Mes: septiembre 2013

De la Guerrilla Televisión a la Resistencia en la Red / Laura Baigorri

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EL FUTURO YA NO ES LO QUE ERA. De la Guerrilla Television a la Resistencia en la red
Laura Baigorri

“Hacia el año 2010, tendremos por lo menos un premio Nobel de literatura que no habrá publicado todavía un solo libro. Todos los sueños de los autores de poesía concreta y el libro no-lineal de Marshall Mc Luhan se realizarán muy baratos… La literatura narrativa, los poemas, las epopeyas y los comics se fusionarán. Asistiremos al nacimiento de la literatura sin libros y del poema sin papel… Podremos poseer todos los libros de la Biblioteca Pública de Nueva York y, durante nuestro tiempo de ocio, tendremos el hábito de leer de forma arbitraria… por ejemplo: en qué se distingue la gramática bengalí de 1853 de la primera gramática ouzbeck, aparecida… digamos… en 1957 en Rusia… Cuando hagamos un largometraje acabará de diversas maneras y los lectores podrán seleccionar su propio final… Sobre la pantalla veremos luces perpetuamente parpadeantes… También nos podríamos preguntar ¿tendremos verdadera necesidad de toda esta información?”
Nam June Paik 1977.
KEY WORDS INDEX: profecías: 1977-2010, necesidad guerrilla tv activismo net espacios físicos espacios virtuales élites mediáticas espacio de libertad espacio de control poder localizable poder difuso paradoja sistema ->otro lado, ->interior, ->conciencia echar los dados

En 1971, Michael Shamberg y Raindance Corporation publicaron Guerrilla Television, (1) un libro que acabaría dando nombre a uno de los principales movimientos contraculturales de la época. Los activistas del vídeo lucharon contra el poder político e institucional de los 70, pero, sobre todo, contra el poder mediático de la TV. Y lo hicieron con sus mismas armas, utilizando una tecnología y unos canales, hasta entonces privativos del poder. No se trató nunca de un hecho aislado; en diferentes paises del mundo occidental se utilizó el vídeo contra el poder establecido, contra “el sistema”. Muchos creyeron que el nuevo medio se convertiría en la herramienta definitiva para el arte democrático,… pero si bien es cierto que los guerrilleros del vídeo encontraron sus espacios de influencia en la opinión pública, una década más tarde su rebelión acabó diluyéndose entre los entramados del poder.

En nuestros días, el potencial comunicativo y artístico de la red también está siendo utilizado de manera crítica por los activistas. Y, puesto que Internet se perfila como uno de los mayores bastiones del poder espectacular, resulta lógico que éstos se sirvan de sus mismas armas, de su misma tecnología.
No pretendo aquí determinar la idoneidad de cada lucha -tampoco estoy insinuando la caducidad del vídeo frente a la red-, sino precisar la eficacia del nuevo medio en este tipo de prácticas. Tras su irrupción en el mundo del arte, no han faltado especulaciones sobre el profético cambio de signo que la red acabará imprimiendo al arte, ni sobre el futuro rol social del artista en este ámbito. Gene Youngblood, un autor cuyas teorías ya estuvieron en boga en los 70, puntualiza acerca de la red: “Este será un arte de consecuencias diarias, útil, integrado con la vida de forma utilitaria al mismo tiempo que sigue siendo reconocido como arte, independientemente de sus diferencias con cualquier arte conocido hasta el momento. La nueva práctica integrará arte, ciencia y tecnología, y por lo tanto, los trascenderá. No será arte ni ciencia, sino una disciplina híbrida para la que las distinciones no serán relevantes. Involucrará la investigación estética en ámbitos que anteriormente no eran considerados como pertenecientes a la esfera de la actividad estética. Salvará el cisma existente entre el arte y el mundo en general, y contribuirá directamente a la transformación de éste. El papel social del nuevo artista será definido de acuerdo con las funciones que mantienen unida a la sociedad; y el nuevo artista desempeñará, ciertamente, un papel vital en la anticipación del próximo paso en la historia social”. (2)
Antes de tachar de utópicas estas proyecciones, vamos a tratar de detectar sus verdaderos puntos de anclaje. Desde la limitada perspectiva que nos proporciona el análisis de los proyectos hasta ahora realizados, y manteniendo nuestro eje en el territorio del activismo cultural, intentaré dilucidar qué antiguas cuestiones han quedado resueltas y qué nuevos obstáculos se vislumbran ya en el horizonte. Vayamos por partes.
En primer lugar está la cuestión del feed-back, generalmente mal resuelta en el terreno videográfico y que ahora parece haber encontrado una salida en el correo electrónico siempre accesible de los autores. Los usuarios pueden expresar sus críticas e incluso pueden colaborar en la creación de algunas obras -otro asunto son las dificultades de superación de un hábito educacional que induce a la contención-; de hecho, suelen ser proyectos que solicitan expresamente su opinión y su participación. De aquí, a que la red encarne el prototipo del arte interactivo se abre una distancia que muy pocos proyectos han conseguido salvar.
Otro de los problemas del vídeo activista ha sido siempre la dificultad de difusión. Sólo contados trabajos se han podido emitir por las cadenas públicas de TV, limitándose, la mayoría de ellos, a cadenas locales de carácter comunitario; su otra opción, la más común, son las distribuidoras independientes, que si bien desarrollan una digna labor, nunca han podido cubrir un amplio espectro divulgativo. En parte, debido a las imposiciones del mercado del arte, y en parte, al mal endémico del arte mediático. Seamos realistas: las obras de vídeo interesan básicamente a los creadores de vídeo; sólo en muy raras ocasiones el resto de la comunidad artística se ha sentido atraída por ellas.
En el caso concreto del activismo videográfico, la eficacia de sus propuestas se mide por la calidad de la obra -poder de impacto-, pero sobre todo, por su potencial comunicador: por la cantidad de individuos susceptibles de ser afectados y, consecuentemente, implicados en su ideología. Bajo este aspecto, se han obtenido resultados en su faceta más documental, pero la ineficacia resulta evidente en el terreno del videoarte, donde su radio de acción sólo alcanza a un reducto de la comunidad artística -¿videoartista busca concienciar a videoartista? La endogamia está destinada a consumirse en su propio “círculo vicioso”-.
A partir del instante en que este tipo de propuestas comenzaron a contaminar la red, los integrados vieron reactivarse de nuevo su ilusión democratizadora del arte y la información: por fin se podía romper la barrera de la endogamia y de la difusión selectiva. Las obras habían conseguido salir fuera de sus espacios habituales -museos y galerías en determinados casos (es decir, élites artísticas) y canales de ámbito local en otros, (es decir, getthos comunitarios)-, circulaban permanentemente en la red y cualquiera podía acceder a ellas. Subrayo “cualquiera” porque esta palabra va a traer cola. (3) Enseguida lo veremos.
Primer desplazamiento: de cómo los espacios físicos encuentran su lugar en los espacios virtuales
Las obras de los artistas/activistas han salido del espacio físico del museo y la galería, pero gran parte de ellas -sector profesionalizado- se siguen encontrando en webs de museos, galerías e instituciones, en la élite artística de Internet.
La buena noticia es que el entorno institucional se ha tornado más abierto y permisivo; no sólo consiente, sino que se muestra interesado por un tipo de iniciativas que a primera vista atentan contra sus propias estructuras de poder. Desde hace unos años, venimos observando cómo algunos profesionales independientes ocupan la dirección de varios centros, implantando una política gestionadora que acepta en su seno variedad de propuestas críticas. Un paso hacia adelante.
La mala noticia es que se trata de un espejismo. Los activistas del arte siguen sin independizarse de una mediación institucional cuya aparente neutralidad sólo es una trampa. Entre otras cosas, porque induce a la relajación (y ése es uno de sus efectos secundarios más leves).
Esta circunstancia se manifiesta con mayor claridad en las situaciones extremas que afectan a la transición política de un país: “En la etapa del fascismo (Salazarismo) – asegura Leonel Moura (4) – la cultura tenía en sí misma un contenido político; el mero hecho de hacer cultura era un acto político, era un acto de resistencia. Con la democracia esta situación se acaba, y entonces para seguir haciendo un arte político había que profundizar, había que alcanzar mayor evidencia y objetividad. La cultura en la democracia se encuentra integrada como una forma de expresión supuestamente neutral. Evidentemente no lo es. (…) En cierto modo, se asiste a una despolitización del arte”. Pero también queda al descubierto en otras situaciones menos radicalizadas: “En un clima culturalmente conservador tu eres invisible, y en un clima culturalmente liberal eres visible, pero sólo en cierta manera. Esta situación liberal es muchas veces más problemática que una situación conservadora”. (5)
En los 70 se podía detectar fácilmente “al enemigo”: se encontraba allí donde habita la censura, el conservadurismo y la explotación. Hoy en día, su localización resulta más difícil, envuelta como está en un halo de condescendiente permisividad. Tal y como apuntan Marcelo Expósito y Carmen Navarrete en un artículo de título revelador, esta actitud conciliadora no es más que una estrategia institucional de neutralización, asimilación e integración de la práctica política del arte, destinada a generar nuevas formas contemporáneas de control y censura en el arte que son tremendamente más poderosas y eficaces. (6) E Internet, ese “nuevo espacio de libertad” que promete cumplir el sueño universalista de acceso y participación en el arte y la información, da buena cuenta de ello.

Primer problema de cualquiera, o la cuestión de las élites mediáticas
“La revolución del vídeo fracasó por dos razones: falta de acceso y ausencia de deseo”. (7) Falta de acceso a los medios de postproducción y difusión; desinterés y parálisis ante la idea de producir más imágenes en el seno de una sociedad saturada ya de imágenes. Traslademos la cuestión al activismo en la red. ¿Quién tiene acceso a Internet? ¿cualquiera?, ¿quién se interesa por el arte y el activismo social? ¿cualquiera?
Nos encontramos en el mismo punto de partida. Posiblemente Internet se esté convirtiendo en el sancta santorum de la comunicación, pero sus usuarios lo utilizan -adiosgracias-de una manera selectiva: “la gente del arte” intenta localizar webs de arte y, en el mejor de los casos, también de crítica, teoría, cultura… Por otra parte, no debemos olvidar que el común de los mortales -usuarios o no- tiene un desconocimiento total de las prácticas artísticas mediáticas. Si a más de 30 años de su aparición, el vídeo de creación sigue siendo todavía un reducto ajeno a los “no iniciados” ¿qué no va suceder entonces con el arte en red?
En la era del marketing espectacular, el primer obstáculo con el que se enfrenta el activismo de la red continua siendo la falta de deseo. Su estrategia, quizás, debería centrarse en la propuesta de nuevas tácticas destinadas a atraer e implicar a un sector más amplio de la población, a la captación de un “público” entre los usuarios actuales; mientras, el acceso masivo a la red será sólo una cuestión de tiempo -seamos optimistas y olvidemos por un momento que más de la mitad de la población mundial todavía no tiene teléfono-.

