y sus aliados. El caso de Adolph Ochs, del Times, y David Sarnoff, del RCA, son ejemplos de este control. Ambos recibieron, al principio, ayuda financ¡era de Kuhn, Loeb y Compañia y Garantía Morgan.

Estos son los pintores de paisaje oficiales del Establishment, cuya labor es la de asegurarse que el público no descubra al C.R.E. y su rol en la creación de una dictadura socialista mundial.

Usted recordará que el «Coronel» House, pensaba que debíamos tener dos partidos políticos, pero una sola ideología —Socialismo Único Mundial. Esto es exactamente lo que tenemos hoy en Estados Unidos (Ver Cuadro 8).

 

Aunque hay diferencias filosóficas entre los más antiguos Demócratas y Republicanos, de todos modos, a medida que uno sube por las escalinatas de los partidos, estas diferencias se hacen cada vez menos y menos distinguibles, hasta que, finalmente, los peldaños desaparecen detrás de la cortina de noticias manejada por el Establishment, juntándose en el ápice bajo el control del C.R.E.

 

En 1968, cuando George Wallace sostenía que no había ni el valor de un centavo de diferencia entre los dos partidos, él probablemente no sabía que estaba tan en lo cierto ni por qué lo estaba.

Los siguientes son los llamados Demócratas que han sido o son agentes del C. R. E.:

  • Dean Acheson

  • Alger Hiss

  • Adlai Stevenson

  • John Kennedy

  • Robert Kennedy

  • Edward Kennedy *

  • Averell Harriman

  • George Ball

  • Henry Fowler

  • Dean Rusk

  • Adam Yarmolinsky

  • Hubert Humphrey

  • John Lindsay

* Comité Boston

Es de interés constatar las destacadas posiciones que otorgan los banqueros internacionales, en calidad de recompensa, a los hombres que han servido sus intereses.

 

En la Administración de LBJ, ocuparon importantes cargos:

  • George Ball, Subsecretario de Estado, se fue con Lehman Brothers

  • Heriry Fowler, Secretario de Hacienda, fue tomado por Goldman, Sachs y Cía.

  • Peter Lewis, Director del Presupuesto

  • Frederick Deming, Subsecretario de Hacienda, y C. R. Smith, anterior Secretario de Comercio, todos evitaron morirse de hambre al ser recogidos por Lazard Fréres (Rothschild)

Fowler y Deming fueron, en gran parte, responsables de las políticas que llevaron a las naciones europeas a reclamar la mitad de nuestro oro (y tener reclamos potenciales sobre el resto) y a despojar a la Tesorería de los Estados Unidos de todas sus reservas de plata, que había adquirido a través de un siglo.

 

¿Los banqueros internacionales se compadecieron de estos hombres por su incompetencia, o fueron recompensados por haber hecho bien su tarea?

  • Dwight D. Eisenhower

  • John Foster Dulles

  • Thomas E. Dewey

  • Jacob Javits

  • Robert McNamara

  • Henry Cabot Lodge

  • Faul Hoffman

  • John Gardner

  • el clan Rockefeller

  • Elliot Richardson

  • Arthur Burns

  • Henry Kissinger

  • Richard Nixon**,

…han controlado el Partido Republicano para el C.R.E.

 

** Richard Nixon reclama ahora no pertenecer más al C.R.E., habiéndose retirado cuando la organización se transformó en problema en su campaña primaria para Gobernador de California, en 1962. Nixon nunca ha dicho por qué se retiró, pero el hecho de que haya asignado a más de 110 miembros del C.R.E. en importantes puestos durante su Administración habla por sí mismo.

 

No es sorprendente ver que el mismo Richard Nixon de la campaña de 1968, que corría como conservador, ya había dejado muy en claro su oposición a los Privilegiados del C.R.E., autorizando un artículo en la revista Foreign Affairs, del C.R.E., en octubre de 1967. El título de este artículo, Asia después de Vietnam, revelaba cómo el aspirante a Presidente abriría una nueva política hacia China Roja y cómo traería » » a nuestra política externa asiática.

 

El Informe Anual del C.R.E., de 1952, admitía que, a veces, los miembros de posiciones delicadas estaban forzados a ocultarse y mantener su asociación en secreto.


Aunque es verdad que toda la administración, desde FDR, ha sido dominada por el C.R.E., la Presidencia Nixon ha batido el récord de todos los tiempos, designando más de 110 miembros del C.R.E. en posiciones claves. Henry Kissinger —el «Coronel» House de la Administración Nixon— vino a su puesto directamente del empleo en la-plana mayor del C.R.E. Kissinger representa justamente lo opuesto de todo aquello que Nixon afirmó apoyar en su campaña. Liberales y Conservadores admiten que Kissinger es, lejos, el hombre más importante de la Administración Nixon.

Las Administraciones, ya sean Demócratas o Republicanas, van y vienen, pero el C.R.E. sigue ahí. Esto es porque mientras más parecen cambiar las cosas, quedan más iguales. Lo fijo está en el tope, donde el mismo círculo de Privilegiados, inclinados sobre el control mundial, hace andar el show.

 

Como el Profesor Quigley admite:

«De hecho existe, y ha existido por una generación, una maraña… internacional que opera, hasta cierto punto, de la manera que los radicales de derecha creen que los comunistas actúan. En realidad, esta maraña, que podemos identificar como los Grupos de la Mesa Redonda, no tiene aversión en cooperar con los comunistas o cualquier otro grupo, y, frecuentemente, lo hace».

Sí, los Privilegiados no sienten aversión por trabajar con los comunistas, cuyo claro objetivo es destruirlos a ellos.

 

Mientras los Privilegiados sirven caviar y champaña a sus invitados en las mansiones veraniegas de Newport, o mientras entretienen a otros miembros de la élite social en sus yates, sus agentes están más lejos, esclavizando y matando gente. Y usted es el próximo en su lista.


En el editorial sobre el C.R.E. del Chicago Tribune, del 9 de diciembre de 1950, se lee claramente:

«Los miembros del Consejo (sobre Relaciones Exteriores) son personas de influencia mucho mayor que el promedio en la comunidad. Han usado el prestigio que su riqueza, su posición social y su educación les han dado para guiar a su país hacia la bancarrota y la debacle militar. Deberían mirarse sus manos. Hay sangre en ellas: la sangre seca de la última guerra y la sangre fresca de la actual (Guerra de Corea)».

Y todo esto es sin decir que las manos del C.R.E. están aún más sangrientas ahora con el cuajaron de 50,000 americanos en Vietnam.

 

Vergonzosamente para el Consejo, éste ha tenido éxito en promover, como política americana, el envío de ayuda americana y negociaciones con el arsenal de Europa Oriental de Vietcong.

No debería ser sorprendente saber que existe, en el terreno internacional una organización equivalente al C.R.E. Este grupo se denomina los Bilderberger.1

 

1 Si escasamente a un americano entre mil le resulta familiar el C.R.E., es muy dudoso que uno entre cinco mil tenga alguna noción de los Bilderberger.

 

 

Nuevamente, esto no es accidental.

 

El extraño nombre de este grupo viene del sitio en que se realizó la primera reunión, en mayo de 1954 – el Hotel de Bilderberg-en Oostebeek, Holanda.

 

El hombre que creó los Bilderberger es el Príncipe Bernhard de los Países Bajos (imagen izquierda).

 

El Príncipe es una importante figura en la Royal Dutch Petroleum, (Shell Oil) y en la Société Générale de Belgique, un cartel con un enorme conglomerado, que tiene pertenencias en todo el mundo. Los Bilderberger se reúnen una —o a veces dos— vez al año.

 

Los que asisten son importantes figuras políticas y financieras de los Estados Unidos y Europa Occidental.

 

El Príncipe Bernhard no hace esfuerzo alguno en ocultar el hecho de que el objetivo último de los Bilderberger es el gobierno mundial.

 

Mientras tanto, cuando el «nuevo orden mundial» está siendo construido, los Bilderberger coordinan los esfuerzos del poder de las élites de Europa y América. La contraparte del Príncipe Bernhard, entre los Bilderberger americanos, es David Rockefeller, presidente del Comité del C.R.E., cuya base económica es el gigantesco Chase Manhattan Bank y la Standard Oil.

 

Entre los otros Bilderberger del mundo de la ultraalta finanza están:

  • Barón Edmund de Rothschild, de la Casa de Rothschild

  • C. Douglas Dillon (C.R.E.), de Dillon Read y Cía.

  • Robert MeNamara, del World Bank

  • Sir Eric Roll, de S. G. Warburg y Cía. Ltda.

  • Pierce Paul Schweitzer, del Fondo Monetario Internacional

  • George Ball (C. R. E.), de Lehman Brothers

No todo el que asiste a una reunión secreta de los Bilderberger es un Privilegiado, pero sólo hombres de la izquierda se les permite asistir a las reuniones privadas, seguidas de las sesiones generales. Los reconocidos Partidos Socialistas de Europa están bien representados…, otro ejemplo del nudo de unión entre los Privilegiados de alta finanza y los ostensibles líderes del proletariado.

 

La política Bilderberger no es planeada por aquellos que asisten a las conferencias, sino por el comité timoneador de la élite de los Privilegiados, que está compuesto por 24 europeos y 15 americanos.

 

Americanos del pasado y del presente que pertenecen a este Comité de Dirección de Bilderberger, incluye a:

  • George W. Ball

  • Gardner Cowles

  • John H. Ferguson

  • Henry J. Heinz II

  • Robert D. Murphy

  • David Rockefeller

  • Shepard. Stone

  • James D. Zellerbach

  • Emilio G. Collado

  • Arthur H. Dean

  • Gabriel Hauge

  • C.D. Jackson

  • George Nebolsine

  • Dean Rusk

  • General Walter Bedell Smith

Aquellos que adhieren a la teoría accidental de la historia reclamarán que es una mera coincidencia que cada uno de los nombrados, como miembros pasados o actuales del Comité de Dirección de Bilderberger, era o es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores.

El Comité Consejero de Bilderberger forma un círculo aún más cerrado que el Comité de Dirección.

 

Los norteamericanos del Comité Consejero incluyen a

  • Joseph E. Johnson

  • Dean Rusk

  • Arthur H. Dean

  • George Nebolsine

  • John S. Coleman

  • General Walter Bedell Smith

  • Henry J. Heinz II

Otra vez, todos son miembros del C.R.E.

Se creería (de no haber leído este libro) que cuando los principales parlamentarios del mundo se reúnen con los generales en jefes internacionales para discutir los planes destinados a las diversas políticas exteriores de las naciones, que los gavilanes de noticias de los diarios y de la televisión estarían poniendo un grito en el cielo, delatando que tal evento, sostenido en secreto, es una burla para el proceso democrático.

 

Se podría esperar que Walter Cronkite estuviera rugiendo de ira acerca de este grupo de la élite que se reúne para planear nuestras vidas; o que los editorialistas del New York Times estuvieran golpeando sus humeantes máquinas de escribir, encolerizados por «el derecho del público a saber la verdad».

 

Pero, por supuesto, los pintores de paisajes echan una pincelada borrando la existencia de los Bilderberger y enfocando la atención del público hacia las condiciones de las prisiones o algo así como las tapas de botella de Coca Cola que siembran las carreteras.

 

Como los Bilderberger son un grupo de Izquierda (o como dirían los Liberales del medio ambiente, pero no lo hacen, “un grupo de progresistas”), se les permite seguir en paz y tranquilidad planeando para 1984.

 

El hecho de que haya fuerte influencia Rockefeller (Chase Manhattan Bank y C.R.E.) en el medio, también puede que tenga algo que ver con el hecho de que mientras todos hayan oído alguna vez sobre la Sociedad de John Birch, por ejemplo (y casi siempre en una forma derogativa por parte del medio del Establishment Occidental), casi nadie ha escuchado sobre los Bilderberger.
 

El Príncipe Bernhard, de los Países Bajos, jefe del movimiento Bilderberger, único y secreto en el mundo, conferencia con el Presidente Nixon.

 

Habiendo pertenecido a las tropas escogidas nazis («Nos divertimos mucho»), Bernhardahora trabaja con los Rothschild y comunistas para promover un Superestado Mundial de la élite.

 

Bernhard sostiene anualmente reuniones secretas con altos oficiales de Estados Unidos, banqueros e industriales, para hacer planes de combinación entre los Estados Unidos y la Unión Soviética con miras a formar un gobierno mundial.

 

Después de la última reunión, Nixon devaluó el dólar y abrió negociaciones con la China Roja.

Edmund y Guy de Rothschild, líderes del clan Rothschild francés. Los Rothschild están estrechamente vinculados en negocios con el Príncipe Bernhard, (Royal Dutch Shell) y en la construcción de un supergobierno mundial con los soviéticos.

 

El Time, del 20 de diciembre de 1963, dice sobre Guy:

«Cada centímetro de Guy es un Rothschild. El personifica mucho de lo que la familia es… Es amigo y confidente de algunos políticos de Francia…

 

Más que a todo, se dedica al crecimiento de la fortuna de su banco…

 

Guy encabeza un clan bursátil de los Rothschild en el momento actual».

Edmund tiene reputación de ser el más acaudalado de los Rothschild franceses: se estima que su valor personal es de US$ 500 millones.


De acuerdo a lo que está escrito, ha habido 20 reuniones Bilderberger hasta la fecha.

