El espacio público no es la propiedad privada del déspota…
El “espacio público” es algo que nos parece obvio y tenemos la impresión de que (…) es un dato, algo que crece sólo o que cae del cielo, pero así olvidamos que en las sociedades de Estado, las sociedades divididas, como las monarquías asiáticas, no existe un auténtico espacio público: la política es un asunto privado del rey, del emperador, de la burocracia real o de los sacerdotes. Para que haya espacio público es preciso a la vez que haya asuntos públicos y que se cree un lugar donde todos los discutan y los zanjen. Además, esto no debe incumbir únicamente a las decisiones finales –de lo contrario, el proceso giraría en el vacío–, sino también a todos los supuestos previos sobre cuya base se toman esas decisiones”.
Cornelius Castoriadis, La ciudad y las leyes. Lo que hace a Grecia, 2. Seminarios 1983 – 1984. La creación humana III, 2012…
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