Segundo problema de cualquiera, o como “un nuevo espacio de libertad” ha sido siempre un espacio de control
Tan pronto despuntaron las primeras luces en las pantallas de sus ordenadores, algunos románticos creyeron detectar en Internet un nuevo espacio de libertad donde ocultarse de la autoridad social y ejercer su autonomía: se trataba de una zona desterritorializada, no legalizada y, supuestamente, libre de vigilancia. Desde allí, sus ideas podían conseguir una amplia difusión -impensable en otros medios tradicionales- podían afectar a cualquiera. Efectivamente: cualquiera podía acceder a sus espacios, el poder también.
Tan sólo dos apreciaciones; una: jamás hay que subestimar la rapidez y la capacidad de adaptación del poder ante cualquier tipo de estrategia subversiva. (Queridos niños: no sólo los ciberpolicías se dedican a atrapar pederastras a través de webs que fomentan la pornografía infantil).
Dos: el poder no va a “apropiarse” nunca de un espacio que siempre le ha pertenecido ¿acaso ya hemos olvidado que la estrategia de red fué impulsada y desarrollada por militares y que, una vez calculados los riesgos, decidieron prestar su potencial tecnológico a la explotación comercial? El “nuevo espacio de libertad” ha estado siempre doblemente vigilado, tanto por el aparato represivo, como por el aparato comercial del poder. Y en Internet es el poder difuso quien se mueve libremente por su propio territorio. -”No hay democracia en la concepción de nuestro futuro, sólo en la elección de futuros previamente concebidos y determinados. No hay libertad de creación, sólo libertad de consumo”- Kit Galloway (8)
Segundo desplazamiento: de cómo el poder localizable encuentra su lugar en el poder difuso
En un lúcido ensayo, Critical Art Ensemble establece un paralelismo entre las estructuras de poder que dominan Internet y el antiguo pueblo de los escitas, descrito por Herodoto en Las Guerras Médicas. (9) Parece ser que este pueblo nómada no contaba con ciudades o territorios estables, una cuestión que implicaba tanto la imposibilidad de ser localizado con precisión, como la de ser atacado o conquistado. Sus ofensivas militares caían siempre por sorpresa y su permanente movilidad infundía el temor de un ataque aún cuando estaban ausentes. En el campo del poder difuso, también los nómadas que ostentan el poder en la red se encuentran siempre a la ofensiva, ya sea a través de “un pillaje amistoso dirigido seductoramente contra los pasivos”, o bajo su forma burocrática, ejerciendo el poder que otorga la información -estableciendo controles, archivando datos-. Y, puesto que vagan libremente entre todo tipo de fronteras, territoriales y económicas, su fortaleza radica en que no necesitan ponerse a la defensiva.
Cabe apuntar, no obstante, que este peculiar sistema de vigilancia -basado en el caos y en la desterritorialización- pierde su efectividad a partir del momento en que las características del medio que favorecen el ejercicio del poder son, paradójicamente, las mismas que nos permiten eludir su control. Porque el poder es incapaz de cubrir por completo un territorio tan vasto; porque en el espacio caótico de la red no es posible ningún sistema de control universal.

Revolución y solidaridad fueron los lemas de una generación de guerrilleros del vídeo que vivió su juventud en los 70. Pretendían subvertir el poder del “establishment”, cambiar el mundo, y su ideario utópico les llevó a pensar que lo conseguirían. En cualquier caso, ellos se sabían “al otro lado del sistema”. Los activistas actuales son tan conscientes de la imposibilidad de hacerlo, como de la verdadera efectividad de su potencial desestabilizador. Plantean su activismo como una resistencia, la resistencia de quien habita “en el interior del sistema” y, desde este punto de vista, se podría decir que actúan como la conciencia del sistema. “Si critico al sistema lo hago sabiendo que estoy funcionando dentro de él” -asegura Barbara Kruger- “Siempre estás en un sistema. Estás en un sistema incluso si no cuentas o eres tratado como algo insignificante, también entonces eres parte del sistema. La cuestión es cómo trabajar dentro de ese sistema pero interviniendo, haciendo preguntas, deplazando cuestiones”. (10)
Actualmente se pueden diferenciar dos modelos de trabajo crítico en el interior de la red que siguen la tradición activista más convencional (videográfica, o no): el que desarrolla una voluntad conciliadora y el que se basa en las tácticas de sabotaje.
El primero intenta propiciar la reflexión y ser constructivo, sin perder, eso sí, un ápice de su escepticismo. Su vertiente artística genera proyectos creativos utilizando el potencial específico de la red -The File Room, Refugee Republic, ®™ ARK, Potatoland, The Technologies To The People- Su faceta documental y comunicativa propone cubrir los huecos que la información espectacular anula o distorsiona -Media Filter, Disinformation, Tao, Free Speech TV, Zapatistas en el Ciberespacio-, pero también participar en el debate crítico de ideas y proyectos a través de los grupos de discusión y de la planificación colectiva. La duda es la herramienta de la inteligencia.

El segundo método crítico, mucho más radical y a todas luces efectivo, nos permite certificar esperanzados que no sólo el poder se encuentra difuso e ilocalizable, que su inevitable omnipresencia está repleta de fisuras y grietas y que el activismo nómada todavía puede ocultarse en ellas.
China, año 700 a.c. El misterioso filósofo-guerrero Sun Tzu, escribe El Arte de la Guerra, (11) un libro de estrategia militar que paradójicamente se opone a la guerra. Para Sun Tzu, la máxima eficiencia consiste en hacer que el conflicto sea innecesario -”es mejor ganar sin tener que luchar”- y para conseguirlo propone infiltrarse en los secretos del enemigo y cambiarlo desde dentro. Una de sus tácticas parte de la distinción de dos tipos de espías: el espía que vive y el espía que muere. Al primero se le encomienda la tarea de penetrar tras las líneas enemigas y volver sano y salvo con informaciones necesarias. El segundo es el pobre diablo que se carga de falsas informaciones y se libra al enemigo con la intención de que transmita datos erróneos. (“La información con contenido no es más importante que la información sin contenido”. Norbert Wiener).
La tarea de los hackers consiste en infiltrarse en las redes del poder para obtener información reveladora, para inocular falsa información o para destruir la que encuentran; ya no se trata de descentralizar la información, sino de capturarla, anularla o subvertirla. La utilización creativa que hacen del medio abunda en la calidad artística de su activismo y además les convierte en dignos sucesores del espíritu estratégico de Sun Tzu. Con una diferencia fundamental: esta vez, el éxito de la misión radica en que jamás sean librados al enemigo. Porque su supervivencia depende, primero, de su talento para desaparecer sin dejar rastro, y después, de su capacidad para reorganizar un nuevo ataque desde “otro lugar”-. Como es de suponer, me estoy refiriendo a los TAZ (Zonas Temporalmente Autónomas), ese inteligente concepto desarrollado por Hakim Bey como “microcosmos del sueño anarquista”. “El TAZ es como una revuelta que no se engancha con el Estado, una operación guerrillera que libera un área y se autodisuelve para reconstruirse en cualquier otro lugar o tiempo, antes de que el Estado pueda aplastarla. (…) Su mayor fuerza reside en su invisibilidad. Tan pronto como un TAZ es nombrado -representado y mediatizado- debe desaparecer, desaparece de hecho, dejando tras de sí un vacío, resurgiendo de nuevo en otro lugar, e invisible de nuevo en tanto que indefinible para los términos del Espectáculo. (…) El TAZ es un campamento de guerrilleros ontológicos: golpean y corren”. (12)
De hecho, Bey está planteando las mismas cuestiones tácticas que Critical Art Ensemble, pero desde una perspectiva que equilibra a los contrarios: el poder difuso y nómada también encuentra una “resistencia” en la contraofensiva de los TAZ. Y si la Guerrilla TV acabó diluyéndose entre los entramados del poder, debido (entre otras cosas) al carácter estático y localizable de su rebelión, los TAZ de la resistencia Net, concebidos como una forma autónoma de insurrección, todavía pueden eludir el control y su represión porque son capaces de quemar sus naves, de disolverse… en la nada.

Disolvamos nosotros también, de una vez por todas, ese determinismo tecnológico que nos induce a pensar que toda nueva tecnología no sólo sustituirá a la tecnología precedente, sino que está destinada a cumplir la transformación radical del arte y de la comunicación. Resulta evidente que el activismo en la red ha forzado un reajuste mediático de estrategias y expectativas, pero éstas también obedecen a las reglas más básicas del sentido común. Por suerte o por desgracia, Internet no está más allá de las Puertas de Tanhauser.
Se trata, por tanto, de adoptar una postura crítica que cuestione las contradicciones y riesgos que entraña el desarrollo de esta nueva frontera; se trata, en definitiva, de sopesar tanto el origen de las conclusiones más delirantes, como las motivaciones de sus propulsores. Y desde esta perspectiva, no deja de ser revelador que los textos más eufóricos hayan sido escritos, o dictados, por los gurús de las grandes corporaciones.
Pero no voy a cerrar estas páginas sin recordar que aquí también hay una “buena noticia”, la contrapartida a la postura tecno-escéptica que deliberadamente he adoptado a lo largo del texto. Y es que tampoco debemos olvidar que la red se encuentra en un período evolutivo cuyas posibilidades y limitaciones no están consolidadas, circunstancia que no sólo nos permite un amplio margen de intervención, sino que nos responsabiliza, en cierto modo, de su configuración definitiva. -”El mundo electrónico no está, ni mucho menos, completamente establecido, es necesario aprovechar su fluidez y ser inventivos ahora, antes de que sólo nos quede como arma la crítica”-. Critical Art Ensemble.
Aprovechemos, pues, que en Internet todavía no están echados los dados para decidirnos a jugar la partida de nuestro “destino tecnológico”. Porque lo que suceda en el FUTURO depende de cómo reaccionemos tu y yo AHORA. <AM.END>
Laura Baigorri, 1998

Notas
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1. Guerrilla Television, Michael Shamberg & “Raindance Corporation”; Holt, Rhinehart and Wiston, New York, 1971.
2. Gene Youngblood, “Electronic Café International. El desafío de crear al mismo nivel que destruimos”, en Ars Telemática, Claudia Giannetti (ed). L’Angelot, Barcelona, 1998.
3. Howard Rheingold, “El futuro de la democracia y los cuatro principios de la comunicación telemática”, en Ars telemática, Op. cit: “Actualmente, un niño de diez años que disponga sólo de cien dólares podrá combinar estas dos tecnologías (ordenador personal y red de telecomunicaciones) y, pulsando un botón, va a tener acceso a cualquier gran biblioteca universitaria del mundo, a un púlpito maravilloso y a un mundo lleno de aliados”. Cualquiera, hasta un niño, puede acceder al fantástico mundo de colores,… mágico… mundo… de Internet. Por cierto, ¿querrán los niños cambiar sus juegos infantiles por bibliotecas universitarias?
4. “Entrevista con Leonel Moura”, Santiago B. Olmo en Lápiz n.137, 1998.
5. Declaraciones de Doug Ashford (Group Material), en “Tres versiones de la práctica artística considerada como crítica cultural”, Jorge Luis Marzo y Jorge Ribalta, Kalías n.12, IVAM, Valencia, 1995.
6. Marcelo Expósito y Carmen Navarrete, “La libertad (y los derechos) (también en el arte) no es algo dado, sino una conquista, y colectiva”, en Aleph http://aleph-arts.org/pens/libertad.htm
7. Critical Art Ensemble, “Plagio utópico, hipertextualidad y producción cultural electrónica”, en Tecnología y disidencia cultural, Arteleku, Donostia, 1996.
8. Kit Galloway es co-fundador, junto a Sherrie Rabinowitz de Electronic Cafe Internationalhttp://main.ecafe.com/
9. Critical Art Ensemble “Nomadic Power and Cultural Resistance”, en The Electronic Disturbance,http://mailer.fsu.edu/~sbarnes/ted/ch01.html.
10. Barbara Kruger en “Tres versiones de la práctica artística considerada como crítica cultural”, Op. cit.
11. Sun Tzu, “El Arte de la Guerra”, edición española José Ramón Ayllón, Martínez Roca, Madrid, 1999. En Internet, 1998 http://www.favela.org/sphinx/artofwar/html/index.html
12. Hakim Bey, “TAZ. La zona temporalmente autónoma”, en Acción Paralela n.3, Cuenca, 1998.