 

Generalmente duran tres días y se realizan en lugares remotos, pero muy cómodos. Los participantes son alojados en un solo lugar, protegidos por toda una red de seguridad. Se llega a decisiones, se adoptan resoluciones, se inician planes de acción, pero sólo los Bilderberger saben lo que realmente ocurrió.

 

Debemos decir que estas personas no se reúnen meramente para discutir los scores de golf. Naturalmente que a la prensa no le está permitido asistir, aunque pomposamente se sostiene una breve conferencia de prensa al final de la reunión, donde se entrega una versión muy general de lo discutido por los Bilderberger.

 

¿Por qué todo este secreto, si realmente no hay nada que ocultar? ¿Por qué las fundaciones Ford, Rockefeller y Carnegie financian las reuniones si no sonimportantes? Sí, ¿Por qué?

La reunión más reciente tuvo lugar en el Woodstock Inn, de Laurence Rockefeller, en Woodstock, Vermont, los días 23, 24 y 25 de abril de 1971.

 

Aparentemente, el único diario que dio una versión sustancial de la reunión fue el Herald de Rutland, Vermont, cuyo reportero pudo adquirir sólo bosquejos de información sobre lo que se trató.

 

El Herald del 20 de abril de 1971 informó:

«Una reserva bastante rígida se guardaba en la Conferencia… Una reunión a puerta cerrada se llevó a efecto la semana pasada en Woodstock para dar instrucciones a un pequeño grupo de reporteros locales sobre algunas fases de la Conferencia. Un participante de la -reunión insistió el lunes acerca de que los reporteros habían sido informados que la reunión sería una «conferencia internacional de paz». Sin embargo, otras fuentes fidedignas dijeron que la conferencia trataría sobre finanzas internacionales…»

 

«El Woodstock Inn, aparentemente, será ,sellado como Fort Knox… Ningún reportaje periodístico será permitido, con la excepción de emitir una declaración al cierre de la reunión el domingo».

Cuando el Príncipe Bernhard llegó al Logan Airport, de Boston, reconoció a los periodistas que el tema de la conferencia sería, para «cambiar el rol mundial de los Estados Unidos».

 

¿No resulta bonito que los cambios del rol de América en el mundo sean decididos por BernhardRothschild y Rockefeller?

 

Ahí está la verdadera democracia en acción, como dicen ellos. Presente en la escena, para llevar órdenes de vuelta al Sr. Nixon, estaba el niño de los mandados del C.R.E. Rockefeller, el consejero Número Uno del Presidente en materia de relaciones exteriores, el Secretario de Estado Henry Kissinger.

 

Poco después de la reunión de Woodstock, dos eventos siniestros y «cambiadores de rol» tuvieron lugar: Henry Kissinger fue a Pekín y arregló la aceptación de China Roja como miembro de la familia de naciones mercantiles; y se desarrolló una crisis monetaria internacional, después de la cual el dólar fue devaluado.

 

Como el estadista inglés y el confidente de Rothschild, Benjamín Disraeli, escribiera en el Coningsby:

“Como puedes ver, mi querido Coningsby, el mundo está gobernado por personajes muy distintos a los que se imaginan aquellos que no están detrás del telón”.

 

 

 

No me confundan con hechos

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La mayoría de nosotros ha tenido la experiencia como padres o jóvenes, de tratar de descubrir el “cuadro escondido» dentro de otro cuadro, en una revista de niños. Generalmente se nos muestra un paisaje con árboles, arbustos, flores y otro poco de naturaleza.

 

Abajo se lee algo parecido a:

«Oculto en alguna parte de este cuadro hay un burro tirando una carreta con un niño. ¿Los puede ver?»

A veces ha tratado mucho, pero sin resultado, hasta no hojear las últimas páginas de la revista, que revelan cómo el artista lo ha escondido astutamente de nosotros. Si estudiamos el paisaje, nos damos cuenta que todo el cuadro ha sido pintado de tal forma que esconde el verdadero dibujo dentro de él, y, una vez que descubrimos el «verdadero cuadro», se destaca claramente el proverbial y doloroso dígito.

Creemos que los dibujantes de la gran masa están creando artísticos paisajes-para nosotros; paisajes que deliberadamente nos ocultan el cuadro real. En este libro les mostraremos cómo descubrir el «cuadro escondido» en los paisajes que cotidianamente se nos presentan en diarios, radio y televisión. Una vez que pueda mirar a través del camuflaje, usted verá el burro, la carreta y el niño, que han estado siempre presentes.

Millones de americanos están interesados y frustrados por las desgracias de nuestra nación. Sienten que hay algo malo, radicalmente malo, pero debido a los dibujantes no pueden poner sus dedos en ello.

Quizá sea usted una de esas personas. Algo lo está molestando, pero no sabe exactamente qué es. Seguimos eligiendo nuevos Presidentes que prometen fielmente parar el avance comunista mundial, bloquear el extravagante gasto del gobierno, apaciguar los fuegos de la inflación, poner la economía en una balanza estable, detener la corriente que lleva al país a ser un componedor moral y echar a los criminales a la prisión, donde pertenecen.

 

Sin embargo, a pesar de las altas esperanzas y resplandecientes promesas de las campañas, estos problemas continúan empeorando, sin importar quién esté en servicio. Cada nueva administración, sea ésta Republicana o Demócrata, sigue las mismas políticas básicas de la anterior, a la cual ha denunciado tan a fondo en su campaña electoral. No es considerado como propio mencionar esto, pero es, sin embargo, la verdad.

 

¿Hay una razón plausible para explicar por qué sucede esto? Se supone que no lo pensamos. Se supone que debemos imaginar que todo es accidental ycoincidente y que, por lo tanto, no hay nada que podamos hacer.

Franklin Delano Roosevelt (FDR) dijo una vez:

«En la política nada sucede por accidente, Si sucede, puedes apostar que estaba planeado de ese modo».

El estaba en una buena posición como para saberlo.

 

Creemos que muchos de los grandes acontecimientos mundiales que están forjando nuestros destinos, ocurren porque alguna persona o personas lo han planeado de ese modo. Si meramente estuviéramos tratando con la ley del promedio, la mitad de los eventos que afectan el bienestar de nuestra Nación deberían ser buenos para América.

 

Si estuviéramos tratando con simple incompetencia, nuestros líderes deberían cometer ocasionalmente un error a favor nuestro. Trataremos de probar que realmente no estamos mediando con coincidencia o estupidez, sino, muy por el contrario, con planificación y brillo. Esta pequeña obra trata sobre esta planificación y este brillo y de cómo se han modelado las políticas exteriores y domésticas de las últimas seis administraciones.

 

Esperamos que explique materias que hasta ahora han parecido inexplicables, y que lo lleve a usted a un agudo enfoque de las imágenes que han sido oscurecidas por los dibujantes de paisajes de la gran masa.

Se ríen de aquellos que creen que los grandes acontecimientos mundiales son el resultado de una planificación y de los que creen en la «teoría de conspiración de la historia».

 

Por supuesto que nadie hoy realmente cree en la teoría de la conspiración de la historia con excepción de aquellos que se han tomado tiempo para estudiar el tema. Cuando se piensa en esto, hay solamente dos teorías de la historia. Las cosas suceden por accidente, sin ser planeadas ni causadas por nadie, o suceden porque ellas están planeadas y alguien las causa.

 

En la realidad, es la «teoría accidental de la historia», predicada en los profanados Halls de Ivy, la que debería ser ridiculizada.

 

De otro modo,

  • ¿Por qué cada administración reciente comete los mismos errores que las anteriores?

  • ¿Por qué repiten los errores del pasado que producen inflación, depresiones y guerra?

  • ¿Por qué nuestro Departamento de Estado se «tambalea» de un desatino pro-comunista a otro?

Si usted cree que todo esto es un accidente o resultado de misteriosas e inexplicables mareas de la historia, será considerado como un “intelectual» que comprende que vivimos en un mundo complejo, Si usted cree que algo así como 32.496 coincidencias consecutivas, en los últimos cuarenta años, extienden un poco la ley del promedio, será considerado como un chiflado.

¿Por qué virtualmente todos los letrados “respetables” y los columnistas y comentaristas de la gran masa rechazan la causa y efecto o teoría conspiracionista de la historia?

 

Primeramente, la mayoría de los letrados sigue a la muchedumbre en el mundo académico como las mujeres siguen la moda. Resistir la marea significa ostracismo social y profesional. Lo mismo sucede a la gran masa. Mientras profesores y pontífices profesan ser tolerantes y tener un criterio amplio, en la práctica constituyen una calle de un solo sentido —con todo el tráfico corriendo por la izquierda.

 

Un maoísta puede ser tolerado por los Liberales de Torre Landia de Marfil o por los sabios del Establishment, pero ser un conservador, y un conservador que propone una visión conspiracional, está absolutamente prohibido. ¡Mejor ser un borracho en una convención nacional de la WCTV!

En seguida, a través de los años esta gente ha adquirido un fuerte interés emocional en sus propios errores.

 

Sus intelectos y egos están totalmente confiados a la teoría accidental. La mayoría de la gente es altamente contraria a admitir que han sido examinados o han demostrado mal juicio. Constatar la evidencia de que existe una conspiración que guía nuestro destino político desde atrás del escenario, obligaría a muchas de estas personas a repudiar las opiniones acumuladas por ellos durante toda una vida. Se necesita un carácter muy fuerte para encarar los hechos y admitir que se ha estado equivocado, aun si fuera por no estar informado.

Ese fue el caso del autor de este libro; solamente porque él demostró el mal de los conservadores anticomunistas, tuvo que dejar de escribir la obra. Su reacción inicial al punto de vista conservador fue de sospecha y de hostilidad; y sólo después de muchos meses de investigación intensiva debió admitir que había sido “observado”.

A políticos e «intelectuales» les atrae la idea que los acontecimientos son impulsados por una misteriosa marea de la historia o que suceden por accidente. Con este razonamiento pretenden escapar a la culpa cuando las cosas van mal.

La mayoría de los intelectuales, pseudo-intelectuales y de los otros, sencillamente ignora la teoría conspiracionista de la historia y éste es su modo de mediar con ella. Ellos nunca intentan refutar la evidencia. No puede ser refutada.

 

Cuando el tratamiento del silencio no resulta, estos letrados “objetivos” y modeladores de la opinión de la gran masa, recurren a los ataques personales, al ridículo y a la sátira. Los ataques personales tienden a desviar la atención de los hechos que el autor o el orador tratan de exponer. La idea es obligar a la persona que expone la conspiración, a detener su exposición y ocupar su tiempo y esfuerzo defendiéndose a sí misma.

Sin embargo, las armas más efectivas usadas contra la teoría conspiracionista de la historia son el ridículo y la sátira. Estas armas, extremadamente potentes, pueden ser usadas muy inteligentemente para evitar cualquier intento honesto de la refutación de los hechos. Después de todo, a nadie le gusta ser objeto de risa.

 

Antes de ser ridiculizada, la mayoría de la gente callará; y este tema sí que se presta para el ridículo y la sátira. Una técnica que puede ser usada es extender la conspiración hasta el punto de hacerla absurda.

 

Por ejemplo, nuestro hombre de los Halls of Poison Ivy podría decir en un arrogante tono burlón:

«¿Supongo que creen que todo profesor liberal recibe un telegrama de los cuarteles generales de la conspiración, cada mañana, con las órdenes para el lavado de cerebro de sus estudiantes?»

Algunos conspiracionistas, en realidad, exageran el cuadro extendiendo la conspiración (del pequeño grupo que es), e incluyen en ella a todo activista liberal de la localidad y a todo burócrata del gobierno.

 

O, por causa del fanatismo racial o religioso, ellos tomarán pequeños fragmentos de evidencia legítima y los extenderán hasta llegar a una conclusión que apoyará su singular prejuicio; por ejemplo, la conspiración es totalmente «Judía», «Católica» o «Masónica». Esta gente no ayuda a exponer la conspiración, sino que tristemente juega en las manos de aquellos que quieren hacer creer al público que todos los conspiracionistas son locos.

Los “intelectuales” son adeptos a enunciar clichés, como:

«La teoría de conspiración es, a menudo, tentadora, Sin embargo, es demasiado simplista».

Por atribuir absolutamente todo lo que sucede a las maquinaciones de un pequeño grupo de poder, es una teoría demasiado simplista para los ávidos conspiradores. Pero, en nuestra propia opinión, nada es más simplista que el aferrarse a la visión accidental de la gran mayoría de los acontecimientos mundiales.

En la mayoría de los casos, los Liberales simplemente acusan de paranoicos a todos aquellos que discuten el tema sobre la conspiración.

«¡Ah, ustedes, del ala derechista!», dicen, “hacen crujir cada arbusto, patean cada roca, buscando a los revoltosos imaginarios».

Después viene el coup de grace – marcando la teoría conspiracionista como la «diabólica teoría de la historia». A los Liberales les encanta eso, ¡Aun siendo una frase hueca, es tan sofisticada!

Si los líderes del mundo académico y de las comunicaciones asumen esta desdeñosa actitud hacia la teoría conspiracionista de la historia (o causa y efecto), no es sorprendente ver que millones de personas inocentes y bienintencionadas, en un natural deseo de no parecer ingenuas, se sumen a estas actitudes y repitan los clichés de los forjadores de opiniones, Estas personas, en su intento de aparecer sofisticadas, adoptan el aire de afectada superioridad de sus guías, sin siquiera haberse tomado cinco minutos en el estudio del tema de la conspiración internacional.