 

Créditos para: http://redfilosoficadeluruguay.wordpress.com/2012/08/16/de-la-guerrilla-television-a-la-resistencia-en-la-red-laura-baigorri/ 

 

La ilusión de la vida ordinaria, René Guénon

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Red Filosófica del Uruguay

“La ilusión de la vida ordinaria”, de René Guénon

Lo que se puede llamar el punto de vista profano no es, como lo hemos dicho frecuentemente ya, otra cosa que el producto de una verdadera degeneración espiritual, puesto que no podría existir en una civilización íntegramente tradicional, donde todas las cosas, en cualquier dominio al que pertenezcan, participan necesariamente en el carácter sagrado que es el de la tradición misma. Siendo al mismo tiempo la civilización tradicional la que puede considerarse como normal, hay pues algo verdaderamente anormal en ese punto de vista, que consiste en suma, incluso allá donde todavía subsisten ciertos elementos tradicionales, en ponerlos en cierto modo aparte, dejándoles un lugar tan reducido como sea posible, de tal manera que no ejercen ya ninguna influencia sobre el resto de la actividad humana, la cual desde entonces será considerada como constituyendo un dominio profano, bien que, en realidad…

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Todos y nadie, Jorge Luis Borges

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Red Filosófica del Uruguay

«Everything and nothing», de Jorge Luis Borges

Nadie hubo en él; detrás de su rostro (que aun a través de las malas pinturas de la época no se parece a ningún otro) y de sus palabras, que eran copiosas, fantásticas y agitadas, no había más que un poco de frío, un sueño no soñado por alguien. Al principio creyó que todas las personas eran como él, pero la extrañeza de un compañero, con el que había empezado a comentar esa vacuidad, le reveló su error y le dejó sentir para siempre, que un individuo no debe diferir de su especie. Alguna vez pensó que en los libros hallaría remedio para su mal y así aprendió el poco latín y menos griego de que hablaría un contemporáneo; después consideró que en el ejercicio de un rito elemental de la humanidad, bien podía estar lo que buscaba y se dejó iniciar por…

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El odio y la mentira:entrevista a Albert Camus

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Red Filosófica del Uruguay

(1951) Entrevista a Albert Camus. Le progés de Lyon.

-¿Le parece lógico comparar las palabras “odio” y “mentira”?
Albert Camus:-El odio es en sí una mentira. Hace el silencio, instintivamente, en torno a toda una parte del hombre. Niega lo que, en cualquier hombre, merece compasión. Miente, por lo tanto, esencialmente sobre el orden de las cosas. La mentira en cambio es más sutil. Cabe mentir sin odio, por simple amor a sí. Por el contrario, todo hombre que odia se detesta en cierto modo a sí mismo. No hay pues, un nexo lógico entre la mentira y el odio, pero hay una filiación casi biológica entre el odio y la mentira.
-En el mundo actual, presa de las exasperaciones internacionales, ¿no adopta a menudo el odio la máscara de la mentira? Y la mentira, ¿no es una de las mejores armas del odio, la más pérfida y quizá la…

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SLAVOJ ŽIŽEK – En defensa de la intolerancia

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Red Filosófica del Uruguay

SLAVOJ ŽIŽEK – En defensa de la intolerancia

ÍNDICE
– Introducción
– La hegemonía y sus síntomas
– ¿Por qué las ideas dominantes…
– Lo político y sus negaciones
– La post-política…
– …y su violencia
– ¿Existe un eurocentrismo progresista?
– Los tres universales
– La tolerancia represiva del multiculturalismo
– Por una suspensión de izquierdas de la ley
– La sociedad del riesgo y sus enemigos
– El malestar en la sociedad del riesgo
– La sexualidad hoy
– «!Es la economía política, estúpido!»
– Conclusión: El tamagochi como objeto interpasivo

La primera forma de la esperanza es el miedo, el primer semblante de lo nuevo, el espanto. Heiner Müller

INTRODUCCIÓN

La prensa liberal nos bombardea a diario con la idea de que el mayor peligro de nuestra época es el fundamentalismo intolerante (étnico, religioso, sexista…), y que el único modo de resistir y poder derrotarlo consistiría en…

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Candy Crush: ¿Pasatiempo o generador de ansiedad?

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La psicóloga remite en la importancia de encontrar un equilibrio entre el deber y el placer. Imagen Archivo

Por día, es jugado nada menos que 700 millones de veces y tiene alrededor de 20 millones de usuarios activos diarios. Es que el Candy Crush es el juego del momento. Pero… ¿es un simple pasatiempo o un gran generador de ansiedad?

Para la psicóloga María Cecilia Palozzo, miembro del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), “parte de su gran atractivo, radica en su característica de ser un juego social; a través de Facebook no sólo se puede seguir a los demás jugadores generando competencia y expectativa sino que también se puede pedir ayuda a los mismos para obtener más formas de continuar participando”. Pero no es solo eso: la facilidad de obtener la aplicación en múltiples dispositivos (como en la tablet, el celular, la computadora), y el hecho de que sea gratuita, fomentan aún más su popular éxito.

Palozzo explica, entonces, por qué el juego logra generar la adicción que muchos usuarios desarrollan: “Diversos estudios demuestran el efecto que producen las tareas irresueltas y la necesidad imperiosa por concluirlas para sentir la satisfacción por haberlo logrado. Esto hace que todo el tiempo estén pendientes de avanzar en el juego e ir ‘cerrando pendientes’”.

Sumado a esto, se encuentra el factor social, el cual invita a los usuarios a estar permanentemente conectados y pendientes de los demás. Tal es la importancia de dicho factor, que la licenciada acentúa: “Desde que Facebook se convirtió en motor de nuestros contactos afectivos y sociales, ya no podemos escaparnos fácilmente de sus demandas. En parte, sigo jugando porque hay alguien que me necesita y del que yo también como jugador dependo”.

El ritmo de vida actual (el cual la especialista describe como “convulsionado, agitado y estresante”) es también un factor propulsor en cuanto a lo adictivo del juego: “El ritmo de vida que hoy se nos impone nos lleva a buscar mecanismos para evadir al menos un poco la realidad y disminuir la ansiedad que tanto nos genera”.

María Cecilia Palozzo indaga acerca de si el juego genera entonces mayor o menor ansiedad. “La ansiedad es una emoción básica, adaptativa y normal que surge ante un desafío o peligro. Su función es la de ayudarnos a responder ante dicha situación de manera apropiada. Nos damos cuenta de ella al sentir el palpitar agitado de nuestro corazón o por esa sensación rara de zozobra o inquietud, que finaliza o cesa una vez resuelta la situación o problema”.

Entonces, ¿aumenta o disminuye mi ansiedad? Explica que el proceso que lleva a este tipo de juego a convertirse en una actividad adictiva, a pesar de la aparente ansiedad que puede generar: “Paradójicamente, disminuye la ansiedad provocando cierto bienestar a medida que resuelvo cada desafío, pero la aumenta a medida que avanzo a partir de nuevos desafíos que necesito resolver. Se convierte en un círculo vicioso: cuanta más ansiedad tengo, más juego; cuanto más juego, más ansiedad genero. Así se transforma en un pasatiempo altamente adictivo”, explica Palozzo.

Sin embargo, y más allá de los factores mencionados, no a todos les genera el mismo efecto. “No todas las personas son susceptibles de generar una adicción, ya que para ello implica un grado de predisposición y características de personalidad particulares”. ¿Cómo definir si el juego se volvió una adicción para el jugador o no? Diversos indicios podrían responder a la interrogante. Por ejemplo, cuando la ansiedad comienza a ser marcada, definida, persistente, generando una necesidad urgente por jugar sin pensar en sus consecuencias y se pierde el control fácilmente, o cuando el juego regla y modifica la vida del jugador, trayéndole problemas a nivel laboral y socio-afectivos como también de la propia salud. “En ocasiones puede sentirse malestar intenso, taquicardia, angustia, o irritabilidad si no se logra conectarse o cuando no se puede jugar”, agrega.

Para concluir, la psicóloga remite en la importancia de encontrar un equilibrio entre el deber y el placer, “para ello hay numerosas actividades que podemos disfrutar saludablemente y que cumplen con la dosis justa y verdadera de distracción y serenidad. Una clave esta en diversificar dichas actividades”.

entremujeres/JP

 

Créditos para: http://diariodecaracas.com/tecnologia/candy-crush-pasatiempo-generador-ansiedad 

GUERRA / Leonardo Silva Beauregard

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 Junto a la palabra “muerte”, la palabra “guerra” ha sido un motivo recurrente en el discurso revolucionario bolivariano que sin duda encuentra sus raíces en la formación cuartelera de sus líderes –o mejor dicho, de su líder y sus secuaces-, y que ya en los días de cárcel del galáctico en Yare se manifestaba en sentencias como su infame “la guerra civil es fratricida pero necesaria”. Las reiteradas amenazas como “soy yo o la guerra” no requieren mayor mención, todos las tenemos presentes.
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 La historia nos enseña que la guerra es un efectivo factor de proselitismo, unificación y cohesión del basamento popular, en especial en regímenes totalitarios, máxime si están tambaleantes. Cuando la dictadura militar argentina de Leopoldo Galtieri se encontraba en la sima de la popularidad y enfrentaba el más profundo repudio del pueblo, los generales decidieron lanzarse en una aventura suicida contra el Reino Unido por el rescate de las Islas Malvinas a sabiendas de que la temeraria acción fracasaría, pero con el objetivo de conquistar la simpatía y el aglutinamiento de los argentinos. Y sí tuvieron relativo éxito en esta meta, pues no solamente lograron cierta adhesión de la gente a tal causa nacionalista, sino que hasta los países de la región, a excepción de Chile y Colombia, apoyaron la criminal maniobra.
 