Los «accidentalistas» nos podrían haber hecho creer que, atribuir cualquiera de estos problemas a la planificación es «simplista» y que todos nuestros problemas son causados por la Pobreza, la Ignorancia y la Enfermedad – de aquí en adelante, abreviado PIE.

 

Ellos ignoran el hecho que conspiradores organizados usan el PIE, real o imaginado, como una excusa para construir una cárcel para codos nosotros. La mayoría del mundo ha estado en PIE desde tiempos inmemoriales, y hay que tener un pensamiento increíblemente superficial

como para atribuir el bamboleo del gobierno de los Estados Unidos de un desastre a otro, durante los treinta últimos años, al PIE. Los «accidentalistas» olvidan que algunas de las naciones más avanzadas en el mundo han sido capturadas por

los Comunistas. Checoslovaquia era una de las naciones industriales más modernas y Cuba ostentaba el segundo lugar de los países con más altos ingresos per cápita que cualquier nación de Centro y Sudamérica.

No es verdadero establecer, sin embargo, que no hay miembros de la élite intelectual que se suscriban a la teoría conspiracionista de la historia. Por ejemplo, ahí está el Profesor Carroll Quigley, de la Escuela de Servicio de Extranjería de la Universidad de Georgetown.

 

El Profesor Quigley difícilmente puede ser acusado de ser “extremista del ala derechista” (esas cuatro palabras se han hecho inseparables para la gran masa). El Dr. Quigley tiene todas las credenciales «liberales», habiendo enseñado a los Meccas académicos de Princeton y Harvard en el Establishment Liberal. En su página 1.300, del tomo de ocho libras, llamado Tragedy and Hope, el Dr. Quigley revela la existencia de la maraña conspiracionista que será discutida en este libro.

 

El profesor no formula una teoría simplemente, sino que revela la existencia de esta maraña por experiencia de primera mano. El también deja en claro que no son los objetivos de esta urdimbre a los cuales él se opone, sino a su mantención en el secreto.

 

El Profesor Quigley revela:

«Yo sé de las operaciones de esta urdimbre, porque la he estudiado durante veinte años, y se me permitió, por dos años, a principios de 1960, examinar sus papeles y registros secretos. NO TENGO AVERSIÓN HACIA ELLA NI HACIA LA MAYORÍA DE SUS PROPÓSITOS, Y DURANTE GRAN PARTE DE MI VIDA HE ESTADO CERCA DE ELLA Y DE MUCHOS DE SUS INSTRUMENTOS.

 

Me he opuesto, recientemente y en el pasado, a algunas de sus políticas… pero, en general, mi principal diferencia de opinión es que DESEA PERMANECER INCÓGNITA, y creo que su rol en la historia es suficientemente significativo para ser dado a conocer».

Estamos de acuerdo: su rol en la historia debe ser dado a conocer. Es la razón por la cual hemos escrito este libro.

 

Sin embargo, estamos en pleno desacuerdo con el objetivo de esta urdimbre, que el Profesor Quigley describe como,

«nada menos que crear un sistema mundial de control financiero en manos privadas, capaz de dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo en su totalidad».

En otras palabras, este loco grupo desea controlar y gobernar el mundo. Es aún más terrible: quieren el control total sobre toda acción individual.

 

Como observa el Profesor Quigley:

» … su libertad (la del individuo) y su derecho a elección, serán controlados dentro de alternativas muy estrechas, ya que él será numerado desde su nacimiento y seguido como número a través de su entrenamiento educacional, su servicio militar y otro servicio público requerido, sus contribuciones de impuesto, su salud y requerimientos médicos, y su retiro final con los beneficios que se desprenden de su muerte».

Quiere el control sobre todas las riquezas naturales, negocios, bancos y transporte, controlando así los gobiernos del mundo. A fin de lograr estos objetivos, los conspiradores no han tenido escrúpulos para fomentar guerras, depresiones y odio. Quieren un monopolio que elimine todo competidor y destruir el sistema de libre empresa.

 

¡Y el Profesor Quigley, de Harvard, Princeton y Georgetown, lo aprueba!

El Profesor Quigley no es el único académico consciente de la existencia de un grupo que se ha perpetuado como conspiradores, a quienes llamaremos los Privilegiados.*

 

* Privilegiados: los que ocupan una situación ventajosa, o poseen informes secretos o de primera mano.

 

Otros letrados honestos han encontrado a los mismos individuos en los escenarios de las desastrosas luchas políticas y han concluido, una y otra vez, que se trata obviamente de una organización de piromaniacos que está en acción en el mundo. Pero estos letrados, que son intelectualmente honestos, se dan cuenta que si desafían a los Privilegiados, sus carreras se verían destruidas; dicho de otra forma “suicidio académico”

 

El autor sabe que estos hombres existen, porque ha estado en contacto con algunos de ellos.

También hay líderes religiosos que están al cabo de la existencia de esta conspiración.

 

En una historia de la agencias de noticias UPI, con fecha 27 de diciembre de 1965, el Padre Pedro Arrupe, cabeza de laOrden Jesuita de la Iglesia Católica, hizo los siguientes cargos durante sus comentarios en el Consejo Ecuménico:

“Esta sociedad… carente de Dios, opera de un modo extremadamente eficiente, al menos en sus niveles de alto liderazgo. Hace uso de, todo medio posible a su alcance, sea éste científico, técnico, social o económico.”

 

“Sigue una estrategia perfectamente bien planeada. Tiene influencia casi completa en las organizaciones internacionales, círculos financieros, en el terreno de las comunicaciones de masas, prensa, cine, radio y televisión.”

Hay innumerables problemas que deben ser exhibidos para convencer a una persona de la posible existencia de un grupo conspiracionista de Privilegiados, quienes desde los más altos niveles manipulan la política gubernamental.

 

En este caso, la verdad es más extraña que la ficción. Estamos en contacto con una de las mayores intrigas de la historia, un emocionante cuento de misterio que deja en vergüenza a Erle Stanley Gardner. Si a usted le gustan los misterios, le fascinará el estudio de las operaciones de los Privilegiados. Si usted, realmente estudia esta urdimbre de la que habla el Profesor Quigley, encontrará que lo que al principio parecía increíble, no sólo existe, sino que tiene gran influencia en nuestras vidas.

Debe recordarse que la primera labor de cualquier conspiración, ya sea en política, crimen o dentro de una oficina de negocios, es convencer al resto que no existe conspiración alguna. El éxito de los conspiradores será, en gran parte, determinado por su habilidad para lograr esto. Que la élite del mundo académico y comunicaciones de masas siempre murmure la existencia de Privilegiados, sirve como mero camuflaje para sus operaciones. Estos «artistas» esconden al niño, la carreta y el burro.

Probablemente, en algún momento usted ha estado involucrado o ha tenido conocimiento de algún acontecimiento relatado en las noticias. Quizá se trataba de un evento atlético, una elección, un comité o un negocio.

 

¿Contenía el relato la «verdadera» historia, la historia detrás de la historia? Probablemente no. Y por una variedad de razones.

 

El reportero tuvo problemas de tiempo y espacio y una buena probabilidad que las personas involucradas. deliberadamente, no hayan revelado todos los hechos. Posiblemente los propios prejuicios del reportero gobernaron los hechos que debían entrar en la historia y que eran detectables. Nuestro punto de vista es que la mayoría de la gente sabe, a partir de la experiencia personal, que la historia de una noticia no es, a menudo, la historia completa.

 

Pero muchos de nosotros pretendemos creer que nuestro caso es único, cuando realmente sólo se trata de un caso típico. Lo que rige acerca de un reportaje de acontecimientos locales rige igualmente para los acontecimientos nacionales e internacionales.

Los problemas psicológicos también están presentes en el tratar de convencer a la gente que vea la evidencia respecto a los Privilegiados. La gente generalmente está conforme con sus antiguas concepciones y creencias, Cuando Colón le contó a la gente que el mundo era una esfera y no un plano, estaban muy turbados.

 

Se les pedía rechazar su modo de pensar de toda una vida y adoptar una visión totalmente nueva. Los «intelectuales» de esos días se burlaban de Colón, y la gente temía perder el prestigio social si lo escuchaba. Muchos otros, sencillamente, no querían creer que el mundo fuera redondo. Complicaba muchas cosas. Y los típicos «aplanadores de tierra» tenían tal interés implicado con sus propios egos, que arreciaron en insultos contra Colón para desafiar su visión del universo.

“No nos confundan con los hechos; nuestras mentes están ya formadas”, decían ellos.

Estos mismos factores se pueden aplicar hoy. Como el Establishment controla el medio, cualquiera que desenmascare a los Privilegiados será blanco de una continua descarga de improperios provenientes de diarios, revistas, televisión y radio.

 

De este modo, uno es amenazado con la pérdida de la «respetabilidad social» si se atreve a introducir la idea que existe una organización detrás de cualquiera de los problemas que actualmente están destruyendo América. Desafortunadamente, para mucha gente el status social viene antes que la honestidad intelectual.

 

A pesar que ellos nunca lo admitirían, la posición social es, para mucha gente, más importante que la supervivencia de la libertad en América.

Si usted les pregunta a estas personas qué es más importante, la respetabilidad social o el salvar a sus hijos de la esclavitud, ellos se decidirán por la última, por supuesto. Pero sus acciones (o falta de ellas) hablan tanto más fuerte que sus palabras. La gente tiene una infinita capacidad de racionalización cuando se trata de encarar la amenaza de la supervivencia de América.

 

En el fondo, esta gente teme ser burlada si toma posición o que se le niegue, la invitación a un cocktail de arribismo social. En lugar de desesperarse contra los Privilegiados, esta gente realmente se encoleriza ante aquellos que tratan de salvar al país desenmascarando a los conspiradores.

Para los de cierta mentalidad social, se hace muy difícil determinar objetivamente ‘ la evidencia conspiracionista, por el hecho que los conspiradores provienen de los más altos estratos sociales. Son inmensamente ricos, de gran educación y de mucha cultura. Muchos de ellos tienen reputación de toda una vida, debido a su filantropía.

 

A nadie le gusta ser puesto en el papel de acusador de gente prominente, por ser éstos conspiradores que esclavizan a sus conciudadanos americanos; pero los hechos son innegables. Muchos profesionales y hombres de negocio son particularmente vulnerables al término «no arriesgues tu respetabilidad social», término lanzado por aquellos que no desean que la conspiración sea descubierta.

 

Los Privilegiados saben que si la comunidad profesional y de negocios no toman una posición para salvar el sistema de empresa privada, el socialismo, através del cual ellos intentan controlar el mundo, es inevitable. Piensan que la mayoría de los profesionales y hombres de negocio son demasiado superficiales y decadentes, demasiado conscientes del status, demasiado atados a los problemas de sus trabajos y empresas como para preocuparse de lo que está sucediendo en política.

 

A estos hombres se les dice que puede ser malo para los negocios o puede comprometer sus contratos con el gobierno si toman posición. ¡Han sido sobornados hacia el silencio con el dinero de sus propios impuestos!

Nosotros tenemos esperanza que los conspiradores hayan desestimado el coraje y patriotismo que aún queda en los americanos.

 

Tenemos la sensación que existe un número grande de ustedes que no está hipnotizado por el aparato de televisión, que pone a Dios, la familia y al país sobre el estrado social, y que, juntos, se abanderizarán para desenmascarar y destruir la conspiración de los Privilegiados.

 

El filósofo Diógenes hurgó a lo largo y ancho de la antigua Grecia buscando un hombre honesto.

 

Créditos para: http://www.bibliotecapleyades.net/sociopolitica/conspiracion/conspiracion01.htm 

 

Nosotros estamos recorriendo la longitud y el ancho de América en busca de cientos de miles de hombres y mujeres, intelectualmente honestos, que están deseosos de investigar los hechos y llegar a conclusiones lógicas, sin considerar cuán desagradables éstas puedan ser.

El Socialismo, camino real al poder para los super-ricos

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Todos saben que Adolfo Hitler existió. Nadie lo discute. El terror y destrucción que este demente descargó en el mundo son universalmente reconocidos.

 

Hitler venía de una familia pobre, absolutamente carente de posición social. Se retiró de sus estudios escolares antes de terminar, y nadie nunca lo sindicó de culto. Sin embargo, este hombre trató de conquistar el mundo. En el inicio de su carrera, se sentó en una fría buhardilla y vació al papel sus ambiciones de gobernar el mundo. Eso lo sabemos.

En forma similar, sabemos que un hombre llamado VIadimir Ilich Lenín también existió. Como Hitler, Lenin no surgió de una familia de «leones» sociales. Hijo de un insignificante burócrata, Lenin, que pasó la mayor parte de su vida adulta en la pobreza, ha sido responsable de la muerte de decenas de miles de seres humanos y de la esclavitud de cerca de un billón o más. Como Hitler, Lenin pasaba las noches en una húmeda buhardilla haciendo bosquejos de la forma como podría conquistar el mundo. Eso también lo sabemos.

¿No es teóricamente posible que un billonario pueda estar sentado, no en una buhardilla, pero en un escondido departamento de Manhattan, Londres o París, soñando al igual que Lenin y Hitler?