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 El gobierno –si es que a esta desatinada gestión se le puede llamar así- de Nicolás Maduro encontró tropiezos desde el primer día que asumió labores presidenciales, al inicio como encargado, y luego como presidente electo fraudulentamente. Fue heredero de un desastre económico en el que el comandante eterno había sumido al país como consecuencia de sus intentos de instaurar el socialismo y de la quema acelerada de recursos para financiar el populismo fascista que lo mantuvo en el poder. No es un secreto que para las elecciones del 7 de octubre de 2012 sacrificó el futuro económico inmediato a estos efectos. Raspó la olla y hasta asumió más deuda externa para “invertir” en la que sería su última campaña electoral. Fue un acto suicida (como tantos que caracterizaron la conducta del portento de Sabaneta). Sin duda en lo más íntimo de su ser sabía que el pago por sus desafueros correspondería a quienes le sobrevivieran. Así, en diciembre la bomba de la debacle económica comenzó a explotarle al incapaz Maduro quien llamó a esta crisis heredada “la guerra económica”; guerra supuestamente librada por los EEUU, la derecha internacional y los apátridas de la oposición contra la revolución.
Muchos culpan a Maduro de las devaluaciones que siguieron, de las medidas imbéciles para el control de la economía que empezaba a colapsar, pero la realidad es que todos estos hechos tienen un autor póstumo: el gigante centauro barinés de quien dicen “vive”; y que sin duda vive en la implosión económica que le está dando muerte al régimen del colombiano piticubiche sin partida de nacimiento y en la ruina del país. No es cierto, como afirman tantos, que “Nicolás quebró al país”. No. Al país lo quebró Chávez, Nicolás solamente está a cargo de su liquidación.
 
¿Pero por qué llamar “guerra económica” al resultado del fracaso del socialismo? El uso de la palabra “guerra” no es casual. No se trata solo de una excusa, de desviar la culpa a otros, de proyectarse en terceros culpándolos de las fallas propias. Es más que esto. Es –mediante el mecanismo de la designación de un enemigo externo en calidad de chivo expiatorio- aglutinar alrededor de la causa de la guerra al erosionado pueblo chavista hoy ya casi inexistente. Un último intento desesperado por recuperar algo de ese pueblo que alguna vez fue chavista; por salvar algo de aquello que alguna vez se llamó chavismo: la secta destructiva que sin su líder mesiánico psicopático está fragmentándose y desapareciendo.
 
A la “guerra económica” ahora le sumaron la “guerra eléctrica” y la “guerra psicológica”. ¡Hasta le dieron nombre y apellido a esta última en ese esfuerzo fútil de definir a un enemigo a destruir!: J.J. Rendón, suerte de superhéroe según Maduro y sus cubiches, hombre de tales poderes que por sí solo es capaz de poner en emergencia a la dictadura bolivariana. ¿O quizás tal proeza no se deba a sus superpoderes sino a la extrema debilidad del régimen ilegítimo…?
 
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El uso de la palabra “guerra” encierra serias implicaciones. Además de exacerbar el espíritu nacionalista de los pocos seguidores que aún le restan al chavismo, y de recuperar las simpatías de alguno que otro de los espantados por los evidentes desatinos de Maduro y demás herederos del supremo sabanetero, ella es un llamado a la Fuerza Armada a cumplir su función primaria: la defensa nacional en caso de guerra. La FAN existe para la guerra. Es decir, al usar la palabra “guerra” por instrucciones de Cuba, se está convocando a la FAN a tomar parte en la defensa del país en contra de quienes supuestamente libran esta guerra: la oposición apátrida, los medios independientes (los 4 que quedan) que se atrevan a informar sobre la escasez y otras plagas socialistas, la derecha amarilla, los empresarios incapaces de satisfacer su función económica a consecuencia de las trabas socialistas, los académicos que denuncian la ruina del sector eléctrico y la desaparición como sobreprecio de $50.000 millones de los $80.000 millones “invertidos” en él, los dueños de supermercados imposibilitados de llenar los anaqueles debido a las distorsiones de la economía socialista, y todo aquel que de una forma u otra disienta del pensamiento único comunista.
 
La designación de un tercero como enemigo en el que el opresor –que se siente representante del bien- proyecta todas sus fallas, males y carencias, su esencia, le permite proceder luego a la aniquilación de ese enemigo –que representa para él el mal- sin remordimientos, sin culpa, con total convicción de que se está destruyendo algo maligno, ¡y hasta con la ayuda Dios! De que está cumpliendo con el deber. Lo cual es cierto en gran medida pues al destruir el mal propio proyectado en ese enemigo, el opresor está destruyendo esa parte malvada de sí mismo que tanto teme, odia, le avergüenza y desprecia, en un ritual de purificación de importancia vital. De allí que el Psicoanálisis considere la existencia del enemigo como necesidad indispensable para la vida del hombre.
 
Nicolás anunció el comienzo de una nueva etapa de la revolución si esta “guerra económica-eléctrica-psicológica” no cesa. Y no cesará pues en realidad es una guerra interna que libra el propio régimen portador del germen de su propia destrucción, contra sí mismo. La amenaza contenida en este anuncio que incluyó el llamado a milicias y otros grupos armados de la revolución, y que implica la orden a la FAN para que actúe, decreta la liberación de la más salvaje represión por la fuerza bruta, que es ya el único recurso con que cuenta un gobierno sin dinero, quebrado, arruinado, profundamente corrupto, con capacidad de endeudamiento copada, fracasado, sin arrastre popular, desprestigiado, sin credibilidad, incapaz de proveer ni comida, en fin, un gobierno que ya no tiene dólares para fingir bienestar ni para comprar lealtades. Un gobierno al que solo le queda el plomo; plomo que solo le garantiza su caída.
 
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Leonardo Silva Beauregard
Twitter: @LeoSilvaBe
 
Edición y Publicación original de en: http://leonardosilvabeauregard.blogspot.com/2013/09/guerra.html 

Introducción al pensamiento estratégico

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1288796947711-Strategic_thinking.jpgPor Héctor Alberto Faga

Al hablar de estrategia estamos pensando fundamentalmente en «gerenciar por anticipación». Esto es, en adelantarnos a la realidad que nos tocará vivir, sobre todo a los problemas, y generar respuestas satisfactorias ante cada situación que se nos presente.

También estamos hablando del conocimiento que cada organización debe tener sobre sí, tomando como base el axioma socrático «conócete a ti mismo».

Sobre este particular existe lo que se llama la Dinámica del conocimiento, que consiste en los cinco pasos siguientes:

1.  Conocerme

2.  Conocer al otro

3.  Conocerse a través del otro

4.  Permitir al otro conocerme

5.  Ayudar al otro a conocerse

Esta dinámica implica que el primer paso importante para pensar estratégicamente es el conocimiento de uno mismo. Recién logrado esto es posible salir al encuentro de los demás.

Existen tres pilares básicos para definir la estrategia organizacional, que son:

1.  Mirar hacia adentro

2.  Mirar hacia afuera

3.  Mirar desde afuera

Mirar hacia adentro implica reconocer las Fortalezas y Debilidades de la empresa.

Fortalezas son aquellas cuestiones en los que la empresa es buena, se destaca y son las razones por las que los clientes la preferirán respecto de los competidores.

Debilidades son la contracara de lo anterior y corresponden a aquellas cuestiones que la empresa debe mejorar para no estar expuesta al ataque de los competidores o a la pérdida de mercado.

Mirar hacia afuera implica reconocer las Oportunidades y Amenazas del mercado.

Oportunidades son aspectos positivos que el mercado ofrece y que la empresa debiera estar en condiciones de aprovechar.

Amenazas son los riesgos, los peligros, que hay que tratar de evitar o superar o de los que hay que defenderse.

Mirar desde afuera significa tomar distancia para tener una visión clara de la situación que permita reconciliar Fortalezas y Debilidades con Oportunidades y Amenazas. Implica también reconocer la voz del cliente para saber si la visión de empresa que tenemos es compartida por los demás, y esencialmente por el mercado o ámbito en el que la empresa se desempeña.

Al consolidar esta triple visión estamos avanzando en la comprensión de la conducción estratégica de la empresa.

Conducir la empresa estratégicamente implica responderse a las tres preguntas básicas siguientes:

1.  ¿Dónde estamos?

2.  ¿Hacia dónde vamos?

3.  ¿Cómo vamos?

La respuesta a la primera pregunta se basa en el ya mencionado análisis FODA. La respuesta a la segunda pregunta tiene que ver con el establecimiento de Objetivos. La respuesta a la tercera pregunta nos habla de Estrategias.

Un esquema completo de Pensamiento estratégico es el que se presenta a continuación:

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El esquema comienza con el Análisis situacional, que no es otra cosa que el análisis FODA ya presentado.

La Definición del negocio presupone definir la Misión y los Valores de la empresa.

La Definición del éxito tiene que ver con la definición de la Visión de la empresa.

Visión es un estado futuro deseado para la empresa. En las organizaciones unipersonales o familiares se la define como «el sueño del empresario», cómo se imaginó que sería la empresa que estaba fundando. Implica pensar dónde estaremos de aquí a cinco o a diez años y se convierte en una meta a lograr que define todas las acciones cotidianas para que estén en orden con esa visión.

La Misión es encuadrar a la empresa en el negocio en el que desenvolverá sus actividades, y por exclusión, en el que NO desenvolverá sus actividades.

La definición de la Misión responde a las tres preguntas siguientes propuestas por Peter Drucker en los años ’50 del siglo XX:

1.  ¿Cuál es mi negocio?

2.  ¿Cuál será mi negocio?

3.  ¿Cuál debería ser mi negocio?

Los Valores son aquellas cosas que la empresa quiere destacar como definición del perfil empresarial y que sirven para definir el perfil de los colaboradores. Es lo que la empresa premia por su presencia y castiga su ausencia. Un ejemplo típico de un valor es «trabajo en equipo». Si este fuera un valor definido en la empresa, sólo podrían tomarse empleados que supieran trabajar en equipo y descartar aquellos que no supieran hacerlo.

Objetivos es lo que quiero lograr, donde quiero llegar. Un objetivo es un punto de llegada. En toda empresa existen múltiples objetivos, algunos de los cuales sirven de base para la consecución de otros objetivos, conformándose de este modo lo que se conoce como «cadena de medios y fines».

Estrategias son los modos de lograr los objetivos. Implican un camino, una forma de alcanzar lo que nos proponemos. Las estrategias también son múltiples y por lo general alternativas. Esto quiere decir que para lograr un mismo objetivo existe más de una manera de hacerlo.

La parte de abajo del diagrama la dejamos de lado en este apunte porque hace a una cuestión que no está prevista desarrollar en la presente jornada.

 Algunas cuestiones complementarias

Podemos representar la empresa en forma piramidal, como sigue:

1286582182632710.jpgEsta pirámide esquematiza lo que se conoce como las funciones gerenciales básicas.

La función de Orientación está directamente relacionada con el plano estratégico y es una función indelegable de la conducción superior de la empresa (CEO y Comité Ejecutivo).

La función de Gestión tiene que ver con la supervisión intermedia e implica el «hacer hacer»: esto es, proveer los recursos y llevar a cabo los controles que permitan asegurar que la empresa cumple con sus objetivos.

La función de Operación está definida como «hacer». Todos los miembros de una organización participamos en mayor o menor medida de cada una de las funciones definidas.

Aunque la estructura piramidal es del tipo vertical, es muy importante destacar que todos los procesos en la empresa son horizontales. Esto significa que aunque la empresa esté dividida en áreas, divisiones o departamentos, es casi imposible encontrar un proceso en la empresa que no toque más de uno de esos sectores.

Un proceso es una suma de actividades. Esto significa que en prácticamente todas las actividades que se desarrollan en una organización interviene siempre más de una persona y de sectores diferentes.

Así aparece el concepto de cadena de valor. Es decir, que un proceso es una suma de actividades que agregan valor, o al menos, que debieran agregarlo.

En todas las empresas pueden identificarse actividades que agregan valor, otras que ni agregan ni quitan, y lo más importante, otras que quitan valor, que son como palos en la rueda de la actividad empresarial.

Una de las funciones de cualquier nivel de supervisión es identificar las actividades que quitan valor y destruirlas. En auxilio de esta propuesta vienen la Teoría de la Calidad Total y la Teoría de la Calidad de Servicio. Los cuatro principios básicos de la Calidad Total son:

1. Cumplir con los requerimientos

2.  Trabajar con error cero

3.  Administrar mediante la prevención

4.  Medir mediante el costo de la no calidad

En términos globales, la premisa es «hacerlo bien desde el principio, y siempre». También está presente el principio de la mejora continua, que significa que nunca nos quedamos satisfechos con la forma en que se están haciendo las cosas, porque siempre existen maneras de hacerlas aún mejor.

La Calidad Total toma una expresión práctica en la Certificación de Calidad (Normas ISO). Los principios de la Calidad de Servicios son:

1. Los aspectos tangibles del negocio deben mostrar la calidad del servicio

2. Confiabilidad, que significa el cumplimiento permanente de las promesas realizadas

3. Capacidad de respuesta, rapidez y deseo de ayudar anticipándose a las necesidades del cliente

4. Seguridad, que significa que el cliente puede depositar su fe en nosotros y que no será defraudado

5. Empatía, que es la relación basada en el deseo de comprender y satisfacer al cliente

La calidad de servicio implica la atención al cliente. «Cliente es todo próximo paso en el proceso» (Ishikawa). Por ello existen los clientes externos y también los clientes internos. Todos los miembros de una organización son en alguna medida clientes y proveedores de servicios, internos o externos.

Respecto de los clientes, hay un viejo axioma del marketing que establece que «cuesta cinco veces más conseguir un nuevo cliente que mantener a uno ya existente». Por eso es tan importante la calidad de servicio dentro de la cadena de valor.

Héctor Alberto Faga, Escritor, poeta, novelista

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Fuente: No prueben con la ignorancia  

Imagen: Strategic thinking 

Créditos para: http://manuelgross.bligoo.com/content/view/1078186/Introduccion-al-pensamiento-estrategico.html 

El Arte de la Guerra, de Sun Tzu. Sus 87 mejores ideas estratégicas

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sun-tzu.jpgLas mejores frases del Arte de la Guerra 

Por El ojo de Xniper

 

Visto como el mejor libro de estrategia de todos los tiempos, escrito que data del siglo IV antes de nuestra era, y aplicado su sabiduría hasta nuestros días, principalmente en el mundo corporativo, pero su aplicación va mas allá de la milicia y los negocios, puede ser usada en la vida diaria, claro, sabiendo interpretar los conceptos… 

 CAPITULO 1: Sobre la evaluación

 

  1. La guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es mas querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros.
  2. El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca.
  3. Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egoísmo.
  4. Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.

 

CAPITULO 2: Sobre la iniciación de las acciones

 

  1. Si estás sitiando una ciudad, agotarás tus fuerzas. Si mantienes a tu ejército durante mucho tiempo en campaña, tus suministros se agotarán.
  2. He oído hablar de operaciones militares que han sido torpes y repentinas, pero nunca he visto a ningún experto en el arte de la guerra que mantuviese la campaña por mucho tiempo.
  3. Sé rápido como el trueno que retumba antes de que hayas podido taparte los oídos, veloz como el relámpago que relumbra antes de haber podido pestañear.
  4. Un general inteligente lucha por desproveer al enemigo de sus alimentos. Cada porción de alimentos tomados al enemigo equivale a veinte que te suministras a ti mismo.
  5. Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas.
  6. Lo más importante en una operación militar es la victoria y no la persistencia. Esta última no es beneficiosa. Un ejército es como el fuego: si no lo apagas, se consumirá por sí mismo.

 

CAPITULO 3: Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota

 

  1. Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo.
  2. Los que consiguen que se rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra.
  3. Nunca se debe atacar por cólera y con prisas. Es aconsejable tomarse tiempo en la planificación y coordinación del plan.
  4. Un verdadero maestro de las artes marciales vence a otras fuerzas enemigas sin batalla, conquista otras ciudades sin asediarlas y destruye a otros ejércitos sin emplear mucho tiempo.
  5. La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia.
  6. Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.

 

CAPITULO 4: Sobre la medida en la disposición de los medios

 

  1. La invencibilidad está en uno mismo, la vulnerabilidad en el adversario.
  2. La invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad, una cuestión de ataque. Mientras no hayas observado vulnerabilidades en el orden de batalla de los adversarios, oculta tu propia formación de ataque, y prepárate para ser invencible, con la finalidad de preservarte. Cuando los adversarios tienen órdenes de batalla vulnerables, es el momento de salir a atacarlos.
  3. La defensa es para tiempos de escasez, el ataque para tiempos de abundancia.
  4. En situaciones de defensa, acalláis las voces y borráis las huellas, escondidos como fantasmas y espíritus bajo tierra, invisibles para todo el mundo. En situaciones de ataque, vuestro movimiento es rápido y vuestro grito fulgurante, veloz como el trueno y el relámpago, para los que no se puede uno preparar, aunque vengan del cielo.
  5. Todo el mundo elogia la victoria en la batalla, pero lo verdaderamente deseable es poder ver el mundo de lo sutil y darte cuenta del mundo de lo oculto, hasta el punto de ser capaz de alcanzar la victoria donde no existe forma.
  6. Si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de batalla, la victoria así obtenida es un victoria fácil.
  7. Cuando eres capaz de ver lo sutil, es fácil ganar.
  8. Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.

 

CAPITULO 5: Sobre la firmeza

 

  1. Los expertos son capaces de vencer al enemigo creando una percepción favorable en ellos, así obtener la victoria sin necesidad de ejercer su fuerza.
  2. El desorden llega del orden, la cobardía surge del valor, la debilidad brota de la fuerza.
  3. Si quieres fingir desorden para convencer a tus adversarios y distraerlos, primero tienes que organizar el orden, porque sólo entonces puedes crear un desorden artificial. Si quieres fingir cobardía para conocer la estrategia de los adversarios, primero tienes que ser extremadamente valiente, porque sólo entonces puedes actuar como tímido de manera artificial. Si quieres fingir debilidad para inducir la arrogancia en tus enemigos, primero has de ser extremadamente fuerte porque sólo entonces puedes pretender ser débil.
  4. Cuando un ejército tiene la fuerza del ímpetu, incluso el tímido se vuelve valiente, cuando pierde la fuerza del ímpetu, incluso el valiente se convierte en tímido. Nada está fijado en las leyes de la guerra: éstas se desarrollan sobre la base del ímpetu.
  5. Hace moverse a los enemigos con la perspectiva del triunfo, para que caigan en la emboscada.

 

CAPITULO 6: Sobre lo lleno y lo vacío

 

  1. Los buenos guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza.
  2. Si haces que los adversarios vengan a ti para combatir, su fuerza estará siempre vacía. Si no sales a combatir, tu fuerza estará siempre llena. Este es el arte de vaciar a los demás y de llenarte a ti mismo.
  3. Aparece en lugares críticos y ataca donde menos se lo esperen, haciendo que tengan que acudir al rescate.
  4. Sé extremadamente sutil, discreto, hasta el punto de no tener forma. Sé completamente misterioso y confidencial, hasta el punto de ser silencioso. De esta manera podrás dirigir el destino de tus adversarios.
  5. Llega como el viento, muévete como el relámpago, y los adversarios no podrán vencerte.
  6. Cuando los adversarios llegan para atacarte, no luchas con ellos, sino que estableces un cambio estratégico para confundirlos y llenarlos de incertidumbre.
  7. Haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti.
  8. Si haces que los adversarios no sepan el lugar y la fecha de la batalla, siempre puedes vencer.
  9. Haz algo por o en contra de los adversarios para llamar su atención, de manera que puedas de ellos para atraer descubrir sus hábitos de comportamiento de ataque y de defensa.
  10. Todo el mundo conoce la forma mediante la que resultó vencedor, pero nadie conoce la forma mediante la que aseguró la victoria.
  11. Un ejército no tiene formación constante, lo mismo que el agua no tiene forma constante: se llama genio a la capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.

 

CAPITULO 7: Sobre el enfrentamiento directo e indirecto

 

  1. La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en ventajas.
  2. Si ignoras los planes de tus rivales, no puedes hacer alianzas precisas.
  3. Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del terreno puedes maniobrar y guerrear.
  4. Una fuerza militar se establece mediante la estrategia en el sentido de que distraes al enemigo para que no pueda conocer cuál es tu situación real y no pueda imponer su supremacía.
  5. Cuando una fuerza militar se mueve con rapidez es como el viento; cuando va lentamente es como el bosque; es voraz como el fuego e inmóvil como las montañas. Es rápida como el viento en el sentido que llega sin avisar y desaparece como el relámpago. Es como un bosque porque tiene un orden. Es voraz como el fuego que devasta una planicie sin dejar tras sí ni una brizna de hierba. Es inmóvil como una montaña cuando se acuartela. Es tan difícil de conocer como la oscuridad; su movimiento es como un trueno que retumba.
  6. El primero que hace el movimiento es el “invitado”, el último es el “anfitrión”. El “invitado” lo tiene difícil, el “anfitrión lo tiene fácil”.
  7. No persigas a los enemigos cuando finjan una retirada, ni ataques tropas expertas.