 

Tiene que admitirse que es teóricamente posible. Julio César, un rico aristócrata, lo admitió. Y tal hombre podría formar una alianza o asociación con otros de pensamiento similar, ¿O no podría ser posible? César la formó. Estos hombres tendrían una educación soberbia, impondrían un enorme prestigio social y serían capaces de manejar cuantiosas sumas de dinero para llevar a cabo sus propósitos. Estas son las ventajas que Hitler y Lenin no tuvieron.

Es difícil para un individuo común imaginar un anhelo tan perverso por el poder. La persona corriente, de la nacionalidad que sea, sólo quiere gozar el éxito de su trabajo, ser capaz de lograr un razonable standard de vida, que incluya descanso y posibilidades de viaje. Es un tipo que quiere atender a su familia en la enfermedad y la salud y dar a sus niños una buena educación.

 

Su ambición llega hasta ahí. No tiene deseo alguno de ejercer poder sobre otros, conquistar otras tierras o gentes, ni llegar a ser rey. Quiere preocuparse desus propias cosas y gozar de la vida. Como no tiene codicia por el poder, es difícil para él imaginar que hay otros que…, otros que marchan al son de otro tambor.

 

Pero debemos darnos cuenta que ha habido muchos Hitler y Lenin y Stalin y César y Alejandro Magno a través de la historia. ¿Por qué debemos suponer que hoy no existen tales hombres con esos pervertidos anhelos de poder?

 

Y si estos hombres son billonarios, ¿no es posible que usen a individuos como Hitler y Lenin como prendas para adueñarse ellos del poder?

En realidad, aunque es difícil creerlo, ése es el caso. Como Colón, debemos encarar el problema de convencerlo a usted de que el mundo no es plano, como le han enseñado a creer durante toda su vida, sino que es redondo. Presentaremos evidencia que lo que usted llama «Comunismo» no es manejado desde Moscú o Pekín, sino que es el arma de una conspiración mayor, manejada desde Nueva York, Londres y París.

 

Los hombres de la cúspide de este movimiento no son comunistas en el tradicional sentido de ese término. No sienten lealtad alguna hacia Moscú o Pekín. Son solamente leales a sí mismos y a sus compromisos. Y, ciertamente, estos hombres no creen en la trampa de la pseudo-filosofía del comunismo. No tienen intención alguna de dividir su riqueza.

 

El socialismo es una filosofía que los conspiradores explotan, pero en la cual sólo los ingenuos creen. En este libro se explicará exactamente cómo el capitalismo financiero es usado como el yunque y el comunismo como el martillo para conquistar el mundo.

El concepto de que el comunismo es nada más que un arma sólo parte de una conspiración mayor: ha quedado de manifiesto, en forma creciente, a través de las investigaciones periodísticas del autor. Tuve la oportunidad de entrevistar privadamente a cuatro oficiales en retiro, quienes ocuparon altos cargos en sus carreras de inteligencia militar.

 

Mucho de lo que sabe el autor lo ha aprendido de ellos. Y la historia es conocida por muchos otros miles. Altos círculos de la inteligencia militar están enconocimiento de esta urdimbre. Además, el autor ha entrevistado a seis hombres que han sido investigadores, por un tiempo considerable, de Comités del Congreso. En 1953, uno de estos hombres, Norman Dodd, encabezó la investigación sobre fundaciones

libres de impuestos del Comité Reece. Cuando el señor Dodd empezó a sondear el rol que tenía las altas finanzas internacionales en el movimiento revolucionario mundial, la investigación fue anulada por órdenes de la Casa Blanca, ocupada por Eisenhower.

 

Según el señor Dodd, es permisible investigar a los radicales lanzadores de bombas en las calles, pero cuando uno empieza a seguir la pista de actividades desde sus orígenes, en el «mundo legítimo», la cortina de hierro de la política cae pesadamente. (Mr. Norman Dodd – “The hidden agenda)

Usted puede creer lo que quiera sobre el comunismo, excepto que es una conspiración manejada por hombres del mundo respetable. A menudo la gente dirá a un activo anticomunista:

«Yo entiendo su inquietud por el comunismo, pero la idea que una conspiración comunista esté haciendo grandes incursiones en los Estados Unidos es absurda. Los americanos son anticomunistas. No están dispuestos a comprar el comunismo. Es comprensible estar inquieto por el comunismo en África o Asia o América del Sur – con su tremenda pobreza, ignorancia y enfermedad.

 

Pero estar inquieto por el comunismo en los Estados Unidos, donde la vasta mayoría de la gente no le tiene simpatía alguna, es una pérdida de tiempo».

En realidad, es un argumento muy lógico y razonable. Los americanos son, de hecho, anticomunistas.

 

Supóngase que usted dejara este libro en este mismo minuto, tomara un block de anotaciones y partiera al centro comercial más próximo para realizar un estudio sobre la actitud de los americanos ante el comunismo.

«Señor», le diría al primer cliente con que se encontrara, «quisiéramos saber si usted está a favor o en contra del comunismo».

La mayor parte de la gente pensaría que usted le está «tomando el pelo». Si nos atenemos a nuestro estudio, encontraríamos que el noventa y nueve por ciento de la gente es anticomunista.

 

Probablemente sería difícil encontrar a alguien que tomara una posición favorable con respecto al comunismo.

Por lo tanto, pareciera ser en la superficie que los cargos imputados contra los anticomunistas, en relación con la amenaza interna del comunismo, son válidos. Los americanos no son pro-comunistas.

 

Pero antes que nuestro entrevistado imaginario se vaya, disgustado por lo que él cree ser un estudio en broma, usted le agrega:

«Señor, antes de partir, hay un par de preguntas que quisiera hacerle. Estas no-las encontrará tan groseras ni risibles».

La próxima pregunta es:

«¿qué es el comunismo? ¿Lo puede definir, por favor?»

De inmediato se desarrolla una situación enteramente diferente. En lugar de encontrar una casi unanimidad, como en el caso anterior, en este punto tendremos una increíble diversidad de ideas. Hay una multitud de opiniones acerca de lo que el comunismo es.

 

Algunos dirán:

«Oh, sí, el comunismo. Bueno, es un tipo de socialismo tiránico».

Otros sostendrán:

«El comunismo, como intención original de Karl Marx, era una buena idea. Pero nunca se ha llevado a la práctica y los rusos lo han echado a perder».

Un tipo más erudito puede manifestar:

«El comunismo es simplemente un renacimiento del imperialismo ruso».

Si, por casualidad, uno de los hombres a quien usted pidiera definir el comunismo fuera profesor de Ciencias Políticas de alguna universidad local, probablemente replicaría:

«Usted no puede preguntar ¿qué es el comunismo? Es una pregunta muy simplista acerca de una situación extremadamente compleja. El comunismo de hoy, muy distinto a la visión sostenida por extremistas del ala derechista en América, no es un movimiento monolítico internacional.

 

Es, más bien, un movimiento policéntrico, fragmentado y nacionalista, que deriva su carácter a través del carisma de sus diversos líderes. nacionales. Mientras existe una unificación de la dialéctica hegeliana con el materialismo de Feuerbach, que comúnmente sostienen los partidos comunistas, es, por supuesto, una sobre-simplificación monumental hacer la pregunta, ¿qué es el comunismo?

 

La pregunta debería ser: ¿Qué es el comunismo de Mao Tse-Tung? ¿Qué es el comunismo de Ho Chi Minh, de Fidel Castro 0 del Mariscal Tito?»

Si usted piensa que estamos siendo graciosos, quiere decir que no ha hablado con un profesor de Ciencias. Políticas últimamente. Porque lo anterior es la visión predominante en nuestros campus universitarios; ni mencionar la de nuestro Departamento de Estado …

Esté en acuerdo o en desacuerdo con cualquiera de estas definiciones o, como puede ser el caso, que usted tenga una propia, hay una cosa que no se puede negar. No existe un sector apreciable dentro del público americano anticomunista que esté de acuerdo en qué consiste aquello a lo que se oponen. ¿No lo encuentran espantoso? Tenemos algo que casi todos están de acuerdo que es malo, pero no podemos acordar exactamente qué es eso a lo cual nos oponemos.

¿Cómo andaría esto en un partido de fútbol, por ejemplo?

 

¿Ustedes se podrán imaginar cuán efectiva podría ser la defensa del equipo si los cuatro delanteros no se pusieran de acuerdo con los defensas laterales, quienes no podrían conciliarse con los defensas de las esquinas, que, a su vez, no podrían ponerse de acuerdo con los reservas, los que, a su vez, no se entenderían con los ayudantes del entrenador, quienes, a su turno, no concordarían con el propio entrenador en cuanto al modo de defensa que se debiera emplear ante la ofensiva presentada?

 

El caos sería su resultado obvio.

 

Se puede formar un equipo con hombres de valor y puede tener éxito al echarlo contra los Green Bay Packers, si los Packers no se ponen de acuerdo en qué consiste aquello a lo cual se están oponiendo. Eso es académico.

 

El primer principio para cualquier encuentro, ya sea en el fútbol o en la guerra (en el frío o en el calor), es: conocer al enemigo. Los americanos no conocen a su enemigo. Consecuentemente, no es de extrañarse que por tres décadas hayamos estado observando país tras país caer bajo la cortina comunista.

Sosteniendo el hecho de que la mayoría de la gente parece tener su propia definición del comunismo, nosotros daremos la nuestra, y luego trataremos de probarle que es la única válida.

 

Comunismo:

UNA CAMPAÑA POR EL PODER CONSPIRACIONAL E INTERNACIONAL, PROPICIADA POR HOMBRES DE ALTAS ESFERAS, QUE TRATA DE HACER USO DE CUALQUIER MEDIO PARA LOGRAR SU PROPÓSITO DESEADO – LA CONQUISTA GLOBAL.

Notarán que no mencionamos a Marx, Engels, Lenin, Trotsky, la burguesía, el proletariado ni el materialismo dialéctico.

 

No dijimos nada sobre la pseudo-economía ni la filosofía política de los comunistas. Estas son las TÉCNICAS del comunismo y no deben ser confundidas con la conspiración comunista en sí. La llamamos una campaña internacional y conspiracionista por el poder.

 

Sin comprender previamente la naturaleza conspiracionista del comunismo, no entenderemos en absoluto de qué se trata. Estaremos eternamente estancados en el nivel del Hall Gus del comunismo. ¡Y no es allí donde se encuentra, querido!

El modo de traerles la ira a la prensa Liberal del Establishment o a los Liberales profesionales es simplemente usando la palabra conspiración en relación con el comunismo. No tenemos por qué suponer que el comunismo sea una conspiración política.

 

Podemos creer cualquiera otra cosa que se nos ocurra acerca de él.

 

Podemos creer que es brutal, tiránico, diabólico o aun que pretende enterrarnos, y ganaremos los aplausos de la vasta mayoría de los americanos. Pero nunca, nunca use la palabra conspiración si usted espera el aplauso, porque ése es el momento cuando la ira del Liberalismo caerá sobre su cabeza.

 

Se nos permite creer en todo tipo de conspiración, menos en la conspiración política moderna.

Sabemos, a través de los anales de la historia, que han existido pequeños grupos que han conspirado para hacer llegar a sus manos las riendas del poder. Los libros de historia están repletos de sus planes.

Aun la revista LIFE cree en conspiraciones como la Cosa Nostra, donde los hombres conspiran a través del crimen para hacer dinero. Pueden recordar que varios años atrás, Life publicó una serie de artículos sobre el testimonio de Joseph Valachi ante el Comité Mc Clellan. Hay ciertos aspectos de estas revelaciones que vale la pena destacar.

La mayoría de nosotros no sabía que la organización se llamaba Cosa Nostra.

Hasta que Valachi no «cantó», todos pensábamos que se llamaba Mafia. Eso es lo poco que sabíamos acerca de este grupo, a pesar que existía hacía, cien años y que había operado en muchos países con un grupo de líderes que se perpetuaba en el poder. Ni siquiera la conocíamos por su propio nombre.

 

¿No es posible la existencia de una conspiración política que esté en espera de un “Joseph Valachi” para atestiguar? ¿Es el Dr. Carroll Quigley el Joseph Valachi de las conspiraciones políticas?

Vemos que todos, aun la revista LIFE, creen en una especie de conspiración. La pregunta es: ¿Cuál es la forma de conspiración más letal: la criminal o la política? ¿Y cuál es la diferencia entre un miembro de la Cosa Nostra y un comunista, o mejor dicho, entre un miembro de la Cosa Nostra y un conspirador Privilegiado?

 

Hombres como Lucky Luciano, que han arañado y subido hasta el tope del crimen organizado, deben. por necesidad, ser diabólicamente brillantes, sagaces y absolutamente despiadados. Pero, casi sin excepción, los hombres en la jerarquía del crimen organizado han sido personas carentes de una educación formal. Son nacidos en la pobreza y han aprendido su oficio en los escondidos callejones de Nápoles, Nueva York o Chicago.

Supongamos ahora que alguien, con la misma personalidad codiciosa y amoral, naciera en una rica y aristocrática familia y fuera educado en los mejores colegios, luego a Harvard, Yale o Princeton y después, probablemente, un trabajo de postgrado en Oxford. En estas instituciones se familiarizaría totalmente con la historia, economía, psicología, sociología y ciencia política.

 

Después de graduarse en tan ilustres establecimientos de educación superior, ¿Es probable que lo encontremos en la calle vendiendo entradas de 50 centavos para un -partido? ¿Lo encontraremos proporcionando marihuana a los escolares o sosteniendo una cadena de casas de prostitución? ¿Estará involucrado en matanzas callejeras? No, en absoluto.