 

CAPITULO 8: Sobre los nueve cambios

 

  1. Hay rutas que no debes usar, ejércitos que no han de ser atacados, ciudades que no deben ser rodeadas, terrenos sobre los que no se debe combatir, y órdenes de gobernantes civiles que no deben ser obedecidas.
  2. Los generales que conocen las variables posibles para aprovecharse del terreno sabe cómo manejar las fuerzas armadas.
  3. Las consideraciones de la persona inteligente siempre incluyen el analizar objetivamente el beneficio y el daño. Cuando considera el beneficio, su acción se expande; cuando considera el daño, sus problemas pueden resolverse.
  4. Cansa a los enemigos manteniéndolos ocupados y no dejándoles respirar.
  5. Los buenos generales: se comprometen hasta la muerte, pero no se aferran a la esperanza de sobrevivir; actúan de acuerdo con los acontecimientos, en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las emociones ni estar sujetos a quedar confundidos. Cuando ven una buena oportunidad, son como tigres, en caso contrario cierran sus puertas. Su acción y su no acción son cuestiones de estrategia, y no pueden ser complacidos ni enfadados.

 

CAPITULO 9: Sobre la distribución de los medios

 

  1. Las maniobras militares son el resultado de los planes y las estrategias en la manera más ventajosa para ganar. Determinan la movilidad y efectividad de las tropas.
  2. Cuando combatas en una montaña, ataca desde arriba hacia abajo y no al revés.
  3. Un ejército prefiere un terreno elevado y evita un terreno bajo, aprecia la luz y detesta la oscuridad.
  4. Si los emisarios del enemigo pronuncian palabras humildes mientras que éste incrementa sus preparativos de guerra, esto quiere decir que va a avanzar. Cuando se pronuncian palabras altisonantes y se avanza ostentosamente, es señal de que el enemigo se va a retirar. Si sus emisarios vienen con palabras humildes, envía espías para observar al enemigo y comprobarás que está aumentando sus preparativos de guerra.
  5. Si el enemigo ve una ventaja pero no la aprovecha, es que está cansado.
  6. Si se producen murmuraciones, faltas de disciplina y los soldados hablan mucho entre sí, quiere decir que se ha perdido la lealtad de la tropa. Las murmuraciones describen la expresión de los verdaderos sentimientos; las faltas de disciplina indican problemas con los superiores. Cuando el mando ha perdido la lealtad de las tropas, los soldados se hablan con franqueza entre sí sobre los problemas con sus superiores.
  7. Los emisarios que acuden con actitud conciliatoria indican que el enemigo quiere una tregua.
  8. Si las tropas enemigas se enfrentan a ti con ardor, pero demoran el momento de entrar en combate sin abandonar no obstante el terreno, has de observarlos cuidadosamente. Están preparando un ataque por sorpresa.
  9. El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado.
  10. Si tu plan no contiene una estrategia de retirada o posterior al ataque, sino que confías exclusivamente en la fuerza de tus soldados, y tomas a la ligera a tus adversarios sin valorar su condición, con toda seguridad caerás prisionero.
  11. Cuando las órdenes se dan de manera clara, sencilla y consecuente a las tropas, éstas las aceptan. Cuando las órdenes son confusas, contradictorias y cambiantes las tropas no las aceptan o no las entienden. Cuando las órdenes son razonables, justas, sencillas, claras y consecuentes, existe una satisfacción recíproca entre el líder y el grupo.

 

CAPITULO 10: Sobre la topología

 

  1. Para poder vencer al enemigo, todo el mando militar debe tener una sola intención y todas las fuerzas militares deben cooperar.
  2. Cuando las leyes de la guerra señalan una victoria segura es claramente apropiado entablar batalla, incluso si el gobierno ha dada órdenes de no atacar. Si las leyes de la guerra no indican una victoria segura, es adecuado no entrar en batalla, aunque el gobierno haya dada la orden de atacar.
  3. Los que conocen las artes marciales no pierden el tiempo cuando efectúan sus movimientos, ni se agotan cuando atacan. Debido a esto se dice que cuando te conoces a ti mismo y conoces a los demás, la victoria no es un peligro; cuando conoces el cielo y la tierra, la victoria es inagotable.

 

CAPITULO 11: Sobre las nueve clases de terreno

 

  1. La rapidez de acción es el factor esencial de la condición de la fuerza militar, aprovechándose de los errores de los adversarios, desplazándose por caminos que no esperan y atacando cuando no están en guardia.
  2. En una invasión, por regla general, cuanto más se adentran los invasores en el territorio ajeno, más fuertes se hacen, hasta el punto de que el gobierno nativo no puede ya expulsarlos.
  3. Que los movimientos de tus tropas y la preparación de tus planes sean insondables.
  4. Prohibe los augurios para evitar las dudas
  5. Una operación militar preparada con pericia debe ser como una serpiente veloz que contraataca con su cola cuando alguien le ataca por la cabeza, contraataca con la cabeza cuando alguien le ataca por la cola y contraataca con cabeza y cola, cuando alguien le ataca por el medio.
  6. Corresponde al general ser tranquilo, reservado, justo y metódico.
  7. Cambia sus acciones y revisa sus planes, de manera que nadie pueda reconocerlos.
  8. Puedes ganar cuando nadie puede entender en ningún momento cuáles son tus intenciones.
  9. El principal engaño que se valora en las operaciones militares no se dirige sólo a los enemigos, sino que empieza por las propias tropas, para hacer que le sigan a uno sin saber adónde van.
  10. Emplea a tus soldados sólo en combatir, sin comunicarles tu estrategia. Déjales conocer los beneficios que les esperan, pero no les hables de los daños potenciales. Si la verdad se filtra, tu estrategia puede hundirse. Si los soldados empiezan a preocuparse, se volverán vacilantes y temerosos.
  11. La tarea de una operación militar es fingir acomodarse a las intenciones del enemigo. Si te concentras totalmente en éste, puedes matar a su general aunque estés a kilómetros de distancia. A esto se llama cumplir el objetivo con pericia.

 

CAPITULO 12: Sobre el arte de atacar por el fuego

 

  1. No basta saber cómo atacar a los demás con el fuego, es necesario saber cómo impedir que los demás te ataquen a ti.
  2. Un gobierno no debe movilizar un ejército por ira, y los jefes militares no deben provocar la guerra por cólera.
  3. Actúa cuando sea beneficioso; en caso contrario, desiste. La ira puede convertirse en alegría, y la cólera puede convertirse en placer, pero un pueblo destruido no puede hacérsele renacer, y la muerte no puede convertirse en vida. En consecuencia, un gobierno esclarecido presta atención a todo esto, y un buen mando militar lo tiene en cuenta. Ésta es la manera de mantener a la nación a salvo y de conservar intacto a su ejército.

 

CAPITULO 13: Sobre la concordia y la discordia

 

  1. La información no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario.
  2. Si no se trata bien a los espías, pueden convertirse en renegados y trabajar para el enemigo.
  3. No se puede obtener la verdad de los espías sin sutileza.
  4. Cada asunto requiere un conocimiento previo.
  5. Siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de los servidores del enemigo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades.
  6. Un gobernante brillante o un general sabio que pueda utilizar a los más inteligentes para el espionaje, puede estar seguro de la victoria.
  7. El espionaje es esencial para las operaciones militares, y los ejércitos dependen de él para llevar a cabo sus acciones. No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo, y conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje.

 

15 02 2008

 

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Fuente: El Ojo de Xniper  

Imagen: Sun Tzu  

 

Créditos para: http://manuelgross.bligoo.com/content/view/1117564/El-Arte-de-la-Guerra-de-Sun-Tzu-Sus-87-mejores-ideas-estrategicas.html 

 

El Libro de los 5 Anillos de Miyamoto Musashi

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el-libro-de-los-5-anillos-de-miyamoto-musashiEl Libro de los Cinco Anillos es un tratado de esgrima escrito por el más famoso de los samurais japoneses, Miyamoto Musashi. Cerca del ocaso de su vida, decidió recopilar su experiencia y filosofía en uno de los manuales más completos que existen sobre esgrima y estrategia.

El Libro de Los Cinco Anillos tiene varios niveles de lectura, y no sólo está orientado a los estudiantes de esgrima. Hoy en día es la referencia para los hombres de negocio de Japón , especialmente en lo que se refiere a estrategia empresarial, negociación y marketing.

Miyamoto Musashi llegó a tener más de 60 combates entre los 17 y 30 años,  en los que nunca fue derrotado. A los 30 años, habiendo vencido a Sasaki Kojiro, uno de los mayores samuráis de la época, Musashi pasó por un período de profunda reflexión. Años más tarde, explicaba que sentía que venció estos duelos no por haber dominado la estrategia, sino que por ser más fuerte, estar más preparado o simplemente por suerte. Musashi empezó a buscar el significado más profundo del Camino de la Espada, que lo llevó a entrar en contacto con distintas formas de arte como escultura, pintura, caligrafía y también meditación Zen, destacando en todas ellas.

Imagen modificada a partir de fotograma de la película “Zatoichi meets Yojimbo”

 

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El Libro de los 5 Anillos

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Introducción

El Libro de los Cinco Anillos comienza con una breve presentación del autor, en la que expone su experiencia como guerrero y su dedicación por adquirir los principios del Camino de la estrategia del Niten Ichi Ryu. En ésta escuela se basa el libro, que se divide en cinco volúmenes:

El Manuscrito de la Tierra

Este apartado trata sobre la importancia de la estrategia militar, o como él lo llama el Camino de la Estrategia. En este manuscrito establece cuál es el espíritu y los requisitos morales para aprender este Camino. Se explica también la importancia de manejar adecuadamente los tiempos y ritmos. Esto implica hacer las cosas en el tiempo oportuno para triunfar, ni antes ni después.

Musashi también trata sobre la planificación de la organización y liderazgo usando comparaciones metafóricas. Mediante la comparación del arquitecto, establece cómo debe ser ejecutada una estrategia; primero un arquitecto planifica poniendo el proyecto en su medida correcta y en base a el plan realiza el trabajo. Luego, aquel que dirige correctamente la construcción selecciona la madera buena y fuerte para las columnas o pilares y la madera menos fuerte para umbrales y puertas. Las maderas nudosas o de peor calidad sirven para ayudar a la construcción como hacer andamios, y luego para hacerlos leña. Con esta descripción, Musashi enseña que en toda empresa o proyecto se deben adecuar los recursos a las necesidades de la mejor manera para alcanzar el éxito. Continuando con su anterior reflexión, si se usa madera nudosa para construir columnas, éstas tarde o temprano fallarán y caerán, y toda la construcción se irá abajo.

El jefe de construcción designa sus hombres adecuadamente: los especialistas para fabricar las distintas capas de pisos, especialistas para construir puertas, umbrales, dinteles, techos, etc. La gente menos preparada es usada para ensamblar, fabricar cuñas y trabajos diversos. Con esta comparación Musashi enseña que el líder debe seleccionar apropiadamente el personal que reúna el perfil adecuado para lograr la realización de sus proyectos. El líder debe conocer las habilidades de cada uno de sus subordinados y por lo tanto saber delegar. Aquel dirigente que no conozca las características de su personal, tendrá una alta probabilidad de fracaso. Un líder debe saber discernir quién de su personal puede ayudar o desempeñarse mejor en una determinada labor. En éste libro, Musashi sigue haciendo otras comparaciones de la figura del estratega con un arquitecto muy interesantes.

El maestro Musashi establece los principios para seguir el Camino de la Espada:

– Piensa honestamente.
– Entrena constante y mentalmente.
– Ponte al tanto de varias artes marciales.
– Conoce los Caminos de otras profesiones.
– Distingue las ventajas y desventajas de cualquier asunto.
– Aprende a ver las cosas con un enfoque preciso.
– Percibe y comprende aquellas cosas que a simple vista no se pueden ver.
– Presta atención aún en los pequeños detalles.
– Haz cosas útiles.

Musashi añade: Pon estos principios en tu corazón para entrenarte en el Camino de la estrategia. Si no miras las cosas desde una amplia perspectiva será difícil que llegues a ser un experto en la estrategia. Más adelante afirma que el que domina este Camino es capaz de doblegar a más de veinte enemigos, el líder que aplica el Camino de la estrategia es capaz de dirigir competentemente a sus subordinados. Finalmente, culmina las lecciones de este manuscrito con esta frase: Saber cómo se gana, ayuda a uno mismo y al prestigio, esto es el Camino de la estrategia.

El Manuscrito del Agua

El nombre de éste manuscrito viene dado porque Musashi asocia al estratega una flexibilidad natural adaptándose a las circunstancias, con una fluidez similar a la del agua, que se adapta a la forma del recipiente que la contiene. Dice Musashi: Siguiendo al agua como modelo, el espíritu debe ser como el agua. Después, da consejos importantes sobre el estado de ánimo ideal, en las cuales recomienda estar en equilibrio. El ánimo no debe estar sobresaltado, pero tampoco apagado. No debemos sentirnos mucho pero tampoco sentirnos menos. Musashi dice que los sentimientos no deben dominar al cuerpo, ni el cuerpo dominar a los sentimientos, debe haber un equilibrio. Lo que sí debe dominar a todos es la inteligencia. La sabiduría prevalece en el campo de batalla.

Después de estos útiles consejos aplicables no sólo en las artes marciales sino también en la vida diaria, Musashi comienza su enseñanza sobre técnicas de combate, y explica que el aprendizaje de dichas técnicas requiere un proceso de reflexión para extrapolar sus enseñanzas a cualquier otro ámbito de la vida.

Una técnica consiste en Ver las cosas desde una perspectiva amplia diferente a lo normal. Las cosas cercanas se deben ver como si estuvieran lejos y las cosas lejanas como si estuvieran cerca. Esto significa que hay que buscar siempre el enfoque adecuado para comprender las cosas. Se debe ver sin girar los ojos, es decir, desarrollar la visión periférica (holística). Mirar atentamente y sin distracciones.

Musashi habla de otras técnicas llamadas Las cinco posturas, las cuales son cinco posturas básicas de ponerse en guardia. Pero Musashi aclara que estas posturas no son para defender sino que son para atacar. Independientemente de la postura que uno adopte, lo primordial la intención de cortar al enemigo.

Otra de las técnicas analizada en éste capítulo es la Postura sin postura o lo que es lo mismo, ponerse en guardia sin ponerse en guardia. En el combate no se debe estar siempre con una postura fija, sino que se debe cambiar constantemente la puesta en guardia de acuerdo a las circunstancias, del mismo modo como el agua cambia su forma de acuerdo a la forma del cauce por donde fluye ésta.

El Manuscrito del Fuego

En este manuscrito se describen técnicas que tienen que ver con diversas situaciones relacionadas con el contexto, tales como el ambiente donde se está peleando, el estado psicológico del oponente, qué actitudes adoptar de acuerdo a determinada situación, cómo aplicar estrategias para engañar y sorprender al rival, y otras técnicas psicológicas.

En este manuscrito destacan los tres métodos para anticiparse al enemigo en el ataque: un método se llama Ken No Sen, en el cual nosotros tomamos la iniciativa. Otro se llama Tai No Sen, el cual trata de cómo estar preparado cuando el enemigo toma la iniciativa. Y el tercer método Tai Tai No Sen trata de cuando ambos espadachines comienzan al mismo tiempo el ataque.

En ésta parte Musashi también compara cualquier circunstancia que pueda surgir en el camino con una travesía por mar. La pericia en la navegación es crucial, así como conocer la ruta, el manejo de la vela para aprovechar los vientos favorables y las circunstancias del entorno como el clima o la dirección del viento. El mismo ejemplo es válido en la vida y en la contienda contra un enemigo. Así como uno se abre paso por el mar, así se debe abrir paso entre las filas del enemigo, se debe conocer la ruta y las circunstancias para vencer. Musashi dice al respecto: En la estrategia, también es importante surcar la travesía en medio de la lucha. O lo que es lo mismo, mantenerse enfocado los objetivos sin dejar que la lucha te distraiga de los mismos.

Otra técnica interesante es la llamada Hacerse el enemigo. Ésta se refiere a que hay que ponerse en los zapatos del enemigo, es decir, ver las cosas desde su punto de vista. Musashi lo explica de esta manera: Generalmente la sociedad se convence de que un ladrón dentro de una casa es un enemigo fortificado, si se ve desde afuera. Pero si imagináramos ser ese ladrón, entonces sentimos que todos los que están afuera son nuestros enemigos y las salidas están copadas, es una sensación desesperada. El que está encerrado se siente como un faisán y el que intenta entrar para atraparlo le parece que es un halcón. Después Musashi advierte: Si te convences de que el enemigo es fuerte, entonces te vuelves cauteloso, esto significa que te preocupas más en defender que en atacar, y esto va en contra de los principios de Musashi, ya que se debe priorizar el ataque antes que pensar en defenderse, tal como lo recomendó en el manuscrito del agua.

El maestro dice que si estás preparado, si entiendes el espíritu de la estrategia, entonces no tienes porqué preocuparte. No hay que obsesionarse con las cualidades del oponente, ya que si se piensa en eso, seguramente se va a perder. Más bien, se debe pensar qué es lo que piensa él de nosotros, pensar que él también se preocupa de nosotros, ponernos en su lugar. En otras palabras, no nos fijemos en lo qué el enemigo es capaz de hacernos sino que nos fijemos en lo que podemos hacerle a él. No debemos pensar que el enemigo es bueno, sino que debemos procurar que el enemigo piense que nosotros somos muy buenos. Si combatimos pensando que el enemigo cree que somos muy hábiles, estaremos peleando con ventaja. El mismo Musashi afirma que si hacemos que el enemigo piense que nosotros somos maestros expertos, entonces probablemente él será derrotado. Mientras estamos peleando debemos pensar que él se preocupa de lo que somos capaces de hacerle. Con esta mentalidad se ganan las batallas.

Otra técnica notable de Musashi es la que se llama El cambio de la montaña y el mar. Implica que no es recomendable usar la misma técnica varias veces contra el adversario. Se permite hasta dos veces, pero no más que eso. Si se utiliza una técnica que ha fallado dos veces, entonces no tiene caso repetir una tercera, se debe cambiar de método. Musashi dice: Si el enemigo piensa en la montaña, imponle el mar; y si él piensa en el mar, imponle la montaña. Éste es el Camino de la estrategia. Esto es propio para que lo investigues cuidadosamente. Una vez más el maestro japonés invita a la reflexión para que se aplique en la vida diaria.

El Manuscrito del Viento

Musashi dice que si se percibe el estado de ánimo y las intenciones del adversario, es lo que ayuda a ganar en vez de mirar el tamaño de sus armas. Musashi valora más el percibir que el mirar. El maestro critica a esas escuelas que le dan excesiva importancia a las posturas en guardia, según él, las posturas tienen el espíritu defensivo en vez del espíritu combativo del camino de la estrategia. A Musashi no le gusta el carácter estático y defensivo de las posturas aunque las posturas como exhibición estarían bien, pero en un combate no tienen utilidad práctica a menos que se aplique la técnica Postura sin postura explicada en el manuscrito del Agua. Entonces las posturas sí adquieren un carácter dinámico, que es lo que le agrada a Musashi.

Musashi critica los protocolos de esas escuelas que le dan más importancia a las tradiciones que al verdadero crecimiento en las habilidades del discípulo. Musashi advierte que para comprender lo que él enseña, es necesario conocer de antemano los errores de las técnicas enseñadas en otras escuelas.

El Manuscrito del Vacío

Aquí Musashi da sus últimas recomendaciones y aconseja no apartarse del camino verdadero, manteniendo un espíritu abierto, despejado, claro y sin confusiones. Musashi así describe el combate con el Vacío: Se razona (lo aprendido) y uno se separa de esa razón libremente. El Camino de la estrategia consiste en combatir con libertad y de forma natural. Con esta frase, Musashi conceptúa el vacío en la mente, es decir, que debemos combatir sin detenernos a pensar en sus enseñanzas, más bien debemos combatir con naturalidad casi instintivamente, interiorizando sus enseñanzas, pero sin pensar en ellas en el momento de combatir.

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Conceptos Fundamentales

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Desintegración

La desintegración le llega a todas las cosas. Cuando una casa, una persona, o un adversario se derrumba, se desmorona saliendo del ritmo del tiempo. En el arte de la guerra en sentido amplio, también es esencial encontrar el ritmo de los adversarios a medida que lo pierden, y perseguirlos para que no se abra ninguna brecha. Si dejas pasar los momentos vulnerables, existe la posibilidad de un contraataque. En el arte individual de la guerra, también sucede que un adversario pierda el ritmo en el combate y empiece a derrumbarse. Si no aprovechar esta oportunidad, el adversario se recobrará y empezará a presentarte dificultades. Es esencial seguir con atención cualquier pérdida de posición por parte de tu contrincante, para impedirle que se recupere.

Mover las sombras

Mover las sombras es algo que puedes hacer cuando no eres capaz de distinguir lo que tus adversarios están pensando. Cuando no puedes ver el estado de tus contrincantes, aparenta un poderoso ataque para ver qué hará el enemigo.