 

Porque con ese tipo de educación, esta persona se da cuenta de que si uno quiere tener el poder, el verdadero poder, las lecciones de historia dicen:

«Entre a la labor del gobierno»

«Sea un político y trabaje por el poder político»

O, mejor aún, “Consígase unos políticos para que lo respalden. Es ahí donde el verdadero poder – y el verdadero dinero-está”.

La conspiración para obtener el poder del gobierno es tan antigua como el gobierno mismo. Podemos estudiar las conspiraciones que rodeaban a Alcibíades en Grecia o a Julio César en la antigua Roma, pero no se supone que pensemos que los hombres de hoy hagan planes para lograr el poder político.

Cada conspirador tiene dos cosas en común con todo otro conspirador. Debe ser un mentiroso consumado y un hombre de gran visión. Estudie usted a Hitler, Alcibíades, Julio César o alguno de nuestros conspiradores contemporáneos —encontrará que su paciencia para hacer planes es impresionante. Repetimos la frase de FDR:

«En Política nada sucede por accidente. Si sucede, puede apostar que estaba planeado de ese modo».

En la realidad, el comunismo es una tiranía planeada por los buscadores de poder, cuya arma más efectiva es la gran mentira. Y si uno toma todas las mentiras del comunismo y las hierve, se destilan desprendiéndose en dos mentiras mayores, de las cuales nacen todas las demás.

 

Ellas son:

  1. El comunismo es inevitable

  2. El comunismo es, un movimiento de las masas oprimidas que se alzan contra los amos explotadores.

Volvamos atrás en nuestro estudio imaginario y analicemos la primera gran mentira del comunismo – que es inevitable. Se recordará que le preguntamos a nuestro entrevistado si estaba a favor o en contra del comunismo, y luego le pedimos que lo definiera.

 

Ahora le preguntaremos:

“Señor, ¿usted cree que el comunismo es inevitable en América”

Y en casi todos los casos, la respuesta será algo así:

“Bueno, no … . No lo creo. Usted sabe cómo son los americanos. Somos un poco lentos en reaccionar ante el peligro. Recuerde Pearl Harbor. Pero no, los americanos nunca se quedarán tranquilos con respecto al comunismo”

Después preguntamos:

«Bueno, ¿cree, entonces, que el socialismo es inevitable en América?»

La respuesta, en todo caso, será algo similar a esto:

«No soy socialista, usted entiende, pero veo lo que está sucediendo en este país. Sí, tendría que decir que el socialismo es inevitable».

Cuando le preguntamos a nuestro entrevistado:

“Puesto que usted dice no ser socialista, pero siente que el país está siendo socializado, ¿por qué no hace algo para evitarlo?”

Su respuesta será:

“Soy sólo una persona. Además, es inevitable. Y uno no le puede hacer la pelea a la municipalidad, ¡je, je, je!”.

¿Usted no sabe que los muchachos ahí en la municipalidad están tratando de hacer todo lo que pueden para convencerlo de eso? ¿Cuán efectivo será oponerse a algo, si siente que su oposición es en vano?

 

Darle la sensación al opositor que su defensa es inútil, es tan antiguo como la misma guerra.

 

Alrededor del año 500 A. C., el lord chino, filósofo de la guerra, Sun Tsu, estableció:

«Ante el avance de hostilidades perceptibles, la suprema excelencia en el arte militar radica en la destrucción del deseo de resistir que tiene el enemigo».

Lo que llamamos hoy «guerra psicológica». En póquer se llama «marcarse un buen farol». El principio es el mismo.

De este modo, tenemos a los americanos: anticomunistas, pero incapaces de definirlo, y antisocialistas, pero pensando que es inevitable. ¿Cómo vio Marx el comunismo? ¿Cuán importante es la “inevitabilidad del comunismo” para los comunistas? ¿Qué es lo que los comunistas quieren que se crea inevitable?, ¿el comunismo o el socialismo?

 

Si estudia el Manifiesto Comunista, de Marx, usted encontrará que, en esencia, Marx dijo que la revolución proletaria establecería la dictadura SOCIALISTA del proletariado. Para alcanzar la dictadura SOCIALISTA del proletariado, tres cosas deben ser logradas:

  1. La eliminación de todo derecho de propiedad privada

  2. La disolución del núcleo familiar

  3. La destrucción de lo que Marx llama el «opio del pueblo», o sea, la religión.

Marx llegó a afirmar que cuando la dictadura del proletariado hubiera llevado a cabo estos tres puntos a través de todo el mundo, y después de un período de tiempo no determinado (como pueden ver, era muy vago con respecto a este punto), el Estado todopoderoso milagrosamente se marchitaría y el socialismo estatal daría paso al comunismo. No se necesitaría gobierno alguno. Todo sería paz, dulzura y luz, y todos vivirían por siempre muy felices.

 

Pero, primero, todo comunista debe trabajar para establecer el SOCIALISMO.

¿Se puede imaginar a Marx realmente creyendo que el Estado omnipotente se marchitaría? ¿O puede imaginar a Joseph Stalin (o a cualquier otro hombre con la astucia y crueldad necesarias para llegar a la cima de una dictadura todopoderosa) voluntariamente desmantelando el poder que él mismo había construido a través del terror y el miedo? *

 

 

* Karl Marx fue contratado por un misterioso grupo, que se daba el nombre de Liga de los Justos, para, escribir el Manifiesto Comunista como un anzuelo demagógico para atraer a la multitud. De hecho, el Manifiesto Comunista estuvo en circulación muchos años antes que el nombre de Marx fuera suficientemente reconocido como para establecer su calidad de autor de este manual revolucionario.

 

Todo lo que Karl Marx hizo fue poner al día y codificar los mismos planes. y principios revolucionarios expuestos setenta años, antes por Adam Weishaupt, el fundador de la Orden de los Illuminati, en Baviera. Y es ampliamente reconocido por serios letrados del tema que la Liga de los Justos era solamente una prolongaci6n de las Illuminati, que se vieron obligados a permanecer en secreto después de ser descubiertos por una redada conducida por las autoridades bávaras en 1786
 


El socialismo sería el cebo…, la excusa para establecer la dictadura. Como es difícil la venta de la dictadura en términos ideales, se ha erigido el concepto de que ella es una necesidad temporal y que pronto se disolverá por acuerdo propio. ¡Hay que ser ingenuo para tragarse esto, pero millones lo hacen!

La campaña para establecer el SOCIALISMO, no el comunismo, está en el alma de todo lo que hacen los comunistas y los Privilegiados,. Marx y todos sus sucesores en el movimiento comunista han ordenado a sus seguidores que trabajen en la construcción del SOCIALISMO.

 

Si escucha a un orador comunista oficial, nunca mencionará el comunismo. Sólo hablará de la lucha para completar la socialización en América. Si va a una librería comunista, encontrará que toda su literatura promueve este tema. No llama al establecimiento del comunismo, sino del SOCIALISMO.

Y muchos miembros del Establishment promueven este mismo tema.

 

El número de septiembre de 1970 de la revista New York contiene un artículo del profesor John Kenneth Galbraith, de Harvard, un socialista declarado, titulado «Richard Nixon y el Gran Renacimiento Socialista».

Describiendo lo que él llama “Plan de Juego de Nixon”, Galbraith expresa:

“Probablemente Sr. Nixon no sea un gran lector de Marx, pero (sus consejeros) los Drs. Burns, Schultz y McCracken son excelentes eruditos que lo conocen bien y pueden haberlo ilustrado sobre el particular; no se puede negar que la crisis que ayudó la precipitación hacia el socialismo fue gestionada por la Administración …»

El Dr. Galbraith empezó su artículo afirmando:

“Ciertamente, el desarrollo menos pronosticado bajo la Administración Nixon fue este gran nuevo empuje hacia el comunismo. Uno se encuentra con gente que aún no sabe esto. Otros deben estar refregándose los ojos, porque los presagios, por cierto, parecían todo lo contrario. Como opositor del socialismo, el Sr. Nixon parecía estar resuelto …»

Luego Galbraith proporciona una lista de los gigantescos pasos dados hacia el socialismo por la Administración Nixon. La conclusión que se saca del artículo es que el socialismo, proveniente del Partido Demócrata o Republicano, es inevitable.

 

El amigo de Harvard, el Dr. socialista Arthur Schlesinger, ha dicho algo muy parecido:

«Los principales adelantos liberales logrados en el pasado, generalmente quedan en los libros de estatutos cuando los conservadores recobran el poder … ; el liberalismo se hace cada vez más liberal, y por el estilo, el conservadurismo se hace cada vez menos conservador …»

Muchos individuos extremadamente patriotas han caído inocentemente en la línea de la conspiración.

 

Walter Trohan, columnista retirado del Chicago Tribune y uno de los más sobresalientes comentaristas políticos de América, ha dicho con precisión:

«Es un hecho conocido que la política de gobierno hoy, sea ésta republicana o demócrata, se acerca más a la plataforma del Partido Comunista de 1932 que a las de sus propios partidos en ese año crítico. Más de cien años atrás, en 1848 para ser exacto, Karl Marx promulgó su programa para el estado socializado en el Manifiesto Comunista…»

Y el Sr. Trohan también ha sido llevado a creer que el rumbo es inevitable:

«Los conservadores deberían ser lo suficientemente realistas como para reconocer que este país está cayendo más profundo en el socialismo, y que verán la extensión del poder federal estén republicanos o demócratas en el poder. El único consuelo que podemos tener es el que el paso será más lento bajo Richard M. Nixon que lo que hubiera sido bajo Hubert H. Humphrey …»

«Los conservadores tendrán que reconocer que la Administración Nixon abarcará la mayor parte del socialismo de las administraciones demócratas, mientras profesan estar mejorándola …»

El Establishment promueve la idea de la inevitabilidad del comunismo a través de la perversión de términos usados en su descripción del espectro político (Ver Cuadro 1).

 

Se nos dice que en la extrema izquierda del espectro político encontramos el comunismo, admisiblemente dictatorial. Pero también se nos dice que igualmente temible está lo opuesto a esta extrema izquierda, la extrema derecha, marcada como fascismo. Constantemente se nos dice que todos debemos tratar de quedarnos en la mitad del camino, lo que recibe el nombre de democracia, pero es lo llamado socialismo Fabiano (o rastrero) por el Establishment. (El hecho de que la mitad del camino se haya estado moviendo inexorablemente hacia la izquierda, durante cuarenta años, es algo ignorado.)

 

Aquí hay un excelente ejemplo del uso de falsas alternativas. Se nos da a elegir entre comunismo (socialismo internacional), en un extremo del espectro, y nazismo (nacional socialismo en el otro, o socialismo Fabiano en el medio. ¡El espectro completo es socialista!

Esto es absurdo. ¿Dónde pondríamos al anarquismo en este espectro? ¿Dónde se pone a una persona que cree en la República Constitucional y el sistema de libre empresa? Ella no está representada aquí; sin embargo, este espectro es usado para definiciones políticas por cerca del noventa por ciento de la gente de la nación.

Hay un espectro político muy exacto (Ver Cuadro 2). El comunismo es, por definición, gobierno total. Si se tiene gobierno total, da lo mismo llamarlo comunismo, fascismo, socialismo, “cesarismo” o “faraonismo”.

 

Es todo bastante parecido, para el punto de vista de las personas que deben vivir y sufrir bajo el sistema. Si el gobierno total (por cualquiera de sus seudónimos) está en la extrema izquierda, entonces, por lógica, la extrema derecha debería representar la anarquía o ausencia de gobierno.

El Cuadro nº 1 representa un falso espectro político de la Izquierda -Derecha usado por los Liberales, el cual tiene el comunismo (Socialismo Internacional) en el extremo izquierdo y su gemelo, el fascismo (Nacional Socialismo), en el extremo derecho, quedando el socialismo Fabiano en la «mitad del camino». ¡El espectro completo es Socialista!

El Cuadro nº 2 es un espectro político más racional, con gobierno total en cualquiera de sus formas al extremo izquierdo, y sin gobierno o anarquía en el extremo derecho. Los Estados Unidos era una República con gobierno limitado. pero durante los pasados 60 años, con cada nuevo trozo de legislación socialista, nos hemos estado moviendo por el espectro a la izquierda hacia un gobierno total.

Nuestros Padres Fundadores se rebelaron contra el casi total gobierno de la monarquía inglesa. Pero ellos sabían que la ausencia de gobierno los llevaría al caos. Por lo tanto, establecieron una República Constitucional, con un gobierno muy limitado.

 

Ellos sabían que los hombres prosperaban en libertad.

 

Aunque el sistema de libre empresa no esté específicamente mencionado en la Constitución, es lo único que puede existir bajo la República Constitucional. Todos los sistemas colectivistas requieren poder en el gobierno, que la Constitución no concede. Nuestros Padres Fundadores no tenían intención alguna de permitir que el gobierno se transformara en un instrumento para robarle el fruto del trabajo a un hombre para dárselo a otro que no lo había ganado. Nuestro gobierno debe ser de poderes severamente limitados.

 

Thomas Jefferson dijo:

“En cuestiones de poder, que no sea más escuchada la confianza en el hombre, sino átenlo a las cadenas de la Constitución para prevenirlo del mal”.

Jefferson sabía que si el gobierno no estaba esclavizado, la gente pronto lo estaría.