Parar las sombras

Parar las sombras es lo que haces cuando puede percibirse las intenciones agresivas del adversario hacia tí. En el arte la guerra en sentido amplio, esto quiere decir detener la acción del enemigo en el mismo punto de su arranque. Si muestras a los contrincantes contundentemente cómo controlas la ventaja, cambiarán sus intenciones paralizados por esta fuerza. Cambia tu también su actitud hacia una mente vacía, y desde ella toma la iniciativa; es desde aquí desde donde puedes ganar. Asimismo, en el arte individual de la guerra, te aprovechas de un ritmo ventajoso para atajar la fuerte determinación de la motivación del contrario; después encuentra la ventaja para ganar en el momento de la pausa y toma la iniciativa. Esto requiere mucha práctica.

Contagio

En todas partes hay contagio. Incluso el sueño y el bostezo pueden ser contagiosos. También existe el contagio del ritmo temporal. En el arte de la guerra en sentido amplio, cuando los adversarios están agitados y con toda evidencia tienen prisa por actuar, compórtate como si fueras totalmente indiferente, aparentando estar muy relajado y confortable. Si lo haces, los contrarios, influenciados por este estado de ánimo, perderán su entusiasmo inicial. Cuando creas que los contrincantes han captado estado de ánimo, vacía tu mente y actúa rápida y firmemente, para ganar la ventaja conquistada. También en el arte individual de la guerra, es esencial está relajado en cuerpo y mente, darse cuenta del momento en el que el contrincante se descuida, y tomar con celeridad la iniciativa para ganar.

Distraer la atención seduciendo.

También existe algo llamado distraer seduciendo que es parecido al contagio. Un estado de ánimo que distraer la atención es el aburrimiento. Otro es la agitación. Otro la pusilanimidad. Dominar cualquiera de ellos requiere práctica.

Desconcierto

El desconcierto sucede de muchas maneras. A veces ocurre con el sentimiento de estar sometido a una gran presión. Otras, porque la presión es desmesurada. Un tercer caso ocurre con el sentimiento de sorpresa ante lo inesperado. En el arte de la guerra a gran escala, es fundamental causar desconcierto. Es esencial atacar resueltamente cuando los enemigos no se lo esperan; después, cuando sus mentes tan agitadas, utiliza este hecho en tu favor para tomar la iniciativa y ganar. En el combate individual, muéstrate primero relajado, y después entra de repente a la carga con fuerza; cuando la mente del contrincante cambie de táctica, es esencial que sigas atentamente lo que hace, no dándole respiro un solo momento, percibiendo la ventaja del momento y juzgando exactamente entonces como ganar.

Susto

Existe el susto en toda clase de situaciones. Surge así la mente asustada por lo inesperado. Si puedes captar el momento del susto, puedes aprovecharte de este para vencer.

Adherirse estrechamente

Adherirse estrechamente significa pegarse a un contrincante, cuando estás luchando a poca distancia y observas que no te está yendo bien. El punto esencial es aprovecharse de las oportunidades de ganar incluso cuando estás luchando codo a codo.

Atacar los flancos

Atacar los flancos significa que cuando empujas algo con fuerza, difícilmente cede por las buenas. En el arte de las grandes batallas, observa a las tropas enemigas; cuando ha avanzado una oleada, ataca el flanco de este potente frente y obtendrás la superioridad. Cuando se derrumba el flanco, todo el mundo tiene la impresión de desmoronamiento. Pero incluso cuando se están desmoronando los flancos, es esencial darse cuenta de cuando cada uno de ellos está presto a derrumbarse, y sentir cómo vencerlos. También en el arte individual de la guerra, cuando infringes una herida a una parte del cuerpo, cada vez que el adversario hace un movimiento agresivo, su cuerpo se debilita poco a poco hasta que está listo para derrumbarse, y entonces es fácil vencerle. Es fundamental estudiar cuidadosamente todo esto para discernir el momento en que puedes ganar.

Confundir

Confundir a los contrincantes significa actuar de tal manera que les impida mantener la mente en calma. En el arte de las grandes pantallas, significa valorar las mentes de los adversarios en el campo de batalla, y servirte del poder de tu conocimiento del arte de la guerra para manipular su atención, confundiendo sus pensamientos acerca de lo que vas a hacer; esto quiere decir encontrar un ritmo que aturda a los enemigos, discerniendo con precisión cuál es el momento de ganarles. También en el arte individual de la guerra, intenta varias maniobras según la oportunidad del momento, haciendo pensar al contrincante que ahora vas a hacer esto, después lo otro, y a continuación algo distinto, hasta que veas que empieza a estar desconcertado, y así ganar a voluntad. Esta es la esencia de la batalla.

Aplastar

Aplastar exige un estado de ánimo de aniquilamiento, como cuando ves débil a un adversario y te creces entonces para vencerle. En el arte de las grandes batallas, estos significa despreciar a los enemigos cuando su número es pequeño; o incluso si son muchos, concentrar tu fuerza en aplastarlos, si estando desmoralizados y debilitados, poniéndolos en situación de inferioridad. Si tú aplastamiento es débil, puede volverse contra ti. Tienes que sabe distinguir cuidadosamente cuando estás en pleno control de ti mismo en el momento de atacar para aplastar. También en el arte individual de la guerra, cuando tú contrincante no está tan entrenado como tú, o cuando su ritmo disminuye, o cuando empieza a retroceder, es esencial no dejarle que tome aliento, ni concederle siquiera el tiempo de pestañear: abátele inmediatamente. Lo más importante es no dejarle recuperarse. Todo esto ha de ser estudiado cuidadosamente.

Eliminar el corazón

Cuando luchas con un enemigo y parece que estás ganando por tu habilidad en esta ciencia, el adversario quizás todavía mantenga la esperanza y, aunque aparentemente derrotado, se niegue a reconocer internamente la derrota. Eliminar el corazón se aplica en estos casos. Esto significa cambiar repentinamente de actitud, para hacer que el enemigo vez de mantener esa idea; lo principal en este caso es observar cómo se siente derrotado desde el fondo de su corazón. Puedes eliminar el corazón (La Esperanza) de la gente con armas, con tu cuerpo, o con tu mente. Esto no ha de entenderse de una sola manera. Cuando tus enemigos han perdido completamente el corazón (la esperanza), ya no tienes que prestarles atención nunca más. En otro caso, manténte alerta. Si los enemigos conservan aún sus ambiciones, difícilmente sucumbirán.

Renovarse

Cuando luchas con enemigos, si sientes que estás estancado y no progresas, arroja fuera tu estado de ánimo y piensa que estás empezando todo de nuevo. A medida que te hagas con este ritmo, discierne cuando ganar. Esto es renovarse.En cualquier ocasión en que sientes que se está produciendo tensión y fricción entre tú y los demás, si cambias tu mente en ese preciso instante, puedes vencer con una clara ventaja. Esto es renovarse. En el arte de la guerra a gran escala es esencial entender que significa renovarse. Es algo que aparece de repente mediante el poder del conocimiento el arte de la guerra. Esto debe ser atentamente considerado.

Grande y pequeño

Cuando estás luchando contra algún enemigo y te sientes atrapado en pequeña maniobras, recuerda esta ley del arte de la Guerra: en medio de los detalles, cambia súbitamente a una vasta perspectiva. Cambiar a lo grande o a lo pequeño es una parte voluntaria de la ciencia del arte de la guerra. Es esencial para los guerreros intentar hacerlo también en la conciencia ordinaria de la vida humana.

Un jefe que conoce a los soldados.

Un jefe que conoce a los soldados, es un método practicado siempre en tiempos de conflicto, tras haber alcanzado la maestría a la que uno aspira: habiendo logrado el poder del conocimiento del arte de la guerra, piensa en los adversarios como en tus propios soldados, sabiendo que puedes ordenarles lo que desees y manejarles con libertad. Tú eres el jefe, los adversarios son las tropas. Esto requiere práctica.

Ser como un muro de roca.

Ser como un muro de roca ocurre cuando un maestro del arte de la guerra se vuelve de repente como un muro de roca, inaccesible a cualquier cosa y completamente inamovible.

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Sobre Miyamoto Musashi

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De acuerdo con sus propios escritos, Musashi comenzó a comprender el Camino de la Estrategia cuando alcanzó los 50 años de edad. Junto con su hijo adoptivo Iori, un huérfano que había encontrado en sus viajes, se asentó en Ogura en el año 1634. No volvió a salir nunca de la isla de Kyushu. Tras seis años en Ogura, Musashi fué invitado a pasar un tiempo como huésped de Hosokawa Churi, señor del castillo de Kumamoto. Pasó algunos años con Lord Churi, tiempo durante el cual se dedicó a enseñar y a pintar. En 1643 se retiró para llevar una vida de ermitaño en la cueva de Reigendo, lugar donde escribió el Libro de los Cinco Anillos, el cual dedicó a su pupilo Teruo Magonojo. Terminó de escribir el libro unas semanas antes de su muerte, el 19 de mayo de 1645.

Musashi es conocido en Japón como Kinsei, que significa Sacerdote de la Espada. El Libro de los Cinco Anillos encabeza cualquier bibliografía sobre Kendo (esgrima japonesa), y resulta único entre todos los libros sobre artes marciales, en el sentido de que trata la estrategia de guerra a gran escala exactamente de la misma forma que el combate individual.

El libro no es una tesis sobre estrategia, sino, usando las palabras del propio Musashi: Una guía para aquellos que desean aprender acerca de la estrategia. Como tal guía, sus contenidos siempre están más allá de lo que los estudiantes son capaces de percibir.

El maestro escribió que cuando has comprendido el Camino de la Estrategia, no existe una sola cosa que no seas capaz de comprender, y puedes ver el Camino en todas las cosas, de hecho, se convirtió en un maestro en casi todas las artes y artesanías. Realizó obras maestras de pintura en tinta, posiblemente más valoradas que las de cualquier otro pintor, fue un experto en el arte de la caligrafía, realizó esculturas en madera, trabajos en metal, e incluso fundó una escuela de artesanos Tsuba (las empuñaduras labradas de las espadas).

También se dice que escribió poemas y canciones, aunque ninguno de éstos se ha conservado en la actualidad. Su obras estaban firmadas habitualmente con su sello “Musashi”, y también con el sobrenombre de Niten, que significa dos cielos y es el nombre que dió a su escuela de estrategia. Tal y como escribió:Estudia los Caminos de todas las profesiones, y evidentemente fué el primero en seguir su propio consejo.

Su obra no se aplica solo a la estrategia militar, sino a cualquier situación en la cual es necesario usar de la táctica. Los hombres de negocios japoneses usan el Libro de los Cinco Anillos como un manual de gestión empresarial, desarrollando campañas de ventas tal y como si fuesen operaciones militares. Que funcione bien o no, depende simplemente de lo bien que se hayan comprendido los Principios de la Estrategia.

Fuentes: la mayor parte de la documentación del artículo, consiste en texto citado o procesado de sendos artículos de Wikipedia y Geocities.

Lea la obra completa de Miyamoto Musashi en El Libro De Los Cinco Anillos.

Por Alberto López Correa.

 

Créditos para: http://managersmagazine.com/index.php/2009/05/el-libro-de-los-5-anillos-de-miyamoto-musashi/