Era visión de Jefferson aquella de que el gobierno que gobierna mejor es el que menos gobierna. Nuestros antepasados establecieron este país con la menor cuota de gobierno posible. Aunque vivieron en una época anterior a aquella de los automóviles, luz eléctrica y televisión, ellos entendieron la naturaleza humana y su relación con los sistemas políticos mucho mejor que la mayoría de los americanos de hoy.

 

Los tiempos cambiaron, la tecnología cambia, pero los principios son eternos. Primero, el gobierno debía proporcionar la defensa nacional y establecer un sistema de tribunales, pero hemos roto las cadenas de las cuales hablaba Jefferson, y ahora, por muchos años, nos hemos estado moviendo hacia la izquierda del espectro político, hacia un gobierno colectivista total.

 

Cada proposición de nuestros líderes políticos (incluyendo algunas que se supone que tienen un efecto muy opuesto, como la proposición de participación de rentas de Nixon) nos lleva más hacia la izquierda, hacía un gobierno radicalizado. Esto no es por ser el socialismo inevitable. No es más inevitable que el faraonismo. Es, en gran parte, el resultado de un inteligente planeamiento y paciente graduación.

Como todos los comunistas y sus jefes Privilegiados están sosteniendo una constante lucha por el SOCIALISMO, definamos ese término. El socialismo es a menudo definido como la posesión del gobierno y/o el control sobre los medios básicos de producción y distribución de los bienes Y servicios. Al ser analizado, esto significa el control del gobierno sobre todo, incluyéndolo a usted.

 

Todos los controles son «controles de gente». Si el gobierno controla todas estas áreas, puede eventualmente hacer con exactitud lo que Marx manifestó: destruir el derecho de propiedad privada, eliminar a la familia y barrer con la religión.

Estamos siendo socializados en América, y todos lo saben.

 

Si tuviésemos la oportunidad de sentarnos y tomar una taza de café con el hombre de la calle que hemos estado entrevistando, él tal vez diría:

«Sabe, lo que nunca puedo descifrar es por qué toda esta gente, tan, tan rica, como los Kennedy, los Ford, los Rockefeller y otros, están por el socialismo. ¿Por qué los super-ricos  están por el socialismo? ¿No son ellos los que tienen más que perder? Yo doy una mirada a mi cuenta bancaria y la comparo con la de Nelson Rockefeller, y parece divertido que yo esté contra el socialismo y él ande promoviéndolo».

¿No es divertido?

 

En realidad, hay una enorme diferencia entre lo que los promotores definen como socialismo y lo que es en la práctica. La idea que el socialismo es un programa de participación de riqueza, es estrictamente un juego de confianza, para lograr que la gente renuncie a su libertad en bien de un gobierno colectivista todopoderoso.

 

Mientras los Privilegiados nos dicen que estamos construyendo un paraíso en la tierra, estamos, en realidad, construyendo una cárcel para nosotros mismos.

¿No le choca como algo extraño que algunos de estos individuos que más pelean por el socialismo tengan sus propias riquezas personales en trusts familiares o en fundaciones libres de impuestos?

 

Hombres como Rockefeller, Ford y Kennedy están a favor de todo programa socialista existente que va a incrementar sus impuestos. Sin embargo, ellos mismos pagan poco o nada en impuestos. Un artículo publicado por el Diario de la Alianza de Norteamérica, en agosto de 1967, cuenta cómo los Rockefeller, prácticamente, no pagan impuesto a la renta, a pesar de su riqueza.

 

El artículo revela que uno de los Rockefeller pagó personalmente el gran total de US$ 685 de impuesto a la renta durante uno de los años recién pasados. Los Kennedy tienen su gran Chicago Merchandise Mart,* sus mansiones, yates, aviones, etc., todos de propiedad de sus millares de trusts y fundaciones familiares.

 

¡Los impuestos son para los criados!

 

* Un gran mercado comercial.

 

No obstante, hipócritas como Rockefeller, Ford y Kennedy posan como grandes campeones de los “oprimidos”.

 

Si realmente estuvieran interesados en los pobres, más bien que usar el socialismo como un medio para lograr poder político personal, se desprenderían de sus riquezas. No hay ley que les prohíba entregar sus propias fortunas. No hay ley que les prohíba entregar sus riquezas a los golpeados por la pobreza.

 

¿No deberían estos hombres dar el ejemplo? ¿Y practicar lo que predican? Si ellos abogan por una participación de la riqueza, ¿no deberían empezar con la suya en lugar de abusar con la clase medía, que paga casi todos los impuestos? ¿Por qué Nelson Rockefeller y Henry Ford II no dan toda su riqueza, dejándose lo suficiente para ubicarse en el promedio nacional? ¿Se pueden imaginar a Teddy Kennedy entregando su .mansión, aeroplano y yate, y mudándose a una casa de US$ 25.000 con una hipoteca de US$ 20.000 como el resto de nosotros?

Generalmente se nos dice que este grupo de super-ricos son socialistas, pero que tienen un complejo de culpa por la riqueza heredada y no ganada por sí mismos. Nuevamente, podrían aliviarse del peso de estos supuestos complejos, simplemente desprendiéndose de su riqueza heredada. Sin lugar a dudas, hay muchos ricos que hacen el bien al sufrir complejos de culpa causados por sus profesores universitarios, pero eso no explica las acciones de los Privilegiados, como los Rockefeller, los Ford y los Kennedy. Todas sus acciones los delatan como buscadores de poder.

Pero los Kennedy, los Rockefeller y sus super-ricos  socios no están siendo hipócritas al abogar por el socialismo. Parece ser una contradicción que los super-ricos trabajen por el socialismo y la destrucción de la libre empresa. En realidad, no lo es.

Nuestro problema es que la mayoría cree que el socialismo es lo que los socialistas quieren que nosotros creamos acerca de él, un programa de participación de riqueza. Esa es la teoría.

 

¿Pero es así como funciona? Examinemos los únicos países socialistas – de acuerdo con la definición socialista de la palabra – existentes hoy en el mundo. Estos son los países comunistas. Los mismos comunistas se refieren a éstos como a los países socialistas, como en el caso de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas.

 

Aquí en la realidad del socialismo hay un pequeño grupo oligárquico en la cima, no más del tres por ciento de la población total aproximadamente, que controla la riqueza total, la producción total y las mismas vidas del noventa y siete por ciento restante. Evidentemente que hasta el más ingenuo se da cuenta que el Sr. Brezhnev no vive como uno de los pobres campesinos de las extensas estepas rusas. Pero, de acuerdo con la teoría socialista, ¡él debería hacer exactamente eso!

Si uno se da cuenta que el socialismo no es un programa de participación de riqueza, sino que es en realidad un método para consolidar y controlar la riqueza, entonces lo que parecía paradoja de los super-ricos promoviendo el socialismo, ya no es paradoja.

 

En cambio, se transforma en la lógica y hasta perfecta herramienta de los megalomaníacos buscadores de poder. El comunismo o dicho con mayor exactitud, el socialismo, no es un movimiento de las masas oprimidas, sino de la élite económica. El plan de los conspiradores Privilegiados es, entonces, un plan para socializar a los Estados Unidos, no para “comunizarlo”.

¿Cómo se logrará esto?

 

El Cuadro 3 muestra la estructura de nuestro gobierno como fue establecido por nuestros Padres Fundadores. Usando todos los medios a su alcance, la Constitución fraccionaba y subdividía el poder gubernamental. Los Padres Fundadores creyeron que cada rama del gobierno, fuera ésta federal, estatal o local, estaría celosa de sus poderes y nunca los entregaría al control centralizado.

 

Muchas fases de nuestras vidas también (como la caridad y educación) fueron total o casi totalmente puestas fuera del alcance de las garras de los políticos. Bajo este sistema no se podría tener dictadura. Ningún segmento del gobierno podía acumular suficiente Poder como para formar una dictadura.

 

Para que se ejerza una dictadura, se debe tener una rama única sosteniendo la mayoría de las riendas del poder. Una vez que esto sucede, la dictadura es inevitable.

Una dictadura en nuestra República era imposible, porque el poder estaba ampliamente difundido.

Hoy, a medida que nos aproximamos al socialismo democrático, todo el poder está siendo centralizado en el ápice de la rama ejecutiva del gobierno federal.

Esta concentración de poder hace inevitable la dictadura.

Aquellos que controlan al Presidente, indirectamente ganan el control virtual de todo el país.

 

El filósofo inglés Thomas Hobbes manifestó:

“Libertad es gobierno dividido en pequeños fragmentos”.

Woodrow Wilson, antes de convertirse en instrumento de los Privilegiados, observó:

«Esta historia de libertad es una historia de las limitaciones del poder gubernamental, no el aumento de él».

Y el historiador inglés Lord Acton comentó:

«El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente».

A pesar que estos hombres vivieron después que nuestra Constitución fuera escrita, nuestros antepasados comprendieron cabalmente estos principios.

¿Pero qué está sucediendo hoy?

 

A medida que nos movemos por la izquierda hacia el socialismo en el espectro político, todas las riendas del poder están siendo centralizadas en una rama ejecutiva del gobierno federal. Mucho de esto se está llevando a cabo comprando todas las otras entidades con la legislación o con las concesiones federales «gratuitas».

 

El dinero es usado como cebo y el anzuelo es el control federal. La Corte Suprema ha ordenado, y en este caso en forma lógica, que «es apenas la falta de un proceso apto la causa que el gobierno regule aquel que subvenciona».

Si usted y su grupo quisieran tener el control sobre los Estados Unidos, seria imposible tomar posesión de cada municipalidad, cabecera de distrito o edificio del Estado. Usted quisiera tener todo el poder revestido en el ápice de la rama ejecutiva del gobierno federal; después tendría que controlar sólo a un hombre que tuviera el control de todo el asunto.

 

Si usted quisiera controlar la manufactura, el comercio, finanzas, transportes y recursos naturales, sólo bastaría controlar el ápice, el pináculo de poder de un todopoderoso gobierno SOCIALISTA. Entonces, usted tendría un monopolio y podría hacer salir a todos sus competidores. Si quiere un monopolio nacional, debe controlar un gobierno nacional socialista. Si quiere un monopolio mundial, debe controlar un gobierno de socialismo mundial. De eso se trata el juego.

 

El «comunismo» no es un movimiento de las masas oprimidas, sino un movimiento creado, manipulado y usado por los billonarios buscadores de poder para ganar el control sobre el mundo, primero, estableciendo gobiernos socialistas en diversas naciones, y, luego, consolidándolas a todas en una sola «Gran Combinación», en un Super-Estado del todopoderoso mundo socialista.

Todo esto, probablemente, bajo el auspicio de las Naciones Unidas.

 

El balance de este libro destacará, claramente, cómo han usado el comunismo para acercarse a su objetivo.
 

Créditos para: http://www.bibliotecapleyades.net/sociopolitica/conspiracion/conspiracion02.htm 

OUIJA / Jugando con el más allá

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Los creyentes aseguran que las respuestas que obtienen a través del tablero de ouija proceden de espíritus del más allá, pero modernos experimentos científicos apuntan en otras direcciones si cabe más desconcertantes. ¿Qué energía invisible se moviliza cuando se manipula el popular tablero? ¿Posee alguna conexión con otros fenómenos considerados paranormales, como la escritura automática o las mesas giratorias?
Funcionan según los mismos principios de la ouija», expresó recientemente el exteniente coronel Hal Bidlack, de la Fuerza Aérea de EE UU, al referirse a los detectores de bombas ADE 651 que, en realidad, no son más que unas sencillas varillas disfrazadas de equipos de alta tecnología. «Se basan en la atracción electroestática de largo alcance de iones altamente cargados», explicaba la publicidad de la firma ATSC, fundada por el británico James McCormick, que se hizo millonario vendiendo tales artilugios. Sin embargo, algo debía «fallar» en el mecanismo de los mismos, porque el tribunal penal de Old Bailey, en Londres, condenó en mayo de este año a diez años de cárcel a McCormick, por haber vendido miles de esos falsos detectores a los cuerpos de policía y los ejércitos de muchos países del mundo, entre ellos Arabia Saudí, Bélgica, Irak y México.

UN EFECTO MÁGICO
Si McCormick pudo perpetrar semejante fraude fue precisamente porque sus detectores funcionaban en apariencia gracias a un fenómeno bien conocido por los psicólogos: el efecto ideomotor, por medio del cual las sugestiones, creencias o expectativas generan movimientos musculares inconscientes: «Si los incautos se dejan engañar por este fenómeno, es porque raya en lo milagroso», nos explica el psicólogo británico Christopher French, director de la Unidad de Psicología Anómala en Goldsmiths, dependiente de la Universidad de Londres. «El efecto ideomotor –prosigue French– también explica otra serie de sucesos ­ostensiblemente paranormales, como las mesas parlantes o giratorias, tan típicas de las sesiones de espiritismo durante la época victoriana. Naturalmente, los asistentes negaban estar empujando las mesas».

Tan sorprendentes resultaban aquellos fenómenos, que el físico británico Michael Faraday decidió efectuar una serie de experimentos para comprobar a qué podía deberse el desplazamiento de las mesas. No tardó en concluir que la causa eran los movimientos musculares inconscientes de los participantes. Aquel primer estudio sistemático del efecto ideomotor no caló entre los seguidores del espiritismo, que siguieron creyendo en la existencia de entidades del más allá.

EN CONTACTO CON NUESTRO INCONSCIENTE
Pero ahora, más de un siglo después de las investigaciones de Faraday, contamos con nuevas pruebas científicas que apuntan en la misma dirección: efectivamente, existe una energía que mueve «objetos», pero ésta no procede de espíritus desencarnados, sino de los participantes en una sesión espiritista, a pesar de que éstos no sean conscientes de ello. Y es que las ilusiones que produce el efecto ideomotor son tan intensas, que quienes las experimentan difícilmente aceptarán que son ellos los causantes del fenómeno.

Aunque el efecto ideomotor no es fácil de comprender ni de explicar, el conocido detractor de lo paranormal James Randi lo ha expresado con bastante claridad: «De forma inconsciente, la persona mueve la mano lo suficiente para hacer que se produzca el desplazamiento en el dispositivo –ya sea la plancheta del tablero de ouija o un péndulo–, aunque puede atribuir el movimiento a la fuerza divina o sobrenatural en la que cree. En todas las situaciones, no se revela ninguna información que el sujeto no conozca de antemano. El efecto es muy potente sobre algunas personas y da igual las pruebas que se aporten: los creyentes seguirán defendiendo la naturaleza mágica del fenómeno»

 
Créditos para: http://www.akasico.com/noticia/3337/Ano/Cero-Ciencia/OUIJA:-JUGANDO-CON-EL-MAS-ALLA.html 

China, ¿un país amigo?

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Presidente
Presidente

 
es un punto dificil

Aventis

CHINA, ¿ UN PAIS AMIGO?

$1·       Emiro Vera Suárez

Me es dificil entender nuestro sumo interés por acercarnos a la economía y cultura china. Con un mercado oculto por siglos y un crecimiento sostenido del 10%. Este país asiático viene consolidándose en Latinoamerica, con un potencial en productos, que, tiene en jaque a pequeños Estados abastecedores del Cono Sur, aparte, China se fortalece como un participante estrátegico en Venezuela y ven a éste país como un sinónimo de oportunidad en negocios. Colombia y Chile no son extraños a éste panorama y, siendo los chinos el tercer proveedor de importaciones de Colombia, después de Estados Unidos y México, superando incluso las importaciones venezolanas. El país hermano poco exporta a China en la actualidad, porque, hay un analisis de la balanza comercial y surge un conjunto de preguntas sobre la calidad de sus productos, teniendo en cuenta que el Palacio de Nariño ha ordenado a los empresarios nativos proteger la producción nacional y el empleo. La industria textilera colombiana ha sufrido un daño muy significativo, debido a las importaciones de origen asiático a precios bajos. Las variables económicas y fináncieras de la rama de producción nacional presenta un daño que se refleja en la disminución de la utilización de la capacidad instalada y pérdida de participación en el mercado.

Santos, se ha mostrado atento a los cambios en el mercado y percibe las señales de sus consumidores internos, para, fomentar competitividad dentro de sus empresas para responder con calidad y precio a los competidores dentro del mercado nacional.

China es una conceptualización capitalista y, como institución se interrelaciona para dar cuenta de una producción y distribucción de los bienes y servicios que las personas necesitan para satisfacer sus necesidades y deseos materiales, utilizando la mejor forma posible los recursos con los que cuenta el planeta.

Ante, esta perspectiva, hemos fallado dandole a China mucha fuerza, basada en nuestros bienes minerales convirtiendonos en su colonia simbólica. Jamás en este tiempo, hemos visibilizado en el analisis económico el papel fundamental del trabajo de producción industrial y crecimiento poblacional, denominado por algunos trabajo de cuidado familiar, para otros Misiones Sociales.

La emergencia económica de China plantea importantes desafíos a nivel global pero, muyespecialmente, a escala regional. Las proyecciones de su creciente poderío en el ámbito político,energético o en materia de seguridad, generan preocupación e incertidumbres por las dificultades que implica la gestión de tan significativo cambio en un contexto siempre delicado e incluso agravado por la nueva dimensión nuclear de Corea del Norte: ¿Habrá un líder regional o varios. Cómo serán las relaciones entre los principales países del área? En Asia podemos distinguir cuatro grandes espacios: Asia central, Asia oriental, Asia meridional yl Sudeste Asiático. En ese entorno coinciden tres grandes países: además de China, Japón e India. Por otra parte, debemos tener en cuenta la importancia de los intereses de Rusia, potencia enretirada como cercana por la influencia de Vladimir Putin, y, sobre todo, de EEUU. A mayores, no debemos olvidar que en esta parte del mundo, una de las áreas geoestratégicas más importantes, las secuelas de la guerra fría son aún una realidad en contenciosos como el que enfrenta a las dos Coreas o a China y Taiwán, con conflictos largamente enquistados como el que enfrenta a India y Pakistán u otros de importancia no menor, como los marítimo-territoriales que enfrentan a China con Japón y buena parte de los países del sudeste

asiático. Así pues, el dinamismo económico de esta región asienta, en términos objetivos, sobre un autentico polvorín que no encuentra un sentido adverso contrario, plataformas de seguridad que ayuden  mitigar los conflictos.

El equilibrio entre las potencias de la zona reposa principalmente en políticas tradicionales de seguridad nacional (China), en alianzas bilaterales (Japón) y, secundariamente, en organizaciones multilaterales del tipo de seguridad cooperativa. No ha habido en Asia un proceso similar al de

Helsinki porque en Asia no ha funcionado la bipolaridad, ni zonas de influencia reconocidas, ni de aceptación del status quo político o territorial. Tampoco después de la guerra fría se ha evolucionado del todo hacia un sistema propiamente asiático sino que se ha ido fraguando un

sistema multidimensional, a la vez nacional (Estados), bilateral (EEUU), intra asiático (ASEAN),ranspacífico (ASEAN, ARF) y global (ONU, AIEA).

Entonces, porque tanta entrega de compromisos a los chinos, como las minas, planimetria y otros asuntos internos de Estado.

El rápido desarrollo de la República Popular China impone a EEUU la necesidad de definir el estilo de las relaciones a establecer, pero por el momento, en su política exterior no parece del todo claro que predomina, si la rivalidad o la asociación, variando la preeminencia de una o de otra, según el caso. Y esa misma perspectiva predomina en la posición de los dirigentes chinos, más allá de la consigna de evitar los enfrentamientos y animar las inversiones. Esta actitud se explica, una vez más, por la prioridad concedida al desarrollo. Las autoridades chinas son conscientes de que EEUU es su principal socio e interlocutor, capaz de aportar lo esencial de las inversiones y de las transferencias de tecnologías, su principal cliente, así como la principal voz en las grandes decisiones relacionadas con préstamos o con financiamientos internacionales.

La situación con Chile es excepcional, los chinos se asentaron en los territorios anexados por Chile después de la guerra del pacífico. Augusto Pinochett le asignó a los asiáticos un conjunto de plataformas de ventas al por mayor, sobretodo de importaciones. La República de Chile y China establecieron relaciones diplomáticas el 15 de diciembre de 1970. A raíz de este momento, los vínculos bilaterales han crecido sin incovenientes y las visitas reciprocas ante el presidente Piñera han sido frecuentes, incluso, tienen una oficina de consulta política y el gobierno chileno, apoya la posición china sobre los problemas de Taiwan y el Tibet.

En consecuencia, dejemos quieto a Colombia y Chile. Los extraños, somos nosotros.

 

Créditos para: http://www.kaosenlared.net/secciones/s/anarquismos/item/69752-china-¿un-país-amigo?.html 

El Estado como gestor de la corrupción en las sociedades

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El Estado como gestor de la corrupción en las sociedades.

 
La capacidad de las sociedades para asimilar la corrupción viene determinada por su carácter colectivo y a fin de cuentas por su forma de pensamiento impuesto, que sirve y servirá a las élites para establecer su dominio a partir del grado de corruptibilidad de cada sociedad a gobernar.

El Estado dispone de medios para el control de la sociedad en general, la tecnología en estas dos últimas décadas (telefonía e internet), por poner algunos ejemplos suponen un poder nunca antes visto para  inspeccionar y dominar los movimientos del ciudadano, y en último extremo si fuera necesario para su intervención, en el caso de disidentes que suponen un peligro para el sistema. Esto nos da una idea del dominio que ejerce sobre sus súbditos el Estado que también es capaz de anticiparse de alguna manera a sus futuros movimientos, es decir, saber que tienen en mente o cuáles son sus pensamientos. La estrategia que desarrollan o desarrollarán los especialistas que trabajan para la oligarquía del Estado viene o vendrá determinada por el pensamiento impuesto por la propaganda (intereses de la élite de Estado) que modificará la voluntad de la gran parte del pueblo. Los elementos disidentes que no están de acuerdo con las normas impuestas por el Estado-élite quedan atrapados por el sistema dominante y en constante vigilancia por éste, esto significa en gran medida el control absoluto de la sociedad en general. Una de las estrategias utilizadas por el Estado es la corrupción en mayor o menor medida de la gran mayoría de sus súbditos, determinada por la imposición de cierto tipo de propaganda que ejerce el poder sobre los medios de comunicación. Esta propaganda dictada por el Estado de diversa índole y temática provoca en el hombre una serie de trastornos psicológicos que acaban modificando su conducta, se trata al fin y al cabo de corromper el pensamiento del hombre para destruir su capacidad lógica de razonamiento o sentido común entre otras cosas, esto se lleva a cabo para mantener y reforzar el poder de las oligarquías sobre sus respectivas sociedades.

La capacidad de las sociedades para asimilar la corrupción viene determinada por su carácter colectivo y a fin de cuentas por su forma de pensamiento impuesto, que sirve y servirá a las élites para establecer su dominio a partir del grado de corruptibilidad de cada sociedad a gobernar.

Intervienen en el grado de corruptibilidad, factores históricos, sociológicos, psicológicos y propagandísticos entre otros.

 

Créditos para: http://www.kaosenlared.net/secciones/s/anarquismos/item/69927-el-estado-como-gestor-de-la-corrupción-en-las-sociedades.html 

La Vieja Izquierda Internacional y la Nueva Derecha Cubana

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La Vieja Izquierda Internacional y la Nueva Derecha Cubana.

 
Parte de la Izquierda Internacional, esa Vieja que no ha logrado ponerse al ritmo de los nuevos tiempos, no entiende que en Cuba el poder ha evolucionado al control de una Nueva Derecha

El proceso revolucionario cubano siempre ha contado con la solidaridad de  la izquierda internacional en su enfrentamiento a  las amenazas de agresión imperialista y  su criminal bloqueo. Los que en Cuba siguen luchando por el avance al socialismo, a una sociedad sin explotadores ni explotados, deben seguir contando con ese apoyo.

Sin embargo, parte de esa izquierda Internacional, la Vieja Izquierda que no ha logrado ponerse al ritmo de los nuevos tiempos, parece que no se ha  dado cuenta de que ese proceso ha sufrido un estancamiento económico y político, no por causa del bloqueo ni de las amenazas imperialistas, sino a consecuencia de la resistencia a la democratización de la política y la  socialización de la economía del gobierno/partido/estado.

Son los que no ven, no quieren ver o no les conviene ver que en Cuba hay un movimiento, encabezado por la misma dirección llamada histórica, con más de medio siglo en el poder, que continúa tratando de perpetuar el fracasado modelo político copiado del ruso neoestalinista, pero con ligeras reformas de corte pro-capitalista, dirigidas a crear condiciones que le permitan a la elite burocrática y a sus descendientes convertirse en los dueños de las grandes empresas redituables (turismo, biotecnología, comercio) sobre la base de un nuevo compromiso con el naciente nuevo capitalismo nacional pequeño y mediano y el gran capital internacional.  Algo parecido a lo que pasó en Rusia.

En buen castellano, que por su apego al poder, a  la explotación asalariada de los trabajadores, y su actual impulso/contubernio con el incipiente capitalismo privado nacional y el gran capital extranjero,  los que detentan el poder político en Cuba,  han evolucionado hasta convertirse en una Nueva Derecha. Desde luego, compuesta por personas distintas a la Derecha Tradicional  asentada fundamentalmente en Miami; aunque con objetivos muy parecidos: dar amplia entrada al país al poder del capital privado nacional e internacional, y con medios y métodos similares como la reducción del dinero dedicado al capital variable (trabajo), cierre de empresas, reducción de personal y de los salarios, limitación de los derechos de los trabajadores en favor de sus empleadores, y otras bien expuestas en la llamada actualización.

Son dos polos capitalistas luchando por el poder en Cuba, entre viejos capitalistas y nuevos aspirantes a serlo que de hecho actúan y viven como burgueses, entre los que fueron expropiados y el poder que los expropió para sí y nunca para entregar los medios de producción a los trabajadores.

Y, en medio, una gran masa que no quiere volver al pasado oprobioso bajo control de la Derecha Tradicional ni quiere, tampoco, seguir siendo explotada por esa Nueva Derecha, que se declara  heredera única de la Revolución que hemos hecho entre todos.

Y esa actitud de esa parte vieja de la izquierda internacional puede estar motivada por su afinidad ideológica con el neoestalinismo, por  su conveniencia para seguir recibiendo los favores del gobiernocubano, por falta de información o simplemente por un falso concepto de solidaridad revolucionaria.

Por eso mismo, no ha comprendido que mucha de la oposición que enfrenta el gobierno de Cuba, no está generada por el imperialismo ni por la derecha de Miami, como quieren hacer ver el gobiernocubano, sus medios y voceros internacionales, sino por su propia acción económica y política, por sus abusivas formas de explotación de los trabajadores y profesionales cubanos,  por sus restricciones a la libertad individual, por su modelo antidemocrático de gobierno, por la falta de libertades de expresión y asociación y por sus acciones innecesariamente violentas contra el pensamiento distinto sea de derecha, centro o izquierda.

Y desde luego la Derecha Tradicional, apoyada por el Imperialismo, aprovecha mediáticamente todos los errores y violaciones contra los derechos ciudadanos que comete la Nueva Derecha. Pero por el hecho de que la Derecha Tradicional y el Imperialismo, los usen en sus campañas contra el gobierno ya controlado por la Nueva Derecha Cubana, no dejan de ser violaciones a los derechos de los cubanos.

No pretendo que ese sector de la izquierda internacional suspenda su solidaridad con el proceso revolucionario cubano, el cual va muchos más allá de los actuales gobernantes coyunturales, convertidos en Nueva Derecha. No. Los luchadores por el socialismo necesitamos que siga y aumente esa solidaridad. Pero esa izquierda internacional si en verdad lo es, tendría que revisar su torcido enfoque sobre la situación de los derechos humanos en Cuba, y volcar su apoyo hacia  la crítica de la izquierda socialista y democrática cubana a la derechización económica y política del actual gobierno, por  la realización de verdaderos  cambios profundos en dirección a la socialización y democratización y en contra de la represión al pensamiento político diferente ejercida desde el poder del estado.

De lo contrario, esa solidaridad seguirá siendo con un estado cada vez más alejado de los ideales libertarios y democráticos  que inspiraron el  triunfo revolucionario en 1959 y que, por tanto, se distancia de los intereses genuinos de todo el pueblo cubano.  ¿Y la solidaridad con el pueblo cubano, con sus trabajadores, con los reprimidos, que no son el gobierno, ni el partido, ni el estado, dónde quedaría?

Cada cual es libre de pensar y actuar como lo estime conveniente, pero a lo que nadie que se considere de izquierda  tiene derecho es a desconocer  las violaciones a los derechos ciudadanos que practiquen los gobiernos, aunque éstos se autodenominen  revolucionarios, socialistas o de izquierda, cuando en verdad hacen políticas de derecha; y mucho menos a tratar de descalificar a quiénes critican esos quebrantamientos.

Si alguna duda quedara, el actual anteproyecto de Código del Trabajo que trata de imponerse a los trabajadores por medio de la oficial CTC, -nada que ver con la de Lázaro, Jesús y Aracelio, obreros, negros y  comunistas, verdaderos defensores de los intereses de los trabajadores contra el capital antes del triunfo del 59-, es una muestra clara de la defensa de los derechos de los empleadores , léase explotadores estatales o privados del trabajo asalariado, a costa del despojo de los derechos de los obreros, sin siquiera una sola alusión a que sean los trabajadores los que administren, posean o dirijan sus centros de producción o servicios.

La Derecha Tradicional y la Nueva Derecha, representan en Cuba el pasado, los tiempos de la Guerra Fría, el enfrentamiento entre las dos grandes potencias EEUU y la URSS. El futuro no les pertenece. Nuevas oleadas de jóvenes y viejos luchadores por el socialismo, por la democratización del sistema, por la liberación de las fuerzas productivas, por la libertad individual, por la libre expresión y asociación están enfrentando a esa Nueva Derecha que, al igual que la Tradicional, con sus políticas pondrían aCuba al borde de la anexión real o virtual al vecino del Norte.

Los derechos humanos, son eso: humanos. No son de derecha ni de izquierda y su violación debe ser condenada por la izquierda donde quiera  que sean transgredidos, ¿o van a caer en las mismas políticas de doble-rasero que critican en la actuación del imperialismo?

Socialismo por la vida.

  pedrocampos313@yahoo.es

 

Créditos para: http://www.kaosenlared.net/america-latina/item/69714-la-vieja-izquierda-internacional-y-la-nueva-derecha-cubana.html 

Neonazis y auge de la propaganda fascista

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Amanecer Dorado reparte alimentos excluyendo a inmigrantes
Amanecer Dorado reparte alimentos excluyendo a inmigrantes

 
La proliferación de los movimientos neonazis y fascistas en nuestros días en Europa tienen su base sociológica, no se trata de algo espontáneo. El sociólogo alemán Theodor Adorno ya nos explicó en su obra «La teoría freudiana y el modelo de propaganda fascista» la relación entre fascismo y psique.

  Para Adorno, la política de propaganda nazi respondía a un patrón claro: la reiteración de ideas pobres pero concretas, sin mucho contenido político pero transmitidas a través de arengas con una gran carga sentimental. Un ejemplo de estas ideas fue la qué obsesionó a Hitler hasta sus últimos días, la erradicación de la raza judía. Esta transmisión se llevaba a cabo a través de lo lo cual ellos llamaban rabble rousser (agitadores de las masas). Estos «agitadores» transmitían de forma sistemática esta propaganda de carácter violento que tenía como objetivo poner a la población en contra de los principios fundamentales de la democracia. En este tipo de propaganda es en la que entra en juego como marco de referencia la teoría psicoanalítica del doctor Sigmund Freud, en concreto su obra de 1922 «La psicología de grupo y el análisis del ego». En este libro Freud analiza el concepto Ilustrado de la «masa» y los indicadores de por qué la masa es tal. Según el doctor Freud hay que rechazar la idea de que son los instintos sociales los que anexan a los individuos dentro de una masa, él más bien se decanta por la idea de que los individuos están unidos en masa por una cuestión de naturaleza libidinal, por los beneficios que le reporta al individuo el rendirse ante una masa.

  Curiosamente, una de las cuestiones que preocupaba a los nazis era la de cómo conseguir transformar esa energía sexual pasiva común de las masas en sentimientos que las mantuvieran juntas en pos de sus intereses. La respuesta fue fácil: trasladar la función tradicional del «padre freudiano» a la figura de un líder autoritario como Hitler y depositar la imagen del «amor platónico» en el conjunto significativo de «nación Alemana» para que las masas le rindisen culto a su patria por encima de a sus propias vidas. Para esto, el Ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, trabajó a fondo el concepto de laidentificación, que se corresponde dentro de la estructura enagenada del registro imaginario lacaniano, con el denominado estadio del espejo, en el cual el ser humano todavía (metafóricamente) no es capaz de identificar su entorno; es la parte originaria del complejo de Edipo y, antes de su superación, la interacción de la identificación de un «padre primario de la horda»(Hitler en el caso de los nazis) imposibilita el desarrollo total del raciocinio del individuo, que queda sometido a la masa. Goebbels tenía muy claro que la propaganda tenía que suscitar las respuestas que las audiencias tenían previamente interiorizadas gracias a un porfiado y apriorístico trabajo de reiteración de conceptos clave para los nazis, que funcionaban en las masas como un «martillo pilón».

   En cuanto al análisis de la irracionalidad del antisemitismo nazi, debemos mucho a las aportaciones de George Simmel en cuanto a su estudio de la teoría freudiana de la organización de la líbido. Simmel también analizó los tipos de mentira y falseamiento y la forma en que estos eran utilizados en el ámbito social en beneficio de líderes políticos con discursos banales pero efectivos en lo tocante al interés que suscitaban en la población.Tenemos muchas referencias históricas de los primordios de la Alemania nazi y de los porqués de su éxito inicial dentro de las masas, pero no es correcto aislar este contexto en una época pasada. Actualmente el «márketing social» cumple una función propagandística similar a la de entonces y también está muy unido a la praxis psicoanalítica contemporánea.Hace aproximadamente un año tuve el privilegio de poder asistir a una mesa abierta sobre los temas «psicoanálisis y cultura» aplicados a nuestro tiempo, a nuestro contexto sociocultural actual. En el debate participaban (además del público), el escritor gallego Suso de Toro y los psicoanalistas Manuel Fernandez Blanco (Universidad de A Coruña) y Marie-Hélène Brousse. A esta última dirigí mis dudas con respecto a las similitudes en el ascenso de los fascismos en los años treinta y en la actualidad a través del tema que trata Theodor Adorno en su texto: de como los fascismos aprovecharon su interpretación de los textos de Freud para crear una imagen paternalista, ya fuese Duce, Caudillo o en este caso Führer; una imagen que cubriera las demandas del «superyó freudiano» de los individuos que formaban la masa. Estas demandas estaban relacionadas con una imagen idealizada (superyó) que los egos de los individuos creaban pero que su propia personalidad, por el contexto de penuria que los rodeaba, no poseían; allí es donde atacó la propaganda fascista con todo el potencial del psicoanálisis, buscó que los individuos miembros de la masa visen en la figura del führer al «superhombre» con las cualidades de las que ellos (subconscientemente) carecían, buscaban en él la seguridad y el «padre» que no encontraban en su vida privada.

 

La señora Brousse afirmó que aunque nos separen varias décadas, una guerra mundial y muchos avances, el ser humano sigue siendo el mismo animal y por lo tanto su «ello freudiano» (encargado de las respuestas instintivas del ser) no ha cambiado. Las masas siguen siendo susceptibles de este tipo de propagandas en épocas en que las crisis sistémicas se trasladan a las mismas casas de laspersonas, más allá de los avances educativos, tecnológicos y morales.Pero no sólo existe el peligro de los fascismos y de los movimientos de ultraderecha. En este contexto, el sector democrático utiliza las crisis para poner en práctica argumentaciones demagógicas que traten de amedrentar a las masas y llevar a la praxis un discurso en el que ofrecen la población seguridad a cambio de la renuncia a cierto libertades individuales (como es el caso de la Patriot Act de los EEUU, creada después del 11-S). Existen otros casos muy famosos de “fascismo cool” en la historia reciente de los Estados Unidos, el diplomático (ya que ese era el cargo que ocupaba) Henry Kissingerconsiguió aumentar la popularidad de presidentes tan trasnochados como Richard Nixon tras el desastre de Vietnam gracias a su dominio de la «dialéctica de masas» (tanto convenció que consiguió el Nobel da Paz de 1973). Años más tarde el mismo presidente era «soterrado» por la opinión pública al salir a la luz el escándalo del «Watergate» gracias a la figura de grandes periodistas, entre ellos Bob Woodward y Carl Bernstein.

 

 La crisis actual por el contrario no tiene (tanto) que ver con la guerra, es decir: la guerra, el comunismo o el terrorismo no son la excusa para la creación de propaganda basada en la comprensión (y posterior manipulación) de la psique humana. La crisis que se plantea es económica y, a pesar de que muchos la esperaban e incluso sacaron beneficios de la misma, los gobernantes la recibieron como una «patata caliente». La decadencia del discurso político no es otra cosa que la incapacidad de adaptación a la situación de los oradores y el progreso intelectual de las masas, que tardó mucho en comprender que los líderes políticos no son deidades (ya ha pasado más de un siglo desde que «Nietctzhe mató a Dios»). Los políticos son seres humanos con las mismas virtudes y defectos que el resto y la masa ya  no admite toda la demagogia que se vierte en sus discursos (exceptuando los que confían en los partidos redentores que prometen un maná utópico (véase el apoyo de la población en las hurnas españolas al Partido Popular). De todas formas, el peligro estriba en las situaciones de mayor desarraigo social. El auge del fascismo en la Grecia de la Troika no guarda tantas diferencias con lo que sucedió en Alemania en los años treinta. El partido neonazi «Amanecer Dorado», sin un discurso político fiable, aprovecha esta situación de profunda inestabilidad social en el caso de masa y psicológica en el caso de los individuos más afectados, para llevar a cabo propuestas populistas pero profundamente antidemocráticas y xenófobas, como ofrecer alimentos básicos para todas las familias que demuestren ser «100% griegas»; no se me ocurre un argumento más banal, pero la gente que no puede dar de comer a sus hijos no tiene más remedio que acudir a estos «caramelos envenenados» que los fascistas ofrecen. Pero todos conocemos el resultado de coger ese «caramelo», el miedo es el siguiente paso para someter a la población, la instauración del terror a una izquierda a la que aún no se le ha otorgado una verdadera oportunidad en las democracias. No hablo de «keynesianadas» como la socialdemocracia (ring de boxeo económico para austríacos y socialistas) hablo de socialismo real, del socialismo de Salvador Allende, pero por desgracia en este mundo todavía quedan demasiados Pinochets.

 

Créditos para: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/69801-neonazis-y-auge-de-la-propaganda-fascista.html 

DE ESAS VERDADES QUE DUELEN Y DE PASO MAL DICHAS

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Psicovivir

Cuando te darás cuenta que creer en promesas sin acciones es declarar que eres suma cum laude en pendejismo?

No te has fijado que si no deja a la esposa por ti es que sencillamente no la dejará? Hasta cuando jugarás a la pendeja?

Es decir que sacaste el titulo del gafo del año al no comprender que si ella no tiene orgasmos es que eres mal amante?

Te dieron con un martillo en la cabeza o es a propósito la imbecilidad el que creas que si maltratas a una mujer, ella va a seguir amándote?

No te has dado cuenta o es que te negaron el cerebro cuando te mienten y sigues confiando?

Y tú en serio vas a seguir  haciendo el ridículo mendigando amor? La palabra dignidad no te sale en google?

Explícame como si yo fuera un niño de 5 años, como es que el imbécil ese…